VI. Body rhythm

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Un par de risas cómplices se escuchaban por lo bajo y la verdad era que hace tiempo Taeyong no se sentía tan cómodo con alguien

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Un par de risas cómplices se escuchaban por lo bajo y la verdad era que hace tiempo Taeyong no se sentía tan cómodo con alguien. Con Ten era muy fácil hablar de lo que se les ocurriera, de sus experiencias con pacientes, de los miles de rumores que circulan en la clínica de la universidad, de sus diferentes culturas, de sus familias. Habían pasado toda esa tarde juntos para culminar la noche con unos tragos. Estaban apoyados en una de las murallas al lado de la entrada del club cuando vieron como un chico corría hacia ellos. Era alto, fornido, de cabellos castaño oscuro, vestía con una camiseta con cuello de tortuga café y lo cubría con una sudadera del mismo color, jeans claros y zapatillas blancas. 

— ¡Chittaphon! — Los mayores miraron en su dirección cuando aquel estuvo a su lado. Apoyó una de sus fuertes manos sobre el hombro del más bajito y la otra sobre uno de sus muslos, recuperando el aliento.— Siento la tardanza, hubo algunos problemas en la firma y tuve que resolverlos antes de poder salir.
— No te preocupes.— Acarició su espalda ayudándolo a respirar y cuando el menor se recompuso miró a Taeyong.— Bueno, él es Jaehyun, es uno de mis mejores amigos de la preparatoria.— El pelirrojo alzó su mano en forma de saludo y el menor de todos la estrechó con algo de fuerza. El extranjero ahora miró a su amigo.— Y él es Taeyong, es profesor de psicología en la universidad y fue mi paciente un par de semanas.
— Es un gusto conocerte, Jaehyun.
— Lo mismo digo, Taeyong.
— Bien, entremos antes de que el lugar esté repleto. Esta noche yo invito, así que pidan lo que quieran, ¿Si?

Había algo en Jaehyun, su mirada era cálida y era muy amable, pero desde el primer segundo Taeyong desconfió de él, no estaba seguro del por qué, pero esas auras calmadas solían guardar los peores secretos.

Entraron juntos al recinto, aproximándose a la barra. Ten pidió un cóctel de soju, arándanos y gaseosa, Taeyong y Jaehyun pidieron whisky escocés a las rocas. El mayor miró el lugar, lo conocía tan bien, incluso algunos de los trabajadores le saludaron por su nombre, era un bar que frecuentaba con Jeno. Ten hablaba con el menor, poniéndose al día por esos meses en que no pudieron verse, el pelinegro solía hablar mucho sobre su trabajo y el de cabellos cobrizos se sentía un tanto embobado cuando le escuchaba hablar tan apasionado sobre su carrera, pero antes de volver a hablar con sus acompañantes, una mesa sobresalió ante sus ojos.

— Disculpen, ¿Les molesta si los dejo un rato a solas? Creo que vi a alguien conocido entre las mesas.— Apuntó una en especial, donde había un grupo de jóvenes, bebiendo shots de tequila y riendo a carcajadas. El menor asintió y se quedó junto a su amigo.

Caminó por entre la gente hasta quedar a la vista de todos.

— ¡Taeyong! — A veces daba terror cuando todos gritaban al mismo tiempo. Los amigos de su hermano le saludaron, algunos hasta le abrazaron, pero quedó un tanto desconcertado al ver a Jaemin solo y un poco aislado de los demás.
— No pensé encontrarlos aquí, chicos.— Trató de hacer contacto visual con el platinado pero a este no parecía importarle la presencia de nadie.
Oppa.— La voz de una de las chicas le sacó de sus pensamientos.— Hoy es el único día del año en donde todos nos encontramos y bebemos hasta el amanecer.
— ¿Es hoy? Lo había olvidado por completo.— Rió suave, aunque algo intranquilo por la actitud de su ex.— Por cierto, feliz cumpleaños, Yeri. Prometo que la próxima vez tendré un presente para ti.— La castaña agradeció, recordándole a todos que ese día de fiesta que solían tener cada año era gracias a su cumpleaños y que si no asistían de verdad que los haría sufrir.

ᴄʀᴀꜱʜ ᴏɴ ʏᴏᴜ [ ɴᴏᴍɪɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora