ꕤ「capitulo 31」

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Tomó el último trago de su café y siguió tecleando en su computadora; era el tercero que tomaba en la mañana, no pudo dormir bien, de hecho no había podido dormir bien desde que se había alejado de su omega. Además de que estuvo pensado toda la noche en lo que habló con su madre, nunca se había mostrado tan débil frente a los demás, pero ayer simplemente no pudo contenerse, necesitaba sentir algo de afecto, no le importó verse vulnerable frente a su madre, sabía que ella no lo juzgaria, así que solo por esa noche se permitió llorar frente alguien más.

Terminó por guardar el último documento, y reviso algunos mensajes por parte de sus amigos preguntando si almorzaria con ellos, les dio una respuesta afirmativa y bloqueo su celular cuando escuchó que tocaban la puerta.

—Pase—dijo, acomodándose en su silla, para recibir a quien fuese.

Reprimió el impulso de rodar los ojos cuando vió a Karina entrar.

—Hola, Jungkook—se sentó frente al escritorio y miró al alfa mordiendo su labio, Jungkook carraspeo incómodo.

—Buen día, señorita Kim, ¿qué necesita?—ni siquiera intento fingir una sonrisa, no tenía el ánimo suficiente.

—Yo quería hablar contigo, sobre lo que pasó hace unos días.

—No hay nada que hablar con respecto a eso—la interrumpió.

—Pero, Jungkook, no podemos terminar con esto, me ibas a cortejar.

—Siento mucho si te hice pensar eso, Karina, pero entre nosotros solo hay relación de forma laboral, es todo.

—No puedes hacerme esto, eres mi alfa y yo soy tu omega.

Jeon frunció el ceño horrorizado—No soy tu alfa y yo ya tengo a mi omega.

—¡Tienes que estar bromeando!—el chillido de la omega lo irritó.

—No lo hago—negó con la cabeza sin cambiar su expresión seria.

—Pero te amo, Jungkook, por favor no me dejes—dijo con suplica en su voz.

—No me amas, Karina.

—¿Quién es esa omega por la que me terminaste? ¡Dime!—la rubia ya se encontraba llorando.

Su alfa interior rodó los ojos molesto.

—No tengo por qué darte explicaciones, así que te pediré amablemente que salgas de mi oficina

—No puedes quererla más que a mi.

—De hecho, quiero mucho a mi omega—sonrió levemente al recordar a Taehyung.

—No puedes. Yo soy tu omega.

—Karina, no tengo por qué seguir escuchándote, sal de mi oficina ahora y consideraré no despedirte—dijo sobando su sien, ya le había empezado a doler la cabeza.

Vete loca, gruñó su alfa y Jungkook tuvo que contenerse para no decirlo en voz alta.

La omega se levantó enfurecida y salió sin siquiera cerrar la puerta.

Jungkook bufó.

Al menos ya nos deshicimos de ella, Jungkook estuvo de acuerdo con su lobo y se levantó a cerrar la puerta y abrir las ventanas, Karina había dejado todo su aroma y eso incomodaba a su alfa. Volvió a su silla y revisó algunos informes mientras esperaba la hora del almuerzo.







Taehyung cerró su libro suspirando y borrando las lágrimas que había escurrido de sus ojos, era triste que los personajes principales no terminaran juntos en la historia, odiaba cuando eso pasaba, Tae quería que tuvieran su final feliz, ellos literalmente eran perfectos juntos.

De cierta forma eso le hizo recordar a Jungkook. Últimamente todo le hacía recordar a él, y era jodidamente molesto porque en ningún momento el alfa abandonaba sus pensamientos, y aunque no podía negar que su omega se retorcía de ilusión al recordarlo también sentía el dolor de sus palabras incrustado en su corazoncito.

Era jodido estar enamorado.

¿Enamorado? ¿En serio?

Jamás se había puesto a pensar en lo que sentía exactamente por Jungkook, solo lo sentía, era inexplicable, pero también demasiado.

—¡Taehyung!—la voz de la señora Hyuna lo sacó de sus pensamientos y se levantó rápidamente de la cama, se escuchaba molesta y eso asustaba a Tae de cierta forma.

Bajó apresurado las escaleras y fue hacia la cocina donde se encontraba la omega pelirroja parada frente la estufa.

—Pon la mesa—dijo sin siquiera voltearlo a ver— Y toma tus supresores, tu asqueroso aroma está comenzando a notarse—escupió por último con molestia.

Tae solo asintió y sacó los platos y cubiertos para acomodar la mesa. El omega le dió una sonrisa a Karina cuando entró al comedor, pero la chica solo le dió una mirada cargada de asco y fue hasta la cocina. La omega tenía los ojos rojos e inchados, seguro de llorar tanto, además del fuerte aroma a tristeza y enojo.

El señor Kim se sentó a la cabeza de la mesa y le dió un simple asentimiento a Taehyung para después perderse en el periódico, después se sentaron ambas omegas y Hyuna sirvió la cena. Taehyung se sentó algo incómodo e intimidado, todos en la mesa se veían serios y el omega estaba reprimiendo lo más que podía sus feromonas de inquietud.

—¿Y? ¿Qué sucedió con Jungkook?—preguntó la omega mayor rompiendo el horrible silencio, Tae solo agachó la mirada, intentando mostrarse desinteresado en la conversación.

—No logré convencerlo, dijo algo de que tiene una omega—respondió Karina formando una mueca, como si fuera a llorar en cualquier momento.

Tae sintió a su omega gruñir y su pecho oprimirse, ¿una omega? No pudo haber conseguido a alguien nuevo en tan poco tiempo, ¿o si?

—¿Una omega? Eso no puede ser—dijo con molestia la señora Hyuna.

—Y dijo que le quiere mucho—las lágrimas comenzaron a salir incontrolables de sus ojos verdes y Tae se sintió un poco mal por la chica.

—Ese bastardo, no puedo creer que tenga las bolas para decir eso—exclamó enojado el alfa.

—¿Quién será esa omega?

Pareció que Karina recordó algo porque abrió los ojos en sorpresa—He escuchado que hablan sobre un chico que iba a ver a Jungkook a la empresa.

Taehyung disimulo su expresión sorprendida, ¿hablaran de él? ¿O de alguien más?

—¿Un chico? ¿Hombre? No puede ser cierto.

—Eso escuché, no creí que fuera verdad y solo lo ignoré.

—¿Ese hombre siendo gay? No lo creo—dijo el señor Kim con una mueca desagradable que hizo a Tae tensarce.

—Hay posibilidad, esos homosexuales asquerosos ya no se sabe ni siquiera quienes son—exclamó asqueada la señora Hyuna.

—Enonces no te sorprendas si es un chico, hija, si escuchaste eso es por una razón, algo tiene que estar pasando para que lleguen a esa conclusión —dijo el alfa comiendo un trozo de carne.

—Pero dijo que lo quiere, ¿cómo competire con eso?—la omega hizo un puchero.

Y Tae quiso sonreír al pensar que Jungkook tal vez hablaba de él, no pudo evitarlo, su omega no pudo evitar ilusionarse de nuevo.

—Con tu encanto, te aseguro que lo tendrás enganchado a ti de nuevo en algunos días, tienes que insistir, hija, no conseguirás nada llorando—dijo la omega pelirroja para después tomar de su copa.

Cuando la cena terminó y Taehyung lavó los trastes, subió a su habitación y se acostó en la cama con Yeontan a su lado.

¿El omega del que hablaba Karina, será él? ¿Jungkook estaría hablando de él cuando dijo aquello?

Había posibilidad, pero no quería ilusionarse tanto, aunque su omega ya lo había hecho, también cabía la posibilidad de que hablara de otro omega.

Aun así, no puedo evitar que su corazón se acelerará y sonreirá ante el recuerdo de su alfa; antes de quedarse dormido.




it's enough to make a boy blush | kooktae♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora