Una oficial transferida de Los Angeles, intenta tomar un nuevo enfoque en la ciudad de Detroit. Afortunadamente, se encuentra en el caso de Hank y del Androide Connor. Ahora los tres llevaran juntos el caso de los divergentes e intentaran resolverlo...
¡No me jodas! - Grito Hank y fue hacia mi, viendo como Connor había terminado en el suelo con un disparo en la cabeza- Estas bien niña?
Si yo... - No podia creerlo. - El...
Esta bien, es solo una maquina, lo bueno es que tu estes bien. - Me dijo Hank y puso una mano sobre mi hombro.
Si creo que... - No podia creer lo que había pasado... Él, ¿me salvo? - tienes razon.
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Volvi atónita ese día a casa, subí por el ascensor aun sin entender que había pasado. Cuando abri la puerta de mi departamento, mire a cada lado y no lo veía, estaba por asustarme, hasta que algo se froto sobre mis tobillos.
Hey... - Dije a Church y lo acaricie.
Camine lentamente hacia el salon luego de haber dejado en el perchero mi bolso. No había dejado mi abrigo, ya que este estaba cubierto de sangre azul de Connor, espero que salga con jabón.
Me senté en el sillón y Church se acomodó junto a mí, lo acaricié tiernamente y luego vi un dedo de esa mano que estaba usando que aún tenía una pequeña mancha azul. Se me vino a la mente como le habían disparado al androide frente a mí, otra muerte que me siento culpable por más que no haya sido mi culpa.
No quise pensar más en aquello, era solo una maquina con la cual había cruzado dos palabras. Me levante del sillón con una sensación extraña, y me encamine al baño para dejar el saco que luego enviaría a lavar. No tenía hambre, aunque sea una maquina fue extraño verlo morir, com si fuera una persona.
Las dos de la mañana... - Dije mirando el reloj, era hora de dormir. Antes de eso, me tome un baño con el que pensé que mejoraría, pero no fue así. Mas tarde, me cambié y a eso de las tres me acosté. Pero fue recién a las cuatro que me pude dormir, aun pensado en aquel androide.
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Mamá, papá... - No podia dormir, mis sueños me acechaban cada noche luego de ese día - Puedo dormir con ustedes? No puedo dormir sola... - Ninguno de los dos contestaba. Caminé hacia la cama con mi oso de peluche en brazos y sacudí a mi padre
Papá... Papá por favor no puedo dormir... - Dije casi entre lágrimas y susurrando
Vete de aquí... - Murmuro mi padre sin abrir los ojos - ¿Crees que tu madre y yo podemos dormir tranquilos? Lárgate y compórtate como una niña grande
Pero papá Por favor... - Dije y me acerqué a él
T/N Vete de aquí, ¡ahora mismo! - Grito de una forma muy fea y se sentó sobre la cama, las lágrimas se asomaban sobre mis cachetes - Y no llores porque si te veo, te dare una razon para que lo hagas enserio - Me tomo del hombro fuertemente haciendo que tirara mi osito - ¿Me escuchaste?... No me hagas despertar a tu madre porque si llega a defenderte ya sabras lo que le pasara, ¿no es así?
Yo... - Pensé bien mi respuesta cuando mi padre apretó más mi hombro y me miro fríamente- Si papá. Buenas noches.
Buena niña... - Me dijo y me soltó para luego darse la vuelta y acostarse - Cierra la puerta y en la mañana hablaremos bien.
Si papá. - Dije y forzando no caer en llanto, tomé mi osito y cerré la puerta muy despacio.
Corri a mi habitación y me acosté abrazando al oso muy fuerte. Tenía miedo, mucho miedo. Sentía que alguien me observaba... que él me observaba.
Poco a poco y con mucho miedo y repitiendo que nada me via... me logre dormir.
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Pi pi pi - La alarma sonó exactamente 7:30. Solo había dormido tres horas y media.
Me desperté de un susto y me sente en la cama, Church se levantó igual de asustado debido a mí. Estaba hiperventilando. Mire a mi al rededor y aquí estaba yo, en mi habitación nueva...sola.
Hag- Dije y llevé mis manos hacia mi cara para luego tirarme en la cama otra vez- Solo fue un puto sueño -Giré mi cabeza hacia Church y le dirigí una sonrisa para luego acariciarlo.
Me levanté rápidamente y me fui a bañar. Al salir, me puse algo más formal, era mi primer día completo en la oficina y vería al capitán, había que dar buena impresión.
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A eso de las 9 a.m. llegue a la oficina con una caja con mis cosas en mis brazos. Me acerque a la recepción y allí había una mujer androide. No pude evitar pensar en Connor, me quedé así hasta que algo me trajo a la realidad
¡Señorita! - Me llamo la androide como por quinta vez - Puedo ayudarla?
Ah si disculpe- Me había quedado atónita al ver otro androide- Soy la detective Decker, esta es mi identificación. - La androide la tomo y tardo tan solo un segundo en verla.
Bienvenida detective Decker, puede pasar- Me indico con la cabeza y volvió a sus asuntos.
Muchas gracias- Dije con una sonrisa y pase por la puerta pequeña de cristal que decía "Area restringida", estaba resguardada por una guardia mujer. Luego de esa pequeña valla, está la gran puerta que daba con la comisaria.
Caminé buscando donde era mi escritorio, afortunadamente lo encontré y este era el que estaba detrás de Hank, pero con un compañero diferente, este era... Reed.
Mierda- pensé. pero no tenía otra, solo espero no tener que trabajar con él.
Me sente en mi escritorio y deje aquella pequeña caja con una taza y una fotografía. Esta era una donde salíamos, Nahi, mi hermano menor y yo.
Estaba sonriendo luego de ver la foto al momento de acomodarla, cuando alcé la viste un instante y allí, vi algo increíble que me borro aquella sonrisa.
¡Detective! - Dijo Connor el cual se acercó a mí con una sonrisa- ¿Como se encuentra hoy?
Un... Un... - Mi boca temblaba
¿Detective? - Connor se acercó más a mí y su led se puso amarilla - Esta bien?
¡UN ZOMBIE! - Exclame y lleve mis manos a mi boca, por suerte nadie me había escuchado.
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