Capítulo 6

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RECORRIDO EN LA CIUDAD

HAYLEY

La llamada de mis amigas me tomó por sorpresa. Fue muy breve, pero sí que hablamos de varias cosas. Primero, Everly había comenzado a asistir a clases de música, y por lo que me contó, había un chico nuevo en la clase que le llamaba la atención. (Según Susan, era un cerebrito como ella).

Susan se había unido al recién formado club de animadoras y estaba considerando postularse para capitana.

Y yo había entablado una conversación con Maddie.

También con Fred.

Por alguna razón este lugar me estaba cambiando.

La primera clase era filosofía y la daba el profesor Sanders. No era tan aburrida como imaginé, de hecho era bastante interesante.

—Tal y como les mencionaba anteriormente, la filosofía es un conjunto de reflexiones lógicas y metodológicas sobre conceptos abstractos que intentan explicar las causas y propósitos de la verdad... —el profesor continuó explicando —Bien, para la tarea tendrán que realizar una investigación acerca de los filósofos más destacados en la historia. Es todo, nos vemos chicos. —Se despidió con una sonrisa.

—Qué clase más aburrida, el mismo profesor nos dio hace un año literatura. Por dios, qué sufrimiento —Chilló Maddie.

—No es para tanto.

O quizá para ella sí lo era.

—¡Cómo puedes decir eso! —Espetó indignada. —Imagina que el mismo profesor aburrido y con pinta de amargado te dé clases dos años consecutivos. ¡Qué horror!

—Eres graciosa... —Dejé la frase en el aire. Maddie me había interrumpido.

—A propósito, ¿has considerado la propuesta? ¿Te gustaría acompañarme en un recorrido por la ciudad?

Oh, dios mío.

Lo había olvidado por completo. No podía mentirle, aunque tampoco podía decirle la verdad. Sonaría como:

«¿Sabes?, No lo pensé, mi madre preparó una cena para agradecerles lo amables que fueron los vecinos. Y toda la noche permanecí concentrada en Fred»

No de la forma que ustedes piensan, no era una acosadora, solo me hacía sentir una cierta intriga.

Juraría que Maddie se burlaría de mí.

—¿Entonces, es un sí o un no? —Inquirió entusiasmada.

No podía decirle la verdad, no cuando eso significaba acabar con su felicidad.

—Claro, solo tendré que avisarle a mi madre.

—Perfecto. Ya verás que será emocionante.

—No lo dudo —Sonreí a modo de burla.

Los minutos pasaban cada vez más lentos, pero por suerte, ahora nos encontrábamos en la última clase, la cual era cálculo. La daba la profesora Emy. Una mujer alta y delgada. Piel bronceada y pelo negro rizado.

—Realicen estos ejercicios para mañana. No lo olviden —avisó la profesora con una voz autoritaria.

Todos se levantaron de sus asientos ocasionando un caos, empujón tras empujón era lo único que podía ver.

—Vamos, es hora de nuestra aventura —Habló Maddie, saliendo de nuestra última clase.

Al final, Ryan canceló la invitación para almorzar juntos, porque ocurrió un pequeño inconveniente, pero dijo que me compensaría.

Cogí mi teléfono y llamé a mi madre.

—Cariño, ¿estás bien? ¿Necesitas algo?

La voz de mi madre sonaba preocupada.

—Hola mamá. Estoy bien, solo me gustaría salir con una amiga. ¿Puedo ir?

Después de lo sucedido, mi madre se volvió el doble de sobreprotectora. En una de esas, me negaría la salida.

—Claro que sí. Solo mantenme informada. Tengo que colgar, cuídate. Te quiero, cielo.

—Gracias, mamá. Te quiero.

La llamada terminó. Guarde mi móvil y le sonreí a Maddie.

—Así que amiga, ¿eh? —Una risita salió de sus labios.

—Sí. Ahora lo eres. —Aclaré.

Ella era mi nueva amistad y me esforzaría por no perderla. No sería capaz de resistirlo.

Porque la amistad era una pieza clave en la vida de todos. Tener a alguien que te apoyará era un tesoro preciado.

—Qué suerte, tu mamá es increíble —Dijo y yo asentí a modo de respuesta.

Maddie paso un brazo por encima de mi hombro y seguimos caminando un buen rato. Hasta que nos detuvimos en el parque Flagstaff Gardens. Lo supuse por el letrero gigante que adornaba la entrada. Había varios tipos de árboles, entre ellos las de hoja de caduca, olmos, eucaliptos maduros e higos de bahía de moretón, todos frondosos y bellos. La vista era magnífica.

—¡Guao! Esto es... —No encontraba una palabra que definiera todo lo que mis ojos observaban.— tan hermoso.

—Ya. Sabía que te gustaría. Nadie se resiste a la belleza del paisaje —Aclaró Maddie —¿Qué harás el fin de semana?

—Pasaré el día en casa.

—Aburrido. ¿Irás al baile de bienvenida que está planeando el instituto?

—No lo creo. Prefiero pasar el día leyendo un libro.

—De eso nada. Irás conmigo.

Y Maddie dio por finalizada la conversación.

Ella era una chica decidida, me hacía recordar a Everly.

Luego del recorrido, volví a casa. Sin embargo, no tenía previsto lo que sucedería.

NOTA:

¡Hola!. Les tengo nuevo capitulo. ¿Qué les pareció? ❤️
Me gustaría volver a agradecerles el apoyo que me han brindado, tanto a las personas que leen, votan y comentan mi historia. ¡Muchísimas gracias!.
En verdad lo aprecio demasiado. Cuentan con mi apoyo para leer sus historias y de sus amig@s, etc.
Dejen sus comentarios, los leo🌷
Saluditos🌷

Mi Chica FrancesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora