𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟵

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Se sentía nerviosa. No dejaba de mirar su teléfono mientras hablaba a través de mensajes con Jennie. La repercusión de lo ocurrido con el padre de JungKook había sobrepasado tanto la fina línea de la privacidad, que la prensa estaba pegada a la puerta de la casa velatoria por la palabra o primicia de alguien cercano a la familia, incluso inventando barbaridades. Tuvieron que poner gente especial en la entrada para que solo unos pocos y necesarios pudieran ingresar. Por suerte, aparcaron en un estacionamiento privado y SeokJin estaba acompañándola.

Al ingresar se encontraron con Taehyung y Jennie, Youjin se abrazó a ella por unos minutos, luego vio a NamJoon y sus padres a pocos metros, se acercó saludándoles y dándole el pésame. Ahí fue que reparó en dos nuevos rostros, una mujer que lloraba en silencio mientras a su lado se encontraba un chico adolescente que no dejaba de mirarla fijamente. Sus enormes ojos le recordaban a cierto pelinegro. Supuso eran la madrastra y medio hermano de JungKook. A su lado también se encontraba la mujer con la cual lo había visto en aquel restaurante. Lee SunMi.

Preguntó a NamJoon el paradero de su prioridad y se dirigió hacia la habitación contigua donde el altar lleno de flores alrededor del cuadro con el rostro del hombre se encontraban. Su corazón bombeó nervioso, admirando la quietud y calma con la que JungKook observaba la foto de su padre. Su rostro era neutro, carente de alguna emoción que pudiera expresarle cómo estaba, ni siquiera el atisbo de lágrimas en los ojos. Ella se acercó, lentamente. Tratando de llamar su atención.

—Kook —sus dedos apenas hicieron contacto con los de él, pero ni aún así se inmutó, seguía mirando fijamente hacia el cuadro.

—Se fue —podía notar que su respiración era algo agitada y su voz se escuchaba baja— DaeHo tiene diecisiete años, le iba hacer lo mismo que a JungHee, lo iba a vender.

—JungKook, mírame —lo sujetó de los brazos obligándole a qué la mire, no lo hizo y ella decidió sostener su rostro entre sus manos. Le asustó ver qué aquellos ojos se vieran vacíos— tu hermano está bien, está a salvó —susurró— nadie va hacerles daño, ya no.

El nudo en su garganta dolía, no le permitía hablar ni tragar. Sus manos por inercia se deslizaron por la cintura femenina, atrayéndola en un abrazo que Youjin correspondió con los suyos acariciándole la espalda y nuca, conteniéndole. Lo sintió temblar y lo apretó mas contra ella susurrándole una vez más que todo estaba bien. Al fin pudo desmoronarse, llorar y sentirse relajado después de horas de estar en shock.

Youjin lo alejó de aquel silencioso espacio admirando la foto del padre de JungKook una última vez. Tenían rasgos parecidos, pero aún así su mirada hacia la cámara era intimidante. Al menos ese hombre ya no suponía un problema. Lo ayudó a sentarse en uno de los cojines en el piso frente a una de las mesas bajas. Jennie le había dicho antes de llegar que JungKook estuvo horas parado mirando el cuadro de su difunto padre y que nada parecía moverlo de allí.

Colocó frente a él un plato de sopa y otro de arroz. No le gustaba que estuviera tan distante y callado.

—Come, debes comer.

Giró su cabeza al ver a NamJoon y Jin sentarse frente a ellos. Se miraron unos segundos entre ellos compartiendo preocupación. Youjin se inclinó un poco hacia JungKook tocando su mano suavemente para captar su atención una vez más. Se sorprendió un poco cuando él entrelazó sus dedos.

—¿Cómo está tu padre? —la miró, sus ojos aún se veían vacíos y algo llorosos— debo ir a visitarlo en algún momento.

—Él está mejor —sonrió, acariciando su piel con el pulgar— te envían saludos. Come, Kook.

Giró su rostro hacia Jin.

—Gracias por haber venido, hyung.

—Estamos para lo que necesites, JungKook-ah.

𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗙𝗜𝗚𝗛𝗧 ᴊᴊᴋ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora