it's enough to make a boy blush | kooktae♡

ꕤ「capitulo 33」

Pasó un mes desde esa conversación con Jungkook, y siendo sincero, se sentía bien, muy bien de hecho.

Había hablado pocas veces con él después de ese día, el alfa le mandaba algún mensaje por la mañana y por la noche, al menos dos veces a la semana lo recogía del instituto y lo llevaba a su casa,  le mandaba flores a su salón con notas que hacía a su corazón derretirse de amor; y algo que en serio lo hacía explotar de ternura, era cuando Jungkook se ponía todo nervioso y se sonrojaba. Taehyung creía que no podía ser más tierno.

Le había dado tiempo de reflexionar sobre todo, en cómo se sentía con respecto a la relación que llevaban antes y como se siente ahora. También creía que el recuerdo de la discusión que habían tenido ya no le afectaba, tal vez estaba teniendo demasiada confianza en sí mismo y en Jungkook, porque estaba volviendo a caer, y muy fácilmente, y aunque a veces le costará admitirlo, su omega ya había perdonado al alfa, muy fácil a decir verdad, pero fue algo que no pudo evitar.

Todas esas palabras que lo habían lastimado, ya no tenían relevancia, Jungkook le demostraba que estaba arrepentido con cada acción y Tae en serio no podía contra eso.

Y aunque no lo veía muy seguido porque últimamente Jungkook estaba algo estresado porque tenía demasiado trabajo, sentía el cariño de Jungkook en su corazón, su omega lo sentía, y era la sensación más hermosa y placentera que había experimentado.

Sentir que eres importante para alguien, sentir ese amor que sienten por ti en tu pecho. Sentir la delicadeza con la que Jungkook toca su mano o su mejilla.

Esperaba que Jungkook también sintiera lo mismo que él.

Quería demostrárselo, Jungkook era el que siempre le recordaba lo lindo e inteligente que es, lo mucho que le gustan sus ojos y su sonrisa. Taehyung quería demostrarle lo mucho que le gustaba y lo que provocaba en él, quería que se sintiera seguro también, porque siempre notaba al alfa algo inseguro con sigo mismo, tal vez creía que Tae lo rechazaría en cualquier momento, al menos es lo que pensaba.

Pero también quería que se sintiera especial y cómodo a su lado, porque Taehyung sentía tantas cosas por él y quería que estuviera bien.

Ahora se encontraba ansioso esperando por que terminará la última clase, estaba agotado, pero su ánimo cambió cuando Jungkook le envió un mensaje diciendo que pasaría por él, ya quería ver al alfa.

Miró a la ventana sin prestarle atención a lo que explicaba la profesora sobre la tarea, estaba más ocupado pensando en unos ojos esmeraldas y despeinados rizos que le gustaban tanto.

—Taehyung—salió de sus pensamientos cuando alguien tocó su brazo. El timbre ya había sonado y todos estaban saliendo del salón.

—Hola, Bogum—le sonrió mientras recogía sus cosas y las guardaba apresurado en su mochila.

—Al parecer nos tocó hacer el trabajo juntos—dijo el alfa intentando llamar la atención de Tae.—¿Si escuchaste no?

No, no había escuchado, ni siquiera sabía sobre qué era la tarea.

—Hm, no escuche nada—respondió algo apenado, tenía que prestar más atención.

—Solo tenemos que hacer un ensayo tipo exposición sobre la física cuántica y cómo la implicamos, considero que es una mierda pero no creo que sea muy difícil—explicó el alfa pelinegro mientras caminaban hacia la salida del instituto.

—Esta bien, ¿cómo lo haremos?

—¿Te parece si nos reunimos en la biblioteca mañana a las 3:00?

—Bien, nos vemos mañana—se despidió cuando visualizo el auto de Jungkook.

Oh no, probablemente lo vió hablando con Bogum.

Abrió la puerta del copiloto y se subió observando cuidadosamente al alfa. El auto olía a café un poco más amargo.

—Hola—sonrió nervioso, esperaba que Jungkook no estuviera enojado esta vez.

—Hola, Tae—le sonrió de vuelta, una sonrisa algo tensa. Le extendió un tulipán blanco y Taehyung lo tomó, mirándolo asombrado.

—Gracias, Jungkook. Esta muy bonito—no pudo evitar formar las arruguitas a los costados de sus ojos cuando sonrió.

—No es nada, yo solo, la vi y pensé en ti—le miró con ojos brillantes y mejillas sonrojadas al igual que Tae—¿Cómo te fue?

—Bien, de hecho, saqué diez en mi ensayo de química, aunque me golpearon con un balón en gimnasia.—suspiró feliz cuando escuchó una leve risa que soltó Jungkook.

—¿Te lastimaron?

—No, solo fue un pequeño golpe, no fue tan fuerte.

Notaba como Jungkook apretaba el volante y le sonreía algo tenso, estaba nervioso pero no sabía por qué.

—¿Qué tal tu día?—preguntó estudiando detenidamente los movimientos de Jeon.

—Normal, estoy por terminar esos informes atrazados de los que te hablé.

El alfa se veía muy cansado y Taehyung solo quería abrazarlo y que se olvidara de todo el papeleo que le esperaba en su oficina.

—No deberías cargar con el trabajo de los demás, Jungkook.

El rizado le dió una rápida mirada y le sonrió.

—Si yo no hago bien esto, nadie más lo hará, todos son unos inútiles en esa empresa—soltó una risa sin gracia.

El camino fue tranquilo, Jungkook a veces le daba pequeñas sonrisas nerviosas y Taehyung solo admiraba su perfil, ¿cómo es que lucía tan bien siempre?

—Me siento acosado—dijo Jungkook cuando estacionó una cuadra antes de llegar a su casa.

—Lo siento, yo solo...—se sintió avergonzado, el alfa había sentido su mirada para nada disimulada.

—Estaba bromeando, me gusta que me mires.

Tae sonrió encantado, le gustaba mirar a Jungkook

—Entonces lo seguiré haciendo. Pero otro día, ahora tengo que hacer mucha tarea—dijo el omega mientras tomaba su mochila.—Gracias por traerme, Jungkook.

—Espera, yo, hm...—Estaba nervioso, no sabía si decirlo o no y Taehyung solo lo miraba con una sonrisa—Quería invitarte a cenar...

Cuando vió que el omega no reaccionaba se arrepintió.

—Digo, si tu quieres, no te estoy obligando, solo...

—Esta bien—le interrumpió el castaño.—¿Cuándo?

Jungkook sintió que su alma volvió a su cuerpo—¿Te parece bien hoy? Si no estas ocupado.

—Me parece bien. Entonces, te veo a las....

—Siete, paso por ti.

—Bien, te veo más tarde—Tae se acercó al alfa y dejó un besito en su pómulo derecho, tomó sus cosas y bajó del auto, le dió una última sonrisa a Jungkook antes de cerrar la puerta y dirigirse a su casa, dejando al alfa todo sonrojado e impactado.

Su omega brincoteaba de felicidad, ¿de dónde había sacado tanto valor para darle un beso a Jungkook? No lo sabía pero le gustó hacerlo.

Y ahora lo había invitado a una cita.

¿Una cita?

No sabía si podía llamarle como tal, esperaba que sí por el bien de su incontrolable omega y por sí mismo.

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