capitulo 44: Mi Ángel Guardian

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Capitulo 44: Mi Ángel Guardian

El tacto frio de la nieve, vuelve en mi mente diferentes sentimientos, que con nostalgia intento afrontar tomando valor en esas sonrisas y carcajadas que no regresaran, y volviendo a caer con cada lagrima.

Y me aferré a un pedazo de metal el cual sostuve con fuerza, el instrumento era el mas rustico creado por la mas cruel idea humana de matar, esa estúpida mentalidad de odió el cual los deja cegado, sin posibilidad alguna de poder pensar en sus acciones y por cobardía actuar.

El oír el agudo silbido de los proyectiles rozar mi cabeza eh impactar a escasos centímetros, ello erizo mi pelaje, todo esto me llevaron al mas patético acto de aferrarme a la roca de la cual resguardaba mi vida, tomando su superficie tan dura como una almohada, recostando por unos segundos mi cabeza.

Las gotas de lluvia no cesaron aquella tarde, al contrario estas se estremecieron aun más, al igual que el fuego enemigo el cual nos había rodeado casi por completo, tan indefenso quedamos ante las acciones crueles de simples peones. Mi pata se sentía tan fría, tan helada, al sostener con suavidad un poco de tierra y ver como se hacía barro ante mis ojos, las gotas caían sobre ésta creando pequeños agujeros en mi pequeña montaña.

— ¡Mierda! — Grito Ella — ¡Donde carajos estan!, ¿acaso no oyeron?, si seguimos así vamos a terminar muertos.

Ella disparo con furia para volver a cubrirse detrás de un vehículo, sus quejidos no dejaron concentrarme en mi pequeña escultura, que gracias a la lluvia comenzaba a desaparecer y fundirse con la lluvia, dejando atras solo una mancha en mi pata.
De repente terminé en el suelo estremecida por el contacto agresivo y repentino de mi compañera, cayendo estrepitosamente al suelo.

—¡¿Que rayos te sucede?!, ¡¿Acaso quieres morir?! — Grito con euforia Ella.

Y podría platermae esa idea, ¿en realidad era tan mala como lo hacía oír?. Si en verdad cabemos en la posibilidad de libertad, podremos anhelar con poder escapar de este mundo terrenal, concluir este viejo cuento y llegar a lo que muchos llaman el camino de luz, que palabras tan complicadas para relacionar la muerte, ¿por que el empeñó en tantas palabras?, ¿por que no somos directos con nuestros deseos?.

A unos cuantos metros una explosión capto mi atención, la onda expansiva logro arrastrarme hasta impactar mi espalda con la roca, esta se iba incrustando en mi espalda con lentitud casi con timidez, el filo poco a poco empezaba a entrar, las mas finas y diminutas hileras de pelaje se partían al caminó de aquel intruso,
llegando a sentir como mis costillas hacían presión con mi pecho, grité.

Con todas mis fuerzas grité, mis lagrimas no tardaron en aparecer en mis ojos, y aunque apenas fueron poco menos de cinco segundos, en mi mente fueron horas.
Caí al suelo, intentándo levantarme, mientras solo zollozaba en voz baja, observando mi pata la mancha de lo que fue mi escultura, mis lagrimas siguieron derramandose, tal vez el dolor fue solo una escusa barata que utilice, y y verdad solo me estaba desahogando.

Casi no logre mantenerme en pie en cualquier momento otra vez volvere al suelo, y esta vez sin saber si aun podría tener la fuerza para que mis ojos continuaran guiando mi camino, una pata tomo mi estómago con suavidad levantándome del suelo, mientras otra se presto algo tarde pero de igual manera.

—¡A cubierto! — No hizo faltar ni siquiera girar mi cabeza, ¿como podría olvidar su voz?, aun así una pequeña duda llego a mi cabeza la cual me hacia dudar de mi misma y de mis conocimientos reavivando y tomando fuerza de mis inseguridades, y gire mi cabeza para confirmarlo.

Detrás De Una Bala (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora