Un final poco Feliz

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Severus Snape era un hombre frío y de pocos sentimientos. Su vida se había consumido por el arrepentimiento, la culpa y el odio hacia sí mismo. Su único consuelo era proteger al hijo de su amada Lily Potter, Harry, de las garras de Lord Voldemort.

Un día, mientras visitaba Hogsmeade para comprar algunos ingredientes para sus pociones, entró en el pub de Las Tres Escobas para tomar una cerveza de mantequilla. Allí, sus ojos se encontraron con los de una joven camarera, que le sonrió con calidez y dulzura. Ella se llamaba T/n, y era una bruja latina que había venido a trabajar a Inglaterra para escapar de la guerra mágica que asolaba su país.

Severus se sintió extrañamente atraído por ella, y cada vez que iba a Hogsmeade, buscaba su presencia. T/n también se interesó por él, y pronto empezaron a conversar y a conocerse mejor. Severus descubrió que ella era una chica alegre, inteligente y valiente, que le hacía sentir cosas que creía olvidadas. T/n vio más allá de la fachada de Severus, y se enamoró de su corazón herido, de su mente brillante y de su lealtad inquebrantable.

Severus y T/n iniciaron una relación secreta, que les llenó de felicidad y esperanza. Severus le confesó a T/n su pasado como mortífago, y su papel como espía de Dumbledore. T/n le perdonó todo, y le prometió que estaría a su lado hasta el final. Severus le regaló a T/n un collar con un colgante de una serpiente, que era un encantamiento protector que él mismo había creado.

Pero su amor no estaba destinado a durar. Un día, Severus recibió la orden de Voldemort de matar a Dumbledore, como parte de su plan para ganarse su confianza. Severus sabía que no tenía otra opción, y que debía cumplir con su misión, aunque le doliera el alma. Antes de ir al castillo de Hogwarts, fue a despedirse de T/n, y le dijo que la amaba más que a nada en el mundo.

T/n sintió que algo iba mal, y decidió seguir a Severus hasta el castillo. Allí, presenció la escena en la que Severus lanzaba la maldición asesina a Dumbledore, y lo vio caer desde la torre de astronomía. T/n no pudo creer lo que veían sus ojos, y sintió que su corazón se rompía. Llena de rabia y dolor, se enfrentó a Severus, y le gritó que era un traidor, un asesino y un monstruo. Severus trató de explicarle que todo era parte de un plan, que Dumbledore se lo había pedido, que era por el bien mayor. Pero T/n no quiso escucharlo, y le devolvió el collar, diciéndole que nunca más quería verlo.

Severus se quedó solo, con el collar en la mano, y las lágrimas en los ojos. Había perdido al amor de su vida, y no tenía forma de recuperarlo. Se marchó del castillo, sabiendo que le esperaba una guerra, y que quizás no sobreviviría. Pero ya no le importaba nada, solo le importaba T/n, y el recuerdo de su sonrisa.
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La guerra mágica se intensificó, y Severus tuvo que enfrentarse a los mortífagos y a Voldemort en varias ocasiones. En una de ellas, se encontró con T/n, que se había unido a la Orden del Fénix, y que luchaba contra el mal con valentía. Severus sintió una punzada de emoción al verla, y quiso acercarse a ella, pero ella lo evitó, y le lanzó una mirada de desprecio.

Severus se resignó a perderla para siempre, y se concentró en su misión. Sabía que Voldemort había descubierto el secreto de las reliquias de la muerte, y que buscaba la varita de saúco, el arma más poderosa del mundo mágico. Severus también sabía que él era el dueño de esa varita, ya que se la había arrebatado a Dumbledore al matarlo. Y sabía que Voldemort lo mataría para obtenerla.

Así fue como, una noche, Severus fue llamado por Voldemort al Bosque Prohibido, donde se encontraba con sus seguidores. Allí, Voldemort le preguntó a Severus si sabía algo sobre la varita de saúco, y Severus le mintió, diciendo que no. Entonces, Voldemort le ordenó a Nagini, su serpiente, que lo atacara, y Severus cayó al suelo, sangrando profusamente.

T/n, que se había infiltrado entre los mortífagos, vio la escena con horror, y sintió que algo se removía en su interior. Recordó los momentos felices que había pasado con Severus, y se dio cuenta de que aún lo amaba, y de que había sido injusta con él. Sin pensarlo dos veces, se abrió paso entre la multitud, y llegó hasta Severus, que yacía moribundo.

Severus la reconoció, y le sonrió débilmente. Le dijo que estaba contento de verla, y que le perdonaba todo. Le pidió que le acercara una botella de recuerdos que llevaba en el bolsillo, y que se la diera a Harry Potter, el único que podía derrotar a Voldemort. Le dijo que Harry era el hijo de Lily, y que él la había amado toda su vida. Y le dijo que también la amaba a ella, y que siempre la llevaría en su corazón.

T/n lloró, y le dijo que lo sentía, que lo había entendido todo mal, que ella también lo amaba, y que quería estar con él. Le dijo que no se fuera, que se quedara con ella, que lucharan juntos. Pero era demasiado tarde. Severus le dio un último beso, y cerró los ojos para siempre.

T/n se quedó abrazada a su cuerpo, sin importarle nada más. Sintió que su vida se había acabado, y que no tenía sentido seguir. Entonces, sintió una presión en el cuello, y se dio cuenta de que Severus le había puesto el collar de la serpiente, el que le había regalado, y que le había devuelto. Era su último gesto de amor, y también su salvación.

T/n se levantó, y se puso el collar. Sintió que le daba fuerza, y que le decía que no se rindiera, que viviera por él, y por todos los que habían caído. Sintió que Severus la acompañaba, y que la guiaba. Y sintió que tenía una misión, y que debía cumplirla.

T/n se dirigió hacia Harry Potter, y le entregó la botella de recuerdos. Le dijo que era de Severus, y que le explicaría todo. Le dijo que confiara en él, y que hiciera lo que tenía que hacer. Y le dijo que se preparara, porque la batalla final estaba a punto de comenzar.

Travesura Realizada

Fanfic cortos para leer antes de irte a dormir (Versión Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora