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Jimin llegó casi corriendo a casa de Tae y comenzó a aporrear la puerta.
En cuanto Tae le abrió le señaló hacia las escaleras. Ambos sabían lo que Jimin buscaba.
Dio un par de toques en la puerta y abrió sin esperar permiso.

Hanna se encontraba boca arriba en la cama mirando al techo. Se sobresaltó al escuchar la puerta y se incorporó.

- Jimin...

El se acercó a la cama , se sentó a su lado y le agarró la mano con suavidad.

- Vámonos a casa Hanna, hablaremos con Calma de todo.

Ella se soltó de su mano y se levantó, sentándose en una silla frente a él.

- No Jimin, no voy a volver, esto se acabó.

Jimin hizo un gesto de dolor y negó con la cabeza.

- No digas bobadas Hanna, tenías razón, era una falsa alarma, pero no saquemos las cosas de quicio. Pasemos junto el día de hoy, solos tú y yo y organizamos para cenar cualquier día de esta semana.

- No quiero tus migajas de amor Jimin.

El se levantó de la cama y se agachó frente a ella, mirándose a los ojos mientras le acariciaba suevamente la cara.

- No son migajas nena, tienes todo mi amor Hanna, siempre lo has tenido. Somos nosotros, no podemos dejarlo morir.

Hanna se apartó molesta y dejó salir parte de su malestar.

- Tu lo heriste de muerte en Japón!!

- Por favor Hanna, intenta entenderme, vuelve a casa- dijo mientras se pasaba una mano por el pelo frustrado.

- Jimin, esa no era vida para mí. No has pasado una noche entera conmigo desde que ella está en nuestras vidas. Sabes cómo me hace sentir que no me toques??

Jimin tiró de ella para ponerla de pie y pegarla a él.

- Acaso crees que es porque no me gustas? Me conoces Hanna, te tendría paseando desnuda por casa si por mi fuera, para poder cogerte en cualquier momento!!. Solo era por respeto, entendí que tú no querrías hacerlo con alguien más en casa, y Leila se sentiría incómoda escuchándonos. Pero me muero por ti Hanna, - empezó a acariciar su cintura suavemente- sabes que siempre serás la mujer más preciosa para mí, desde que te vi en el instituto. Entiendo que te moleste la situación, pero como puedes dudar de lo mucho que me atraes, mis sentimientos por ti y lo que construimos juntos? Vámonos a casa Hanna, por favor.

Hanna soltó una risa irónica y se alejó de él.

- No lo entiendes Jimin, no quiero volver a esa casa, no quiero volver a esa vida, no quiero volver a una relación con alguien que va a tener un hijo con otra.

Jimin la miró dolido.

- Pero miles de personas tienen relaciones con personas con hijos. Acaso no tienen derecho a rehacer su vida??

- Si Jimin, hijos nacidos antes de la relación, no durante. No dejando a otra mujer embarazada mientras estáis juntos. Que por cierto, con todo esto del niño ni siquiera hemos hablado de los cuernos que me pusiste en Japón!!

Hanna no conseguía ocultar ya su enfado, estaba rabiosa pero intentaba controlarse. Pretendía que acabasen de la mejor forma posible.

Jimin, en cambio, se veía derrotado.

- Dime qué hago para solucionarlo nena.

- No hay nada que puedas hacer Jimin. Se acabó.

- No! No me dejes Hanna, te necesito en mi vida.

- Ya es tarde Jimin, deberías irte a casa.

- No me voy Hanna - se abrazó a ella y empezó a sollozar- Quédate conmigo por favor, no puedo vivir sin ti.

Hanna lo abrazó y empezó a acariciar su espalda para que calmara su llanto.

- Claro que puedes Jimin, tendrás un bebé, en 15 días todo será felicidad para ti.

- No, nunca más habrá felicidad para mí Hanna, no puedo ser feliz sin ti a mi lado.

- Los actos tienen consecuencias Jimin, no hay nada que puedas hacer para cambiarlo.

Jimin levantó la cabeza sin soltarla y la miró a los ojos, todavía llorando.

- Tu dijiste que no me ibas a abandonar, prometiste apoyarme.

Hanna acarició suavemente sus mejillas limpiando sus lágrimas.

- Lo intenté Jimin, pero no puedo soportarlo más. Y sé que cada vez será peor, una vez que el niño nazca.  Ese niño se merece tener a su padre para él y yo me merezco tener un novio solo para mí, sin compartirlo con otra mujer.

- No me compartes Hanna, puedo ser ambas cosas, un buen padre y un buen novio. Podemos hacer las cosas como tú quieras nena.

- Jimin, de verdad, no hay nada que puedas hacer, vuelve a casa y descansa.

- Me iré hoy, pero volveré mañana, y pasado y así todos los días hasta que vuelvas Hanna. Sé que tú también estás enamorada de mí, por favor nena, piénsalo esta noche. No me dejes.

- Adiós Jimin, descansa.

Jimin se acercó y la besó en los labios, suave y demostrando todo su amor en un beso.

- Te quiero nena. Por favor, piénsalo bien.

En cuanto Jimin se fue, Hanna se tumbó en la cama a llorar desconsoladamente. Había aguantado el tipo frente a Jimin, pero verlo llorar y suplicarle la destrozaba por completo.
Por supuesto que ella seguía completamente enamorada, pero con suerte, eso pasaría pronto. Se centraría en su bebé y olvidaría todo lo vivido los últimos meses.
Se acurrucó en la cama tocándose el vientre, se sentía físicamente mal, como si su bebé no quisiera que se alejase de su padre.

Supo que no sería capaz de soportarlo otro día más. Debía dejar de ver a Jimin para siempre. Y la única manera era alejarse de él, puesto que sabía que Jimin no se rendiría.
A primera hora de la mañana se iría de casa de Tae, sin siquiera decirle nada. Ya tendría tiempo de disculparse con el.
Lo importante era marcharse.

"Gracias por todo Tae-Tae!! No te preocupes, estaré bien. Prefiero no decirte a donde voy porque sé que Jimin te someterá a un interrogatorio y no puedo arriesgarme.
Sabes que no podría soportar verlo una vez más y seguir manteniéndome fuerte, así que por favor, cuida de él.
Te quiero hermanito, prometo que pronto daré señales de vida"

Lector misterioso, podrías por favor decirme que te está pareciendo mi historia por ahora??? Tengo curiosidad 😊

Imperdonable park jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora