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Hanna se pasó el día de reunión en reunión, estaba siendo una temporada muy ajetreada en su oficina y no tenía tiempo ni para comer casi.
Cuando a las 8 de la tarde consiguió terminar las tareas pendientes y salir de la oficina estaba exhausta.
De camino a su casa, paró en una tienda de conveniencia, esa semana ni siquiera había podido ir a hacer la compra. Se compró algo sencillo para cenar y por fin se fue a su apartamento.
Al abrir la puerta le sorprendió ver la luz del salón encendida, no recordaba haberla dejado así, pero no se molestó en ir a apagarla, necesitaba con urgencia hacer pis.
Dejo las bolsas en la cocina y fue corriendo a su habitación, desabrochando el pantalón por el camino.
Cuando por fin pudo vaciar su vejiga, se desnudó para ponerse el pijama.

Pero escuchó un ruido en el salón que la sobresaltó.
Tal y como estaba, en ropa interior, decidió acercarse a ver qué pasaba.
Al llegar allí, Jimin estaba sentado en el sofá, mirándola con una sonrisa.

- Vaya... bonitas vistas - dijo con una mirada coqueta observándola de arriba a abajo

- Qué haces aquí?- Hanna no daba crédito a lo que veía, faltaban días aún para ese plazo que él había marcado.

- Quería verte, necesitamos hablar.

Hanna se sintió cada vez más nerviosa, esos días sin él había conseguido sobrellevarlos, pero seguía enamorada, no estaba preparada para que le rompiera el corazón definitivamente.

- No se ha cumplido el plazo que dijiste, tan rápido te has dado cuenta de que no me quieres en tu vida?

- Hanna...- Jimin intentaba explicarse pero Hanna estaba como una fiera y no le dejaba. La situación le resultaba graciosa, parecía una gatita enfadada, verla así y en ropa interior lo estaba excitando.

- No!! Hanna no!! Tu solo tomaste la decisión de irte, de dejarme tres semanas aquí sin siquiera saber si tu vuelo había llegado bien y ahora te presentas antes de tiempo para destrozarme sin siquiera haberme dado la oportunidad de prepararme mentalmente para esta conversación. Tan mala novia he sido? Tan poco me quisiste que te da igual hacerme daño??

Hanna dijo todo eso casi sin respirar, estaba rabiosa. Nada estaba saliendo como lo había planeado en su mente. Sería una mujer comprensiva y terminarían su relación con elegancia y en buenos términos. Pero una fiera se había instalado en su pecho y no podía parar de gritarle.
Jimin se levantó del sofá y se acercó despacio hacia ella, que de forma instintiva se apartó.

- Hanna, déjame hablar...

- No!! - Hanna se acercó a él ya sin contener las lágrimas y le habló a escasos centímetros, mirándolo a los ojos- Si vas a irte, vete!! Ni siquiera te despidas, no quiero verlo!!

Jimin sonriendo ante ese numerito, borró la poca distancia que los separaba y la besó. Fue un beso brusco al principio por la sorpresa que supuso para Hanna, que esperaba cualquier cosa menos eso.
Pero en cuanto reaccionó y correspondió al beso, se volvió mucho más dulce y suave.
Jimin la agarró de las caderas para pegarla más a él mientras que Hanna lo abrazó por el cuello y comenzó a acariciar el pelo de su nuca.

- No entiendo nada Jimin

- No me has dejado hablar nena, no me voy a ir, no puedo vivir sin ti. Siento haber puesto distancia de forma unilateral. - la separó un poco de su cuerpo para poder verse a los ojos- Te quiero en mi vida siempre Hanna, sé que ambos debemos esforzarnos para sobrellevar la carga de trabajo y convivir, debemos encontrar momentos para los dos, pero estoy más que dispuesto porque sigo completamente enamorado de ti. - sonrió- Que dices? Me dejas seguir formando parte de tu vida?

Ahora Hanna lloraba todavía más. Se abrazó con fuerza a Jimin y siguió llorando en su pecho. Él besaba suavemente su cuello y acariciaba con cariño su espalda mientras la apretaba contra sí mismo.

- Entiendo que esto es un sí?- le susurró en el oído.

- Siempre será si- le dijo ella mirándolo a los ojos entre lágrimas.

Jimin limpió con sus dedos cada lágrima que caía por la cara de Hanna sin dejar de mirarse a los ojos, hasta que no pudo resistirlo más y la besó de nuevo.
Esta vez el beso empezó suave pero cada vez se iba volviendo más necesitado. Jimin tenía a Hanna completamente pegada a su cuerpo y sus manos no paraban de recorrer su espalda desnuda.
Ella por su parte se agarraba de su cuello, mientras jugaba con su lengua en la boca de él.
Jimin bajó una de sus manos hasta agarrar fuertemente el trasero de su novia y apretar, lo que provocó un pequeño gemido por parte de ella.
La pegó más a su cuerpo para que pudiera notar la erección que estaba despertando. Le mordió el labio inferior mientras se separaban para tomar aire y fue directo a besar su cuello.

- Nena, lamento romper el romanticismo pero necesito follarte ahora mismo.

- Si, quiero sentirte Jimin, vamos a la cama

La agarró de las piernas y ella las entrelazó sobre sus caderas. Así, en brazos, la llevó hasta la habitación sin dejar de besarse.
Una vez allí la dejó sobre la cama tumbada, mientras se posicionaba a cuatro patas sobre ella.
Sin dejar de besarse, entre los dos se fueron despojando de la camisa y pantalones de él.
Una vez ambos en ropa interior Jimin se sentó en la cama y con un ágil movimiento colocó a Hanna a horcajadas sobre él. Siguieron besándose mientras se deshacía del sujetador.
En cuanto éste desapareció, se lanzó a besar sus pechos, lamiendo con devoción cada uno de sus pezones, mientras acariciaba sus piernas.
Eso a Hanna la volvía loca, tanto que empezó a gemir de nuevo y a frotarse contra su erección.

- Mmmm, joder nena, mira que duro me tienes.

- Me has echado de menos bebé? Necesitas que me ocupe de ti? - dijo ella con voz dulce sin dejar de frotarse contra él.

- Si, quiero follarte la boca Hanna, no me tortures más.

Hanna lo besó una vez más con lujuria, jugando con sus lenguas mientras sus manos recorrían su abdomen. Poco a poco sus besos fueron bajando por su cuello. Salió de encima de él y se colocó a un lado, para ir bajando sus besos por su pecho, donde jugueteó y lamió sus pezones, mientras sus manos empezaban a acariciar su miembro por encima del bóxer.
Se posicionó entre las piernas de él y empezó a dejar pequeños besos y lametones por encima del bóxer.
Jimin no paraba de suspirar de forma entrecortada, cada vez más ansioso por sentirla en su boca.
Hanna despacio fue bajando su ropa interior dejando salir su miembro.

- Mmmm todo esto es para mí?- decía mientras iba dejando poco a poco besos todo a lo largo.

- Uffff, si nena, toda para ti, por favor, chúpala ya- gimoteaba Jimin, ya desesperado.

Despacio empezó a lamer la punta como si fuera un helado, sin dejar de mirar a Jimin a los ojos, quien gemía sin parar.
Fue pasando su lengua todo a lo largo, muy despacio, torturándolo un poco, marcando ella el ritmo. Hasta que sin previo aviso la introdujo en su boca. Solo un poco al principio, subiendo y bajando su cabeza, mientras la acariciaba con su lengua y sus manos atendían la parte que aún seguía fuera de su boca.

- Ohhh, joder! Adoro esa boquita. No pares nena.

Imperdonable park jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora