Imperdonable park jimin

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21 días es lo que tarda en cogerse un hábito o abandonarlo.
21 días para pensar en el futuro de su relación, para recordar lo vivido e imaginar cómo sería la vida sin la otra persona.
21 días para salvar o echar por tierra una relación de casi 7 años.
Una relación que comenzó en el instituto, con un Jimin demasiado guapo para una relación seria y una Hanna demasiado sensible como para mezclarse con un Playboy.
Al principio él se interesó en ella por su belleza, siempre le pareció preciosa, aunque con un carácter difícil y empeñada en no caer ante sus infalibles técnicas de seducción adolescente.
Ella lo evitaba y rechazaba, pero con el tiempo comenzó a gustarle esa atención que él le dedicaba. Aunque se negaba a admitirlo.
Jimin acabó cansándose de intentar que ella cediese. Y ahí fue cuando ella echó en falta sus cumplidos y coqueteos. Cuando al fin se admitió a sí misma que ese chico tan guapo y carismático la había enamorado.
Y le tocó a Hanna retomar el acercamiento, sorprendiendo a Jimin y despertando en él un interés más allá de lo físico.
Su primer beso fue mágico para ambos, no era el primer beso que daban, pero ambos lo sintieron especial. Sus cuerpos reaccionaron de una forma que ninguno supo reconocer al momento, pero que con el paso del tiempo descubrieron que era amor.
Tuvieron varias idas y venidas, ella desconfiaba de un chico tan guapo y solicitado, él era reacio a comprometerse. Pero al final, lo que sentían se impuso a todo lo demás y empezaron una relación.
Hubo discusiones y momentos complicados, pero ninguno dudó de sus sentimientos.
Se fueron a vivir juntos en su último año de carrera. Él economía, ella diseño gráfico. Se apoyaron uno al otro con sus exámenes, en la búsqueda de empleo y la adaptación a la vida laboral.
Y cada vez que podían se demostraban su amor físicamente. No podían apartar las manos uno del otro, siempre besándose, tocándose y haciendo el amor.
Pero la rutina laboral los devoró, y ahora 21 días después, su relación empezaría de cero o sería declarada muerta.

DÍA 3
Hanna volvió al trabajo una vez que pudo recomponerse un poco.
Tenía unas profundas ojeras, había bajado de peso y le costaba concentrarse.
Pensar en Jimin la ponía muy triste, y hacerlo suponía ponerse a llorar sin parar en al menos dos horas, por eso se obligó a volver al trabajo y mantenerse ocupada.

Jimin por su parte iba de reunión en reunión, sin tiempo ni para pensar.
Llegaba a la cama agotado y se dormía al momento, pero no lograba descansar bien.
Sabía que se debía al peso que llevaba en los hombros por Hanna, pero no se permitía a sí mismo reflexionar sobre ello.

DÍA 6
Hanna ya era capaz de pasar un día entero sin llorar, pero seguía marcando en un calendario los días que faltaban para que él volviese y decidiera si le rompía el corazón definitivamente.

Jimin ese día tuvo una carga de trabajo menor, por lo que al llegar al hotel tuvo tiempo de ponerse una película tranquilamente para verla en la cama.
De forma inconsciente, estaba con su móvil escribiendo un mensaje para Hanna contándole cómo le habían ido las reuniones del día.
Cuando se dio cuenta, justo antes de enviarlo, dejó su teléfono a un lado y se obligó a dormir.
Le costó, la cara de Hanna tan triste el día que se fue, no se iba de su cabeza.

DÍA 10
Hanna aceptó tomar algo con unos amigos después del trabajo.
Seguía triste, pero ya no dejaba que su pena lo envolviese todo.
Con mucho dolor, empezaba a aceptar que podría acostumbrarse a vivir sin Jimin, aunque no le gustaría, pero al menos ya tenía la seguridad de que no se moriría de tristeza.

Jimin se acordaba de Hanna cada vez más, tanto que decidió salir a tomar una copa antes de volver al hotel.
Se sentía patético bebiendo solo, pero sabía que se sentiría peor en su habitación pensando en Hanna sin parar.

DÍA 14
Hanna se dejó convencer por sus compañeros de trabajo para salir a un karaoke un rato.
Se juntaron con ellos también un grupo de amigos de uno de ellos.
Consiguió divertirse por un rato, dejando asomar un poco a la Hanna alegre que todos conocían y echaban en falta.

Jimin ya tenía por costumbre ir a tomar una copa antes de ir al hotel.
Esa noche tomó más de una, habían etiquetado a Hanna en una publicación en Instagram cantando a dúo con un chico en un karaoke y él la había visto.
A pesar de que no hacían nada malo, el chico era demasiado atractivo y la inseguridad que le causaba no saber que estaba pasando ahí, sumado a la angustia de no poder preguntarle por las estupidas normas que él había impuesto, lo ponían de los nervios.
Siguió bebiendo, y cuando se dio cuenta, tenía a Leila muy cerca.
Era una compañera de universidad, muy atractiva y siempre había demostrado interés en JImin.
Nunca había pasado nada entre ellos, puesto que Jimin ya estaba saliendo con HAnna, pero el tonteo y la tensión sexual no resuelta siempre habían existido entre ellos.
Se habían encontrado hace un par de días en ese mismo bar, habían intercambiado simplemente algunas palabras poniéndose al día de sus vidas.
Pero esa noche, el nivel etílico y los celos que lo recorrían, lo impulsaron a besarla.
El beso fue subiendo de intensidad y acabaron yendo a la habitación de hotel de ella.

DÍA 15
Hanna despertó angustiada sin motivo aparente. Notaba una presión en el pecho que no sabía explicar, pero lo achacó a la resaca por el día anterior.
Tomó una pastilla para la resaca y se fue a trabajar.
Al llegar a su mesa vio el calendario con todos esos días tachados y se dio cuenta que ayer no lo había tachado. No había pensado en Jimin en todo el día.
Una parte de ella se sintió descansada por no haber llevado encima esa nube de preocupación todo el rato.
Pero por otra parte le pareció triste. Lo amaba muchísimo, como era posible que hubiese desaparecido de su mente durante al menos 24 horas?

Jimin despertó con un cuerpo extraño enredado con el suyo.
Se tapó la cara con una mano y maldijo en su interior por las pésimas decisiones que tomaba borracho.
Se escabulló de la cama como pudo y dejó una nota para Leila.

" Disculpa por irme sin avisar, pero mi vuelo sale pronto.
Ha sido una noche fantástica pero por favor, no lo malinterpretes. Tengo una relación que recuperar.
A pesar de todo, me ha gustado saber de ti. Cuídate y espero que todo te vaya bien en la vida.
Jimin "

Salio hacia su hotel a preparar sus maletas. Compró el primer billete que consiguió hacia Seúl y esperó hasta que fue hora de salir hacia el aeropuerto.
Necesitaba ver a Hanna.