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FLESH
Axel Collins.
Lo que me faltaba, ahora resulta que el encargado de escribir mi gloriosa vida era donante de órganos porque ni corazón tiene el malparido, como se le ocurre permitir que el protagonista ensucie con polvo y cenizas su ropa de diseñador.
¿Que le costaba darme mi romance adolescente? O hasta una historia de amor universitario, cualquier cosa menos tétrica que esta.
Al ver el cadáver cubierto con la sabana cuyo cabello era de un color similar al mío me petrifique, y solté la pequeña mano de Riley por la sorpresa, soy la perfección encarnada, y esto no es propio de mi, pero sigo siendo humano, siento como cualquier otro.
Varias cosas cruzaron por mi mente, la principal era:
¿es Alex?
El caramelito ahogo un grito con sus manos al verlo, y rápidamente se aferro a mi.
Mi cuerpo se estremeció al tacto, también lo había sentido durante el abrazo, pero creí que solo eran las malas vibras que exudaba este lugar.
Esto es nuevo.....
Pensé, normalmente soy yo el que hace estremecer a las personas con mi presencia, pero ¿Quién podría culparlos?, solo mírenme soy la tentación en persona, hombres, mujeres, jóvenes o ancianos, todos caen rendidos ante su dios, ósea yo.
Aleje esos pensamientos de mi cabeza, tenia que concentrarme y cumplir con el plan que trace.
Era simple, obtener información, buscar rastros que vinculen a mi familia con este asunto turbio, si podía algo de Alex, contactar a Meghan y largarnos de aquí.
No entres en pánico....
Me dije mientras me acercaba a la plancha de metal, escrutando mi alrededor con la mirada, para ser un supuesto hospital abandonado, esta morgue tenia una excelente higiene.
Sentí gotas de sudor frio caer por mi nuca, avivando el inquietante cosquilleo en mi cuerpo.
Ugh...puntas abiertas, cabello opaco y reseco, no había duda esta no era ni de cerca mi hermana, pero talvez esto solo era algo de muertos, no lo se, ellos no hablan mucho.
Levante la manta, con cuidado de no revelar más de la cuenta, mi hermana o no, no quería ver las miserias de un cadáver.
Aunque si se tratara de Yeng....basta Axel concéntrate.
Tenía razón.
Como siempre.
Era otra mujer, tenía el rostro desfigurado y un brazo mutilado así que no tenia idea de quien podría ser a primera vista, lo único que me daba certeza de que no era mi hermana fue que no había rastro de los lunares de Alex, ni de su tatuaje conmemorativo de Adele.
