ᴄʀᴀꜱʜ ᴏɴ ʏᴏᴜ [ ɴᴏᴍɪɴ ]

X. Villain

[⚠️ El capítulo contiene una escena de abuso o violencia, si eres sensible ante estos temas, por favor, leer con cuidado y recordar que esto es ficción.] 

La noche ya se había hecho presente. Jeno estaba frente al chico que había dañado a su mejor amigo. Tenía sus puños apretados a cada lado de su cuerpo mientras que el castaño le miraba desde la cocina, sin expresiones pero con un destello oscuro en sus ojos.

— ¿Qué mierda hiciste, Renjun? Jaemin se alejó de nosotros y tú eres él único que pudo haberle dicho algo.
— ¿Yo? — Sonrió suave, encogiéndose de hombros. Se acercó al menor con una taza de café entre sus manos, bebiendo un poco de la misma.— Mi querido Jeno, créeme que de haber dicho todo, tú ni siquiera estarías aquí.
— ¿Qué le dijiste?
— Solamente la verdad. ¿Qué otra cosa podría haberle dicho? — Respondió seco, sin un ápice de arrepentimiento sobre sus acciones.— Al ver su casa entendí porque siempre lo proteges, su vida es una miseria. Una madre borracha, un esposo que la golpea... No me sorprendería que Jaemin haya presenciado la decadencia de su familia desde pequeño y no haya sido capaz de hacer algo.

Jeno perdería la cabeza si no fuera porque Chenle estaba allí. Tomó al mayor por la muñeca y lo arrastró hasta su habitación para poder hablar tranquilos. Sus ojos estaban inyectados de furia, cada músculo de su cuerpo estaba tenso y no quería desquitar su enojo de una manera equivocada. Cuando le tuvo de frente, cerró la puerta tras de sí y apoyó su espalda en la misma, suspirando pesado.

— Jun, ¿Por qué es tan difícil para ti entender que Jaemin es mi amigo? — Quiso suavizar sus palabras, pero su novio no ayudaba a su ánimo, pues antes de cualquier reacción que esperaría, el castaño se echó a reír a carcajadas pero sus mejillas se vieron envueltas en lágrimas.
— No te hagas el héroe en esto. ¿Qué es difícil de entender? Difícil es ver como te mientes diciendo que solo es tu amigo y que jamás serán algo más. Difícil fue verte tan enojado porque Jaemin se había ido con otro tipo, que no hiciste otra cosa más que beber. Difícil fue tenerte entre mis piernas, que me follaras sin que yo quisiera, que no te preocuparas si yo estaba bien, que sólo descargaras tu enojo en mi cuerpo, como si fuera una cualquiera que buscas cuando estás desesperado.— Al fin sus miradas se toparon, los ojos del castaño estaban marcados por el dolor, mientras que los del pelinegro se encontraban perdidos, haciendo el intento de entender las palabras ajenas.— Difícil es seguir mirando esa cara de incrédulo que tienes porque ni siquiera recuerdas que ese día abusaste de mí, ¿Verdad?... Me usaste de la manera más horrible que alguien podría y yo sigo a tu lado, amándote como un loco.— Su voz se quebró, Jeno trató de acercarse pero el mayor no lo dejó.— Y tú sigues aquí, defendiéndolo, como si fuera aquel niño indefenso del que siempre cuidaste.— Secó sus lágrimas sin cuidado y volvió a mirarle.— Estamos en igualdad de condiciones, cariño.
— ¿Q-qué? — Sentía como si todo a su alrededor se hubiera congelado.— ¿P-por qué me mentiste?
— ¿Cambiarían las cosas si te lo hubiera dicho antes?