15. Unos cuantos sentimientos delatores

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2032
(4 Años después del ataque al primer refugio)

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Cuatro años. Los habían transcurrido en un suspiro. Tanto que para cierta resistencia, habían crecido tanto en cantidad de personas como sus fortalezas físicas como materiales. dos años atrás, la tan conocida familia Hamato, habían rescatado a aproximadamente ciento veinte integrantes más de los Kraang. Algunos de nuevos campos de concentración que se estuvieron reforzando más desde la última vez de aquel años dos mil trienta en donde habían rescatado a un grupo pequeño de personas, pero de donde habían salido personas actualmente muy valiosas para ellos.


Un grupo de adolescentes corría mientras eran perseguidos por perros Kraang, traspasaban arbustos, evadían ramas y piedras grandes. Dos de los chicos que iban en el grupo fueron tomados por las piernas y arrastrados de vuelta.

Un silbato sonó.

--- Yi, Odyn, están fuera. - sonó una voz algo grave. De una tortuga de cinta morada.

--- Oh vaya. - se levantó el muchacho mientras se sobaba su caparazón.

--- ¡Vamos Moja, Hana, Uno! Ustedes pueden. - gritó desde lejos la chica.

Los jóvenes seguían corriendo y esquivando obstáculos. Se sujetaban y balanceaban por las ramas, y finalmente habían pasado la penúltima parte de la lucha. El ambiente titileó y cambió a una habitación metalica bastante brillante, tanta que cegaba ligeramente su vista.

--- Muy bien chicos, esta vez llegaron más que la última vez a la fase final. Es suoportunidad. Escojan sus armas. ¿Moja? - preguntó directamente su sensei.

--- Sai. - dijo seria.

--- ¿Uno?

--- Katana. - decía firme.

--- ¿Hana?

--- Artes marciales.

--- Otra vez sin armas. Bien, tu elección. - decía mientras anotaba algo en su libreta digital de la muñeca. --- Muy bien, empiecen. Moja, Uno, van primero. Mikey, has los honores.

--- Muy bien, niños. Situación. - comenzó a describir bastante animado. --- Moja, lado villano, Uno, lado resistente. Empiecen.

La niña de caparazón anaranjado sonreía maliciosamente.

--- Normalmente me toca el papel de resistente, pero ahora que sé que tú te comiste las sobras mi almuerzo de ayer, no tendré piedad contigo hermano. - dijo girando sus Sai con velocidad y poniéndose en posición.

--- Eso es lo que quiero oír. - se preparó, apretando más su katana y dejó que su hermana sumida por la ira se abalanzara primero. Esquivo su ataque derecho haciéndose a la izquierda, consiguiendo que esta se desequilibrara un poco.

--- ¡Quédate quieto! - lanzaba ataques con ambas manos mientras saltaba y se escabullía entre el aire para lograr atacarlo por la espalda. Uno al sentir su presencia detrás suya, lanzó una patada que su hermana a duras penas consiguió evadir, y cuando esta se distrajo al haberse hecho hacia un lado? Este atacó. Moja se dio cuenta y consiguió protegerse con los Sai. Estuvieron forcejeando entre ellos hasta que Uno dejó llevar el peso de la espada a un lado haciendo que la chica soltara un Sai. Uno con su brazo izquierdo sostuvo el brazo de su hermana que aún tenía el Sai y la derribó.

En la guerra no hay amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora