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Hacía ya casi un mes que Lisandro había aceptado la propuesta de Cristian de mudarse definitivamente con él, mes en el que había buscado desesperadamente un nuevo trabajo, pero aún no encontraba. Su nueva rutina le dejaba mucho tiempo extra para dedicarle a sus estudios, que, aunque avanzaba en la carrera le frustraba sentir que perdía el tiempo estudiando algo que ni siquiera le gustaba. Cristian, por su parte, se mostraba encantado con la nueva rutina doméstica que ambos compartían y no parecía notar la profunda frustración que su novio sentía al ver que su vida iba sin rumbo.

Lisandro no podía evitar sentirse un inútil, no quería estar viviendo mantenido por su pareja. Aunque sus amigos bromeaban constantemente con que el morocho era su sugar daddy, al teñido no le hacía ninguna gracia. Necesitaba encontrar una ocupación con urgencia.

Y la solución pareció llegar desde el otro lado del planeta.

-¿En serio me estás diciendo? -le preguntó asombrado a su hermano Alejandro, que lo miraba desde el otro lado de la pantalla en la videollamada que compartían, a miles de kilómetros.

-Si, Licha -respondió el platinado -acá pueden venir a trabajar los dos, nosotros les podemos conseguir hasta un departamento para vivir y les pagamos el pasaje.

La propuesta era sumamente tentadora: los padres de Eva, su cuñada, eran dueños de una famosa empresa en Madrid, y necesitaban trabajadores para cubrir unos nuevos puestos que habían quedado vacantes. El único requisito era poseer conocimientos informáticos y experiencia en atención al público.

Lisandro volvió a sentirse motivado y hasta ilusionado, ya se había imaginado la nueva vida de ambos en España, viviendo cerca de su hermano y su sobrinito que estaba a punto de nacer. Supuso que Cristian aceptaría encantado.

...

Esa misma noche, cuando Cristian volvió de trabajar se encontró con un Lisandro entusiasmado, de un humor completamente diferente al que venía manejando esos últimos días.

-Tengo que contarte algo -le dijo el teñido sin poder disimular la alegría -hablé con mi hermano.

Cristian lo miró extrañado, alzó las cejas curiosamente, indicándole que continuara el relato.

-Y me dijo que los padres de mi cuñada están buscando gente para trabajar en la empresa que tienen en Madrid... es la oportunidad que estábamos buscando, ¿qué te parece?

La cara del morocho se transformó completamente, de curiosidad a decepción. Se tomó unos instantes para procesar la información que acababa de recibir, que no era lo que esperaba, en absoluto.

-Esperá... ¿vos querés que nos vayamos a vivir a España? -preguntó, seriamente.

Lisandro sintió que le tiraban un baldazo de agua helada sobre sus hombros. No comprendía la reacción de Cristian, supuso que iba a estar tan entusiasmado como él.

-¿Y por qué no? -replicó, intentando sonar convincente -tendríamos un buen trabajo para los dos, hasta un lugar para vivir.

-Porque no, Licha -su novio le respondió secamente – a mí me encanta el trabajo que tengo, y tenemos un lugar para vivir acá mismo. Además... ya vas a conseguir un trabajo vos también.

Lisandro seguía sin comprender la negativa de Cristian. Sintió que toda la frustración y la angustia que había estado cargando ese último tiempo estaba a punto de estallar.

-Sos muy egoísta, Cristian -apenas lo dijo, se arrepintió.

-¿Qué? -el morocho lo miró con rencor -¿yo soy egoísta? ¿vos planeas toda una nueva vida para los dos sin consultarme y el egoísta soy yo?

Aunque le doliera admitirlo, tenía razón.

-¿No te das cuenta de que no tengo nada, Cristian? -aunque intentó contenerse, las lágrimas comenzaron a brotar sin parar -no tengo trabajo, no tengo una carrera, no tengo a mi familia cerca, no tengo casa... no tengo nada.

Al escuchar las palabras de su novio, su mirada cambió: ya no reflejaba rencor, sino que sus ojos no podían disimular el profundo dolor que le causó escuchar a Lisandro.

-Me alegra mucho saber que no soy nada -le replicó, irónicamente.

Cristian tomó su abrigo y las llaves de su auto y salió pegando un portazo, dejando a Lisandro sintiéndose como el ser más miserable del planeta. 

Serendipia (Cuti x Licha AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora