Imperdonable park jimin

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Jimin salió de casa de Hanna cegado por la furia, no era capaz de procesar la última información.

Caminó hasta su coche, agarró el volante con fuerza y gritó, con toda esa rabia acumulada.

Le dolía tanto esa doble traición. El amor de su vida buscando refugio en los brazos de su mejor amigo, su casi hermano.

En qué momento surgió algo así? Tan abandonada se había sentido Hanna que había recurrido a su amigo? En qué momento su amistad se convirtió en sexo descontrolado sin protección? Se habrían enamorado?? Seguirían juntos?? De ser así, él debería vivir con ella y las últimas veces que se había visto con Tae, en sus permisos del ejército, seguía viviendo en Seúl, en su casa de siempre.

No era capaz de salir del bucle de rabia y preguntas sin respuesta. Pero sabía que eso debía encararlo directamente con Tae.

Arrancó el coche a toda velocidad, mientras en su cabeza iban desfilando continuamente imágenes de ellos besándose, en la cama, cuidando a su bebé...

Para cuando llegó a casa de Tae su estado de furia era incontrolable.

Se lanzó a aporrear la puerta como un loco y en cuanto Tae le abrió le lanzó un puñetazo en la cara que hizo al otro caer de espaldas.

- Ahhhhh! Jimin???? Te has vuelto loco??

Jimin estaba de pie, viendo a su amigo sangrar por la nariz, con cara de confusión y se le fue la rabia y ya solo quedó el dolor.

Se dejó deslizar por la puerta hasta sentarse en el suelo, viendo a su amigo, que todavía no se recuperaba del golpe y lo miraba sin entender nada.

- Como pudiste Tae?? Eras mi hermano...- las lágrimas empezaban a salir de los ojos de Jimin sin poder controlarse.- Por qué tuviste que ser tú?

- Por favor Jimin, explícame que se supone que hice, porque no estoy entendiendo nada...

A Jimin se le formó una risita sarcástica en la cara.

- No lo sabes? Acaso tener un hijo con Hanna no te da una pista? Creíste que nunca me iba a enterar?

- Que? - Tae no daba crédito a las palabras de su amigo- de donde sacas esa estupidez?

- Ella misma me lo dijo hace una hora.

Tae comenzó a reírse, haciendo que la furia de Jimin aumentase.

- Menuda hija de puta...

- Te resulta muy gracioso traidor?

- Si, la verdad es que si. No sé si te faltan datos o conocimiento matemáticos, pero yo no soy el padre de ese niño.

- Hanna me lo acaba de decir...

- Le has visto la cara al niño?

- No, no he tenido delante a ese crío en mi vida.

- Pues ven conmigo.

Ambos se pusieron en pie todavía con tensión entre ellos y Tae lo guió hasta su cuarto de baño.
Cogió a Jimin de los hombros y lo situó frente al espejo.
Jimin no entendía, buscaba por el mueble del baño si es que había alguna foto de un bebé, pero no encontraba nada.

- Que significa esto?

- Mira al frente y dime que es lo que ves.

- A mí.

- Si? Pues yo veo algo más, veo la cara del pequeño Dasom en 20 años.

- Que??- Jimin se giró hacia Tae con ojos desorbitados.- Acaso insinúas que...

- Si amigo, tienes un hijo fantástico del que estoy completamente enamorado y orgulloso de que me considere su tío.

Jimin aún estaba procesando todo esa información.

- Entonces tú y Hanna no...

- Claro que no!!- Tae contestó ofendido.- Eso sería incestuoso, es como una hermana para mí.

- Y por qué me dijo que era tuyo?

- Eso tendrás que hablarlo con ella.

Jimin seguía pensativo, como asimilando las cosas. Hasta que una verdad incontestable se abrió paso en su cabeza.

- Tengo un hijo?? Con Hanna??

Tae sonrió con ternura viendo la cara de Jimin, mezcla de sorpresa y emoción.

- Si Jimin, eres padre del mejor niño del mundo.

Jimin abrazó a Tae sonriendo como un niño.

- Soy padre Tae!! Tengo un hijo!! Y se llama Dasom?? Se lo ha puesto por mi? Ella sabía que me encantaba ese nombre.

- Eso creo

Jimin se pasaba las manos por el pelo nervioso. No paraba de sonreír imaginando a su hijo.

- Debo ir a verlo Tae, y recuperar a mi familia.

- Si, eso es lo que yo haría.

Se dirigió rápidamente a la puerta, pero antes de abrir se giró a encarar a su amigo.

- Lo siento mucho Tae, no debí haber dudado de ti nunca. Gracias por decirme la verdad.

- Tranquilo hermano, tienes algo más importante que hacer ahora.

Jimin salió corriendo a su coche, llorando, pero esta vez de alegría.