Veintiuno

598 57 49
                                    


-¿Y tu novio no vino hoy? -Julián preguntó casualmente, mientras ambos esperaban que la cafetera terminara de calentarse.

-Si te referís a Cristian... -Lisandro fingió no comprender la pregunta -tuvo que hacer unos trámites.

-Y sí, boludón -Paulo se sumó a la conversación -¿de quién va a estar hablando sino?

-No... no es mi novio -el teñido reprimió una sonrisa tímidamente.

-¿Todavía no? -Julián alzó sus cejas en señal de sorpresa -bueno, todos pensábamos que sí.

Algún tiempo atrás, Lisandro se hubiera sentido profundamente avergonzado de que todos en su trabajo lo relacionaran con otro hombre, pero, ahora lo llenaba de orgullo.

-No, todavía no -pronunció esas palabras dudando, ya que todavía no estaba seguro de qué hacer con todo lo que estaban viviendo -estamos en algo.

-¡Yo sabía! -Julián le palmeó la espalda en señal de aprobación -¡ese es mi amigo!

-Pero... ¿no quieren formalizar? -Paulo le preguntó.

La realidad es que Lisandro nunca se había planteado esa posibilidad. En el pasado sus relaciones eran efímeras, lo máximo que duraban era una noche. Pero con Cristian... amaba pasar tiempo con él trabajando, haciendo deporte, saliendo, durmiendo. Sin embargo, nunca habían conversado sobre el futuro que ambos deseaban de la relación, y temía que ponerle un título podría arruinarlo todo.

-No sé... -se rascó la barbilla con nerviosismo -es que tampoco me siento cómodo preguntándole si quiere ser mi novio, como si tuviéramos 15 años.

-Bueno... eso lo tienen que manejar ustedes, Licha -el tono de Paulo era amable, como siempre -con Leandro nunca nos hicimos la pregunta, simplemente pasó.

-Pero si para vos es importante el título, podrías proponérselo -Julián agregó.

-¿Y si me dice que no?

-¿Vos sos boludo, Licha? -Julián revoleó los ojos con fastidio -si Cristian está enamoradísimo de vos.

...

-Lisandro, ¿para vos es tan importante ponerle una etiqueta a lo que tenés con Cristian? -Emiliano le preguntó con amabilidad.

Durante toda esa semana, Lisandro se había hecho esa misma pregunta una y otra vez sin encontrar aún la respuesta.

-No lo sé, pero imagínate que me quiere presentar a alguien... ¿quién soy? -insistió -¿su amigo? ¿su novio? ¿nada?

-Sos Lisandro, nada más y nada menos -su psicólogo sonrió transimitiéndole seguridad -¿notaste lo mucho que avanzaste en estos meses? Por primera vez te estás permitiendo pensar en el futuro de tu relación.

Y, a decir verdad, Emiliano tenía toda la razón. Lisandro había estado sufriendo tanto tiempo con los fantasmas de su pasado que nunca se había puesto a pensar qué le depararía el futuro. Tiempo atrás, cuando estaba con otras mujeres, lo único que le importaba era la satisfacción del presente. Pero con Cristian podía (y quería) visualizar un futuro en el que su relación podía tener un final feliz. Por primera vez deseaba con todo su corazón construir algo sano con alguien, y anhelaba que esa persona también deseara lo mismo.

-Bueno, creo que pude progresar un poco -sonrió con timidez -pero, ¿qué hago ahora?

-Lisandro... -Emiliano comenzó.

-Ya sé, ya sé... -el teñido lo interrumpió y comenzó a imitarlo -Lisandro, yo no te voy a decir lo que tenés que hacer, vos mismo lo sabés...

Su psicólogo sonrió, dando por finalizada la sesión. Estaba profundamente orgulloso de los avances de su paciente.

...

Esa noche, como todos los viernes, tenía una cita con Cristian, que había reservado una mesa en el bar favorito de ambos. A pesar de verse todos los días, nunca se agotaban los temas de conversación ni los planes para hacer juntos fuera del trabajo, sino que, todo lo contrario: cada vez querían pasar más tiempo juntos. Hasta entonces, Lisandro jamás había notado lo sólo que había estado durante su pasado, sin ninguna persona con quien compartir momentos especiales ni con quién contar cuando había tenido un mal día. Como nunca había tenido una relación de ese tipo con nadie, se sentía bastante torpe e inexperto... ¿estaría siendo demasiado intenso con Cristian? ¿Él querría llevar las cosas con más calma? Entonces recordó las palabras de su psicólogo y los consejos de sus amigos y decidió quitarse todas las dudas.

-Cris... -apoyó su mano sobre la de él con suavidad -¿te puedo preguntar algo?

-Obvio, amor -Cristian giró su mano para entrelazar los dedos con los suyos, dándole seguridad.

En el pasado, ese gesto en público lo hubiera aterrorizado, pero ahora lo llenaba de confianza. Emiliano estaba en lo cierto: había avanzado mucho.

-Es que... ay, no sé como empezar -Lisandro se enredó en sus propias palabras.

-Lisandro, no me asustes -Cristian frunció el ceño con preocupación -¿hice algo malo?

-No... al contrario -el teñido sonrió con timidez -es que... hace días que vengo pensando... ¿a vos qué te parece esto?

-Con esto, ¿te referís a nosotros?

-Sí... - suspiró, juntando fuerzas para continuar -es que yo nunca estuve en una relación seria antes... y no sé cómo manejar las cosas. Capaz que vos querés llevar las cosas con más calma y yo te estoy apurando... no lo sé.

Lisandro sentía que su estómago se retorcía de los nervios, apenas podía sostenerle la mirada. Jamás imaginó que él iba a encontrarse en esa situación, y menos con un hombre.

-Lisandro, mírame -Cristian tomó su rostro entre sus manos, obligándolo a mirarlo -dios, qué lindo que sos... así no me puedo concentrar.

Ambos soltaron una risita cómplice. Aquello ayudaba bastante a aliviar un poco los nervios.

-A mí me encanta lo que tenemos, pero nunca te quise apurar... -Cristian comenzó a explicar – sé lo mucho que te cuesta dejarte querer, y jamás quise que te sintieras presionado o invadido. Pero si por mí fuera... hoy mismo me casaría con vos y adoptaría un perrito.

Al ver que Lisandro se quedaba atónito y sin responder, continuó.

-Lo del casamiento es un chiste... por ahora -aclaró. Su tono de voz contagiaba tranquilidad -pero si vos estás listo, me encantaría que seamos novios. ¿Qué te parece?

Lisandro sintió una calidez en su pecho que le aseguraba que estaba en lo cierto: había esperanzas para construir un futuro con Cristian a su lado. No le importó que estuvieran en un bar repleto de gente, ni que nadie pudiera verlos, ni lo que podrían decir de ellos. A modo de respuesta, se acercó hacia él y se colgó de su cuello para besarlo con suavidad. Era la primera vez que lo besaba en público, con gente alrededor, pero en ese momento no existía para él nadie más que Cristian y lo que sentía por él.

Cuando se separó del beso, se ruborizó al notar que los allí presentes los observaban. Pero en sus miradas no notó curiosidad, ni rechazo, ni prejuicios. Sólo vio cómo la gente sonreía al notar el profundo amor que ambos se tenían.

-¿Eso es un sí? -Cristian volvió a preguntar.

-¿Y a vos qué te parece?





N/A: UN APLAUSO PARA LA PAREJA QUE ESTÁ ENAMORADAAAAA!!! De a poco todo se va encaminando hacia la felicidad de ambos <3  

Burning Desire (Cuti x Licha AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora