DIEZ

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Era Lunes y tal como se había planeado, Jisung se encontraba sentado en la sala de su casa, inquieto mientras su padre le preguntaba si el tal "Minho" ya iba a llegar.

El alfa pelinegro se encontraba en los asientos traseros del auto de su padre, quien iba manejando, estando sumamente nervioso por dos cosas: la primera y la más importante era porque tenía que hablar con el padre de Jisung, pues le daba un poco (mucho) de miedo hablar con un alfa mayor; y la segunda era por la conversación que tuvo con el omega el día sábado, pues no supo de dónde sacó la valentía de pedirle una foto solo por estar caliente, le iba a pedir disculpas por eso.

Le había avisado a Jisung que en menos de cinco minutos estaría tocando su puerta.

Y dicho y hecho, cinco minutos después sonó el timbre en la casa de Jisung.

Su omega interior se removió emocionado al oler el aroma de su alfa, haciéndolo lucir ansioso mientras se dirigía a abrir la puerta.

Y ahí estaban aquellos ojos negros observándolos, y atrás un señor con sumo parecido, el cual debía ser el padre de Minho.

—Hola, Minho.— Jisung saludó, sonriendo inconscientemente.

—Hola, J- Jisung.— Dijo de igual manera el peli negro.

El omega rio, era obvio que su alfa estaba nervioso.

—S-señor Han, un gusto. Lamento no...haberlo saludado aquel día.— Se disculpó una vez notó al padre del omega.

—No hay problema, es bueno conocer al... amigo de mi hijo.—Dijo indiferente.

Jisung quiso reír, su padre estaba actuando serio para darle más nervios al alfa menor.

—Buenos días, soy Lee Jichul, padre de Minho.— se presentó el alfa detrás de él.

—Un placer, Han Taemoo.— ambos estrecharon sus manos.

—Eh... quería preguntar, ¿Jisung puede irse saliendo de la escuela a mi casa? Prometo traerlo a su casa a la hora que usted diga...—Preguntó, tragándose su nerviosismo.

—Oh, sí, sí puede. ¿Qué harán exactamente?

—P-pues...— el pelinegro pensó que definitivamente no era una buena idea decirle que quería abrazarlo hasta llenarlo de su aroma y besarlo el tiempo que fuera necesario.

Espera, ¿qué?

—Vamos a hacer tarea juntos y jugar videojuegos, papá.— Jisung intervino al verlo sin saber que decir.

—Bien, tienes hasta las ocho para estar en casa.— Concluyó.

—No sé preocupe, señor Han, su hijo estará bien con mi muchacho.—Dijo el alfa mayor.

—Confió en Minho, entonces.

Y con ese voto de confianza fue que el alfa menor abrió la puerta del auto para que el omega entrará en él.

Una vez dentro todo fue silencio, el señor Lee arrancó y decidió sacar plática.

—Ji...Jisung, ¿cierto?

—Uh sí, disculpe no haberme presentado formalmente.—El omega habló desde los asientos traseros.

Minho estaba a su lado, y solo se dedicaba a jugar con sus manos y observarlo cada cierto tiempo.

El mayor río— No te preocupes, ¿hay algo en especial que les gustaría comer esta tarde?

—Ehh...

ReasongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora