7. ¿De vuelta a la normalidad?

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Cruzaron los pasillos cautelosamente para evitar que los prisioneros también fuesen consumidos por la magia. Claro que, no era algo que les importara. Estaban demasiado ocupados deprimiéndose para notar que Asha y Valentino se habían ido.
—Espero que tus papás no te regañen por no haber limpiado el calabozo.
—¡Cierto el castigo! — se paró en seco. —Vamos primero a mostrarles el libro. Quizá hasta se les olvide que tengo que limpiar.

Subieron por la escalera de caracol para salir de lo subterráneo, cruzaron los jardines reales,  y tomaron un atajo por unos pasillos del castillo. Había una colección de armaduras y trofeos. La servidumbre, los consejeros reales y los demás súbditos no pudieron evitar sobresaltarse al ver a la princesa acompañada de una cabra corriendo con un artefacto tan peculiar sobre sus manos.
—¿Qué será eso Manuel? — preguntó uno de los criados a su compañero.
—Probablemente sea ahí donde el rey Magnífico guarda los deseos. — murmuró él.
—Hay que ir a asegurarnos.
También se les unió otra de las mucamas. —¿Lalo, acaso están hablando de los deseos?
—¡Sí Gina! Eso mismo. Es que creímos haber visto a la princesa con un libro gigante, capaz que ahí los tiene. — contestó Lalo.
—¿Qué estamos esperando? ¡Vamos a ver!

Asha ya se había alejado cuando los criados estaban planeando investigar sobre la posible ubicación de sus deseos.
Si su intuición no le fallaba, y esperaba que no, el rey Magnífico se encontraría en su laboratorio mágico.
Últimamente estaba muy enganchado con su moderno set de alquimia. Era un regalo que Nicolás Flamel le había obsequiado. La pareja y el alquimista eran buenos amigos. Tanto así que fueron ellos quienes lo motivaron a descubrir la Piedra Filosofal.

Desafortunadamente, el laboratorio estaba hasta el último piso de la torre más alta del castillo. Se acercó y en un esfuerzo por recuperar su respiración, tocó a la puerta.
—¿¡Qué diablos quieres Asha!?— gruñó furiosa Amaya.
—¡Mamá necesito decirles algo urgente! A ti y a papá.
—Nena estamos ocupados. ¿Podrías largarte y venir en otro momento?
Asha torció sus ojos. Tenía sentido que el libro provocara que sus padres la trataran tan mal. Pero en ese momento solo quería que abrieran la puerta de una vez por todas.
—¿Y papá?— insistió ansiosamente.
—Como eres impertinente, eso no te hemos enseñado.
—Por favor mamá. Si no fuera tan importante no los estaría molestando.
Amaya resopló malhumorada.

Del otro lado de la puerta estaba Magnífico. Efectivamente estaba trabajando en una nueva poción utilizando el set de alquimia. Parecía niño pequeño caprichoso jugando con su juguete. Notó que su esposa estaba molesta. No entendió muy bien el motivo porque no estaba prestando atención a lo que pasaba afuera.
—¿Alguien te está molestando amada mía?— dejó lo que estaba haciendo por ir a verla.
—Es solo Asha amor. Ya sabes...cosas de pre-adolescentes. Le dije que se esfumara pero no me hace caso.
Al escuchar a su padre, Asha insistió. —¡Papá! En serio en serio en serio necesito hablar con ustedes.
El rey refunfuñó y después la dejó pasar.

—¿Y bien? Tienes cinco minutos. — colocó un reloj de arena.
Asha entró a la habitación y a su lado estaba Valentino.
—Te hemos dicho que animales no. — vociferó su madre.
—Ya lo sé pero esta vez sí que necesita pasar. — Le hizo un gesto a Valentino para que entrara al laboratorio.
Entre los dos cargaron el enorme libro y lo pusieron sobre la mesa de madera. Ella respiró profundamente y comenzó a explicar la situación.
—Mientras bajaba al calabozo para realizar mi castigo porque no me dejan tener animales en el castillo...
—¡Al grano!— exclamó Magnífico.
—Valentino percibió una luz extraña y entonces me dijo que lo siguiera. Nos encontramos con esta especie de libro. Pero no es uno cualquiera: es un libro de ocultismo. Y, y...y lo más feo de todo es que ¡me hipnotizó para leerlo! Gracias al cielo Valentino estaba conmigo para alejarme de esa cosa. Sino me hubiera mantenido hechizada.
—¿De qué estupidez hablas?— la interrumpió la reina.

Wish: La historia jamás contada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora