«Han pasado 3 años, 𝘑𝘶𝘯𝘨𝘒𝘰𝘰𝘬 se ha convertido en un exitoso boxeador que ha ganado incluso una medalla olímpica. 𝘠𝘰𝘶𝘫𝘪𝘯 se ha tomado una pausa como cantante, dedicando su tiempo en ser modelo y teniendo un programa de variedades de ent...
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Sus rasgados ojos se mantenían observando la pantalla de su teléfono. Hacia aquella encantadora -nótese el sarcasmo- imagen donde la Golden Couple anunciaban, felices, lo del embarazo en sus redes sociales. Su respiración comenzó a acelerarse con los segundos. Por Youjin sabía que el pelinegro solía publicar únicamente contenido sobre su carrera entre otras, pero difundir algo tan íntimo acrecentó su rabia y desmedida envidia.
Depositó el aparato sobre el asiento del sofá, entre las penumbras de su solitario apartamento siguió bebiendo de su vaso de whisky aún cuando su estómago presentaba un molesto retorcijón. El timbre sonando le hizo cerrar fuerte los párpados, dejó el vaso a un costado y se levantó para abrir la puerta. Miró de arriba abajo a la pelirroja, quien agazapada en si misma esperaba a que le diera paso al interior.
—¿Qué haces aquí?
Nancy va hasta el living, ni siquiera había respetado el código y caminó con sus tacones por la alfombra.
—Ya sabes a qué vengo. Necesito volver a Estados Unidos —se cruzó de brazos, decidida— ya no tengo nada que hacer aquí, perdí mi trabajo y tampoco me apetece seguir en un país que poco conozco.
—Vete.
—No tengo suficiente dinero y lo sabes. —le irritaba la imperturbabilidad del ahora morocho— Tu mantendrías mi estadía, JiMin.
—Ya no es mi asunto.
Le empujó, dispuesto a relajarse de nuevo en su sofá de miles de dólares para embriagarse hasta la muerte.
—¡Hice lo que me pediste!
—¡Te pedí que te acostaras con Jeon y que lo grabaras! —se veía amenazante avanzando a ella— te pedí que lo conquistaras, ¿y qué hiciste? Nada.
—Agradezco que me haya rechazado, no se merecen lo que intentamos hacer, estás tan obsesionado con ellos que perdiste la dignidad, incluso yo lo hice —sus ojos ardían por las lágrimas acumuladas— dame dinero al menos para el pasaje y jamás volverás a verme.