Capítulo 22

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   Un fuerte abrazo seguido de un suspiro de alivio fue todo lo que Esteban pudo hacer, sentía que si hablaba no duraría mucho sin romper a llorar y tres semanas de luto ya habían sido suficientes, al menos eso fue lo que intentó  convencerse el moreno.  Márcia notó el silencio por parte del hombre, no quería sacar a relucir el tema de la rebelión y menos su pérdida, sabía bien que sólo a él le correspondía decidir cómo y cuándo hablar, pero no podía ignorar la silenciosa desesperación que los ojos del hombre mostraban.

- Que alivio verte bien, vine lo más rápido que pude y tengo una gran noticia que contarte – dijo la pelirroja tratando de contener su ansiedad ante la mirada inquieta de Esteban.

- ¡¿Buenas noticias?!  ¡¿De verdad?!  – expresó el moreno, sin poder contener el suspiro de alivio y la dolorosa sonrisa que apareció en su rostro.

-Sí, no puedo decir cómo ni por qué, pero se revisó el proceso y se cumplieron los trámites, se aprobó el recurso, Esteban.  – dijo Márcia, sintiendo su corazón latir cada milésima de segundo.

    Esteban no supo reaccionar, las expresiones de su rostro mostraban una mezcla de emociones, llevo su mano a la boca por la  sorpresa, pero no pudo evitar pensar que era una felicidad demasiado buena para ser verdad.  Sin embargo, sus ojos brillaban genuinamente, era la primera vez que quería llorar pero de felicidad.  Márcia notó la confusión de emociones del moreno y le apretó ligeramente la mano, lo que lo hizo reaccionar de inmediato.

- Muchas gracias…- fue todo lo que pudo susurrarle a la pelirroja con una genuina sonrisa en los labios.

- No hace falta agradecerme, de hecho incluso quería preguntarte si agregaste algo al proceso, no sé, contactaste a alguien para agilizar el proceso, porque este tipo de recursos suelen tardar meses en ser aprobados.  – pregunta la abogada devolviéndole la sonrisa y entrelazando sus dedos con los del pelinegro. 

   Fueron toques sencillos y espontáneos que ninguno de los dos se dio cuenta que eran tan sugerentes, cualquiera que los mirara desde lejos podría pensar que formaban una hermosa pareja.

- No, no hablo con nadie de afuera excepto con Inês, Rafita y ahora tú, realmente es extraño tanta agilidad, la justicia en este país avanza a paso lento.  – respondió el Moreno.

- Lo sé, precisamente por eso me resultaba difícil creer en la rapidez de los procedimientos, ¿estás seguro de que no hay alguien en el poder judicial que podría haberlo aprobado por ti?  – pregunta Márcia, curiosa, alguna razón tenía que haber para ese raro fenómeno.  Esteban se detuvo a pensar, se pasó una mano por el cabello y frunció el ceño.

- No realmente, al menos no algo significativo, pero...- dice el hombre lentamente, intentando recordar exactamente.

- Pero… – dice la abogada en señal de continuar con lo que iba a decir.

- Cada año, aquí en la prisión tenemos unos días de presentaciones y exposiciones del trabajo aquí desarrollado.  Siempre viene casi la misma gente, generales, policías y jueces.  El año pasado vino una jueza, una jueza joven por cierto, era un poco mayor que Hugo al parecer y vino para los tres días de exposiciones.  Sin embargo, me pareció extraño porque estuvo tres días en el área de salud, que es farmacia y enfermería, donde los presos que realizaban tareas en estos lugares debían dar charlas sobre la importancia de su trabajo y cómo esto ayudaba con la “re-educación social";  lo cual era ridículo. Nadie sale de aquí mejor que cuando entró.  – dijo Esteban entre dientes.  – Como trabajaba en la farmacia, tenía que presentar algo y en casi todas mis presentaciones ella estuvo presente.  Intentó intercambiar algunas palabras conmigo, pero nunca hubo tiempo de terminar la conversación, noté su interés y también el oficial que la escoltaba.  Recibí una advertencia y ya no hablamos durante esos días de exposiciones, pero ella vino a visitarme un par de veces, era una mujer fascinante y muy inteligente;  - tales elogios hicieron que los celos brotaran en las hermosas esmeraldas de la pelirroja, quien soltó la mano de el pelinegro- No sé exactamente qué vio en mí... - interrumpió la explicación para tratar de recordar algo más.

Ciclo infernal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora