A la mañana siguiente, Asha se levantó de la cama con el cabello despeinado. Le tomó menos de un segundo reaccionar y acordarse que le había dado una habitación a Eli. Desesperadamente corrió hasta donde él se encontraba. Estaba preocupada de que fuera a hacer algo indebido o peor, que sus padres lo notaran.
Mientras aceleraba el paso, en uno de los pasillos llenos de armaduras radiantes, se topó con su padre.
—Vaya, vaya, vaya...¿qué tenemos aquí?—mencionó el rey Magnífico. Antes de que ella pudiera contestar fue interrumpida.
—No me digas, causando desastres como siempre. ¿¡Qué es lo que planeas!? ¿¡Salirte con la tuya y destruir mi reino!? — exclamó molesto.
—¡Claro que no! ¡No me interesa destruirlo!...Eso sería aburrido la verdad.
—Irresponsable e inmaduro de tu parte Asha. Pero no creas que con perder el puesto de hechicera te olvidarás de todos tus deberes. En unos días será Navidad y Año Nuevo, y tú planearás todo.
—¿Yo sola?
—¡No! La cabra parlante— respondió sarcásticamente —¡Pues obviamente tú! Y no quiero fallos esta vez. Aún estoy muy enfadado.— Vaya que era rencoroso su majestad.La muchacha apenas y lo escuchó, estaba ocupada pensando en qué clase de problema le provocaría tener a Eli en el castillo. —Ehh sí, de acuerdo papá. Ahora si me disculpas debo...irme a buscar unas herramientas. Me ayudarán con los preparativos navideños.
—Sí...— Sospechaba de su hija. La había criado durante dieciocho años, por lo que sabía cuando estaba ocultando algo.Disimuló que se apartaba de los pasillos, luego se dirigió a la escalinata de mármol y con un hechizo de amplificación visual, fue observando detalladamente a donde se dirigía.
Ella cruzó las mazmorras, la cocina, la sala de trono, el salón de baile, los jardines reales hasta llegar a una habitación desocupada. Comúnmente se usaba para darle alojamiento a los amigos invitados de sus padres. (Vanessa por ejemplo vino el mes pasado). Pero en esta ocasión se encontraba disponible.Justo cuando la iba a descubrir con las manos en la masa, Amaya apareció bajando la escalinata. Lucía radiante esa mañana después de haberse aplicado sus tónicos mágicos para la piel a base de lavanda, aloe vera y romero.
—Buenos días mi amor— le dio un suave beso en la mejilla.
Después de eso, Magnífico ya no pudo terminar de espiar a Asha. Él le respondió el beso y decidió dejar el tema del espionaje por la paz. En su lugar, le contó a Amaya sobre los pósteres propagandísticos que hoy iba a diseñar para reclutar al aprendiz hechicero.
En cuanto a Eli, esa primera noche que pasó en el castillo volteó hacia el enorme ventanal a través de las cortinas contemplando el cielo estrellado y la luna. Su hogar parecía estar demasiado lejos. Estaría mintiendo si dijera que no lo extrañaba: a sus padres, a sus hermanos, al resto de su familia, a sus amigos; pero su aventura en el mundo terrenal se estaba volviendo más interesante. Era una combinación de nostalgia y entusiasmo. Además, dormir en una cama se le hizo la forma más ingeniosa de relajación. Era tan suave y acolchonada que le pareció mil veces mejor que solo flotar en el vasto espacio.
Por la mañana, echó un vistazo cuidadosamente a los muebles con acabados de oro que tanto lo atraían. Todos esos objetos lujosos que relucían al reflejar los rayos del sol. También se miró al espejo. Digamos que ese tipo de objeto ya lo conocía, o al menos sabía que funcionaba como portal. Solo que este era uno común y corriente.
De pronto sintió que la puerta se abría: era Asha. Sin entenderlo, le dió mucho gusto verla.
Ella le dijo que tendrían que ser más precavidos con el escondite en el castillo y que además, ahora tenía el deber de preparar las festividades navideñas y de año nuevo.
—¡Un festival! ¡Oí que son grandes fiestas que hacen los humanos para celebrar algo!
—¡Así es! Rosas se pone muy bonito en temporada decembrina.
—Déjame quedarme al evento y por supuesto que te seguiré ayudando con esto de la magia. Es más...será más fácil terminar los deberes.
Se esforzaba tanto por rogarle en que lo dejara quedarse que ella terminó cediendo. —Está bien.— no le quedaba de otra.
En ese momento pensó que Valentino podría ser igualmente de apoyo. Al fin y al cabo, el reino de Rosas era un lugar muy grande.Esa tarde, la servidumbre del castillo acompañada de consejeros y guardias, pegaron por todos los rincones del pueblo trozos de pergamino con el siguiente mensaje:
"A todos los jóvenes de 18 años en adelante con interés por las artes mágicas, se les busca para el puesto de aprendiz de hechicero con la intención de servir al Rey Magnífico y a la Reina Amaya. Las entrevistas comenzarán mañana temprano al salir el sol en el Castillo Real. El ganador será anunciado el día 1 de enero del próximo año.
¿Tienes la voluntad de ver qué hay más allá?"
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Wish: La historia jamás contada
FanfictionUna reescritura de cómo debió ser la película. Esta historia se basa en las ideas originales que tenía Disney (como la del chico estrella o la pareja de villanos Magnífico y Amaya) La película tiene potencial, en esta historia se manejará todo para...