Tierna e Inolvidable

10.6K 587 14
                                    

5/6

Ya en la habitacion, Thomas y yo intercambiamos algunas miradas, yo tenia la intencion de pues... Ya saben... Pero Thomas a el parecer no.

- Carly, aun quiero que lo pienses - dice Thomas.

- Thomas! Ya no hay nada que pensar! - digo y me lanzo sobre el, cayendo en la cama.

- Carly... - dijo casi gimiendo.

- Thomas si no lo haces voy a tener que obligarte! - dije metiendo mis manos por debajo de su camisa, podia sentir cada cuadro de su abdomen.

- No... Carly... - dijo sacando mis manos de su camisa.

- Thomas! ¿Cual es tu problema? - dije poniendome de rodillas en la cama.

- No es eso... Es que queria que tu primera vez fuera tierna e inolvidable - dijo - No quiero hacerte mia, cuando estoy cansado y con sueño.

- Ah, Thomas... - dije dejandome caer en la cama, a su lado.

- Yo quiero, creeme, pero no ahora... - dijo y me rodeo con su brazo, haciendo cucharita nos dormimos a el instante.

En la mañana, el calor me desperto, nisiquiera teniamos una manta y a el igual me moria del calor, para rematar Thomas me tenia toda abrazada, un brazo suyo pesaba lo que los mios y una de sus piernas lo que las dos mias, bueno... No tan literal pero haganse una idea del calor tan insoportable y sofocante que sentia.

Tenia la garganta totalmente seca, y no podia articular palabra alguna, el unico movimiento que hice fue con mi unico brazo libre y fue para tocar ligeramente a Thomas, gracias a el cielo, abrio los ojos.

- Hola - dijo sonriendo - Uf! Que calor... Voy a abrir una ventana.

- Gracias - dije apenas se levanto y me libero. Fui directamente a el baño.

Luego de una refrescante ducha, sali del baño con una toalla alrededor y otra en la cabeza. Revise mi maleta y decidi ponerme unos shorts cortos negros y un esqueleto de tela liviana que decia Kiss Me, luego me puse unas zandalias negras. Cuando ya estaba lista, fui a la sala y alli estaba Thomas recibiendo el desayuno en la puerta.

- Gracias - dijo a el hombre que estaba en la puerta.

- Claro, si necesitan algo mas, llamen a servicio de habitaciones - respondio el hombre marchandose, Thomas cerro la puerta.

- A desayunar - dijo alegremente.

Amo a mi profesor. Primera Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora