ꕤ「capitulo 13」

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Suspiró y quitó las gafas para frotar un poco sus ojos algo rojizos de pasar tanto tiempo frente a la pantalla.

Apagó el computador y acomodó su escritorio. Se recostó en su silla cerrando los párpados tratando de descansar al menos unos minutos.

Pero se vió interrumpido cuando la puerta fue abierta algo de brusquedad y Karina entró a su oficina con una gran sonrisa.

Y el alfa de Jungkook solo quisó arrancarle la cabellera rubia a la omega. Estaba molesto.

—Jungkook, ¿estas listo para irnos?—preguntó Karina acercándose al alfa.

El rizado suspiró por milésima vez en el día y asintió despacio.

—Si, solo, deja termino de guardar unas cosas y salgo.

La omega asintió y salió cerrando la puerta.

La odio, habló su alfa dejando salir un gruñido molesto.

Tranquilízate, solo será otra noche incomoda, no es para tanto, le respondió restandole importancia.

Tengo que soportar su maldito aroma pestilente, y su insoportable voz

Jungkook rodó los ojos al escuchar las quejas de su alfa. Aunque estaba de acuerdo con él, tampoco le agradaba mucho la omega pero era más piadoso que su alfa interior.

Iremos, vemos a mi omega, lo secuestras, terminas a la loca y vamos a casa con Tae.

No era tan mala idea, pero no iba a secuestrar al bonito omega.

Bufó por las locas ideas de su alfa y se levantó de su silla para colocarse su saco, tomar su maletín y salir de su oficina.

—¿Listo, baby?—Karina se levantó de su silla para rodear con sus brazos el cuello de Jungkook, quien se alejó antes de que lo lograra.

Asco, gruñó su alfa.

—Señorita Kim, le pidió que por favor deje de llamarme así.

Perra igualada, somos su jefe.

La omega torció un poco su sonrisa pero después soltó una carcajada que irritó a Jungkook, esperaba que no se notará tanto en su aroma.

—Por favor, love, deja las formalidades, estamos saliendo como pareja.

Eso sin duda hizo sentir a Jungkook un revoltijo incómodo en su estómago.

Ya termina con esto por favor.

Esta situación lo estaba irritando, pero solo esta vez lo dejaría pasar. Así que solo rodó los ojos discretamente.

—Bien, vamos—caminó junto a la omega hacía el elevador y cuando estuvieron en el estacionamiento, se subieron al auto de Jungkook, que era de los pocos que quedaban.

Como siempre, la omega iba parloteando sobre cualquier cosa y Jungkook casi no le prestaba atención.

Sabía que era un falta de respeto, pero simplemente no se sentía con el mejor humor, estaba cansado, tenía sueño, una gran migraña, y su espalda dolía.

Pero quería ver al omega de ojos azules, necesitaba verlo.

De solo recordar su dulce voz y su hermosa sonrisa, sus labios se estiraron un poco dejando ver sus hoyuelos.

Estacionó frente a la casa de Karina y ambos bajaron, adentrándose a la residencia.

Espero que este Taehyung, pensó mientras tomaba asiento en el sofá a una distancia algo apartada de Karina.

—Pediré algo para la cena, ¿Quiéres sushi o pizza?—preguntó la omega.

—Sushi esta bien—respondió tratando de no preguntar lo que pensaba—Hm, Karina, ¿Taehyung no cenará con nosotros?

Se golpeó internamente, trataba de no ser tan obvio.

—No, ya debe de estar dormido—dijo simplemente sin importancia para después ir a la cocina a hacer la llamada.

Jungkook se quedó ahí sentado tratando de que su olor no delatara su decepción, de verdad esperaba ver a Taehyung esa noche.

Necesitaba ver sus ojitos azules y su encantadora sonrisa. Lo aterraba la idea impulsiva de necesitar al omega.

Jamás se había sentido así.

Un pequeño ruido proveniente del pasillo lo sacó de sus pensamientos.

Era el omega.

¡Es Taehyung!

Sintió a su alfa brincotear de alegría.

Se ve tan hermoso, dijo su alfa con emoción.

Y Jungkook no lo iba a negar.

Jodidamente hermoso.

Taehyung vestía un suéter de lana color blanco que se veía muy grande en su diminuto cuerpo, unos shorts amarillo pastel que apenas se notaba debido al sueter; y unas medias blancas hasta debajo de las rodillas, dejando a la vista sus muslos acaremelados y regordetes.

Se ve jodidamente tierno y caliente.

Taehyung se sonrojo debido a la mirada del alfa y sonrió levemente acomodando su flequillo.

Jungkook pensó que era lo más lindo que había visto.

—Buenas noches, señor Jeon—saludó mientras jugaba nerviosamente con sus manitas.

Jungkook había extrañado tanto su vocesita.

—Hola, Tae—le sonrió al omega—¿Cómo has estado?

—Hm...bien, he tenido muy buenas calificaciones en mis exámenes, aunque estoy un poco nervioso por el de Matem-—fue interrumpido por la molesta voz de Karina.

—Taehyung, pensé que estabas dormido—sonrió forzadamente mirando al omega de una manera tan despreciable que hizo hervir la sangre de Jungkook.

¿Cómo se le ocurría interrumpir cuando Taehyung estaba hablando? Era un delito.

Jungkook notó como al instante Taehyung se encogió un poco y bajo la mirada.

—Y-yo, solo venía por agua—respondió bajito el omega para dirigirse a la cocina aún con la mirada gacha.

—La comida llegara en 30 minutos, love—dijo Karina para luego sentarse al lado del alfa.

Sería una noche muy larga.




it's enough to make a boy blush | kooktae♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora