𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟮𝟯

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Un mes y días desde que se mudaron a su nuevo nido de amor. Espacioso, luminoso y acordé a los gustos de cada uno. Colores entre el blanco y el negro con cuadros o decorados coloridos. Tenía un balcón enorme a lo largo que dejaba ver toda la ciudad y un poco mas allá. La cocina de un estilo minimalista estaba junto al cuarto de lavado que siempre olía a suavizante de flores silvestres porque a JungKook le encantaba. El comedor con una alargada mesa de roble y sillas tapizadas, se separaba de la acogedora sala con enormes ventanales y la casita con rascador de Eoduun en un rincón.

En el segundo nivel por escaleras de mármol con escalones suspendidos se encontraban las habitaciones. Un estudio donde Youjin trabajaba en su música, en su programa de variedades y más. El gimnasio donde JungKook tenía su equipo de entrenamiento y podía compartir con su novia al ejercitarse juntos. Una habitación de invitados con su propio baño y la principal, la más grande, donde ellos dormían en una king sizes con sábanas de seda, el guardarropas lo suficientemente enorme como para que la pelinegra tuviera otro espacio en que entretenerse. El izquierdo su lado, la derecha de él. El espacioso baño de cerámicos negros y acabados en blanco, ducha y una aparatosa bañera que podían usarla como jacuzzi.

Sí, habían puesto un dineral en ese penthouse y ahora lo disfrutaban como nunca antes, aún cuando para sus más cercanos fue un enorme desconcierto. Un poco apresurados, eso era en lo que todos coincidían, pero ellos no. Haber tomado la decisión de convivir no hizo más que acercarlos afianzando el lazo que tenían.

—Cariño, despierta.

Entre medio de su sueño permitió que su novio se aferrara a su cuerpo enterrando la nariz en su cabello. Se había dado cuenta que desde que volvieron y dormían juntos, JungKook se acoplaba a su cuerpo abrazándola por completo, no importaba si era consciente o dormido, lo hacía y así como iniciaba cuando se acostaban, a la mañana siguiente se encontraban en la misma posición como si él temiera que ella se fuera a ir. A decir verdad se sentía lindo los fuertes brazos a su alrededor o la respiración contra su cuello o nuca, o que una de las manos posesivas se situara muy cerca de sus senos y estómago, o la erección matinal golpeara suavemente contra su trasero.

Detalles que lograban que dormir y despertar a su lado fuera mágico y tonto. Pero mágico al fin.

Aunque últimamente a ella le costaba un poco más dejar las sábanas.

—Cinco minutos más.

—No, anda, hoy tienes un día largo. Kira necesita que cooperes.

Se quejó, lloriqueando. JungKook palmeándole suave el trasero para luego levantarse de su lado.  Estaba vestido con ropa de entrenamiento. Le repitió que se levantará sino habría consecuencias y como respuesta ella se cubrió por completo con las sábanas. Bastó segundos para encontrarse carcajeándose de cabeza en los hombros masculinos siendo llevada al baño.

—Bájame, cariño —accedió, besando sus labios— ahora vete, me daré un baño.

—Te esperaré y desayunaremos antes que me vaya.

Solían despertar al mismo horario, muy temprano, tenían una rutina que amaban realizar. A veces JungKook era quien despertaba más temprano para aprovechar el día, sin embargo, ambos eran bastante proactivos y disfrutaban cuando en la noche se reencontraban para contarse su día o algún nuevo acontecimiento.

Youjin seguía con su programa de variedades, también en algunas campañas de modelaje como el que estaba haciendo para Prada y pronto tendría la Fashion Week. Se presentarían sucesos bastante importantes que la mantendrían muy ocupada.

Procuró no reírse al ver llegar a Kira, siete meses de embarazo y la muy terca no quería dejar de trabajar aun cuando SeokJin le rogaba que se quedara en casa a descansar. Ser la manager de Bloom Cherry tenía su lado bueno, excepto por ese momento en que su bebé le apretaba la vejiga obligándola a ir al baño cada ciertos minutos.

𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗙𝗜𝗚𝗛𝗧 ᴊᴊᴋ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora