VIII. Chase

11 1 0
                                    

La historia de NoRen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La historia de NoRen.

Hay variados aspectos que conforman a una pareja: confianza, estabilidad, tranquilidad, respeto mutuo, lealtad, comunicación y por sobre todo el amor. Para Renjun sólo bastaba con tener a Jeno a su lado, aunque no le amara de verdad, aunque solo fueran noches de sexo para pasar sus propias penas, aunque cada vez que no estuvieran juntos sus celos le hicieran añicos por dentro. 

El castaño nunca tuvo una vida de ensueño. Se fue de China a estudiar Arte y Diseño creativo apenas cumplió la mayoría de edad, dejó atrás todo lo que dañaba su vida por lograr algo que todos decían que no tenía sentido, ser un artista. Además, sumado al hecho que desde temprana edad fue abiertamente homosexual, siempre creyó que no pertenecía a la sociedad China y mucho menos ser parte de una familia como la suya. Desde entonces todos se alejaron definitivamente de él, quedando solo contra un mundo que siempre le hizo daño.

La verdad es que nunca quiso mirar atrás, hizo su vida solitaria, conociendo a personas iguales a él, que le daban un poco de alegría a su lúgubre realidad. En ese corto camino que llevaba recorrido apareció Jeno, con su sonrisa brillante, con aquella chispa que pocos hombres tenían, con su semblante alegre y burbujeante. A RenJun le gustaba compararlo con una copa de champagne, refrescante y seca, porque al igual que él, el menor tenía un lado oscuro que de mala manera conoció, en circunstancias que nunca hubiera creído que pasaría y lo que haría detonar lo peor de sí mismo.

— Nunca vas a dejar de amarlo...— El castaño ya estaba cansado, había sido una noche horrible.
— RenJun, estoy aquí contigo. Si de verdad lo siguiera amando, ¿Crees que lo hubiera dejado irse con ese tipo?
— No sabes mentir...— Comenzó a vestirse lentamente, con los ojos ajenos fijos en su ser. Se sentía sucio, asqueado, casi quería llorar pero estaba decidido a que no dejaría que le viera sufrir por su amor.— Vete Jeno.
— No me iré, Jun. ¿Por qué demonios debo seguir demostrándote lo mucho que me gustas y que Jaemin es cosa del pasado?

La mirada del mayor estaba fija en la pared, con sus ojos lagrimeantes. Su cuerpo dolía, sabía que el pelinegro solo estaba frustrado y se había desquitado con él, pero ¿En serio quería seguir aguantando tanto?

— Estás tan borracho que ni siquiera te das cuenta de que acabas de dañarme, ¿Verdad? Estás tan ciego para no entender que viniste hasta aquí sólo a quitar esa rabia que tienes dentro, estás tan jodidamente enamorado de Jaemin que sólo me has utilizado de la manera más baja que alguien podría.

Y allí, mirándose fijamente, el mayor de ambos no aguantó más y dejó que sus lágrimas al fin salieran, empapando por completo su rostro y asfixiando su quebrado corazón.

— Jun, cariño...— Soltó un suspiró, sentándose junto al mayor en la cama. Pasó sus manos por la cara algo acongojado.— Por favor, no era mi intención que te sintieras así.— Hizo una pausa, buscando las manos contrarias de manera temblorosa.— Estoy borracho y no me puedo controlar. No sé qué me pasó. Ya sabes lo estúpido que puedo llegar a ser cuando estoy enojado pero nunca debí desquitarme contigo... Perdóname, ¿Si? — Trató de acercarse a abrazarlo, pero fue alejado con un empujón, entre gritos y llanto.
— Acabas de abusar de mi, maldición. Vete, Lee Jeno. ¡VETE DE UNA PUTA VEZ!

ᴄʀᴀꜱʜ ᴏɴ ʏᴏᴜ [ ɴᴏᴍɪɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora