TREINTA Y NUEVE

1K 159 11
                                    


La hora de receso había llegado después de tres clases bastante relajadas para la suerte de la mayoría.

Minho y Jisung no habían tenido inconvenientes en pasar, pues bastó con que el alfa hablara con el portero, quien resultaba que también era amigo de su padre.

Se excusaron en clase diciendo que se habían ponchado y no se necesitó nada más.

Ahora, se encontraban con sus amigos en la cafetería. Minho quería contarles a quienes no sabían de la llegada de su cachorro, incluido Yugyeom.

—¿Seguro que quieres la última dona? Es la tercera que te comes y puede hacerte ma-

—¿Me estás diciendo gordo?— Reclamó Jisung, indignado ante las palabras de Minho.

—Yo no dije eso. Pero necesitas comer algo nutritivo, no solo por ti.— Alegó, mientras esperaban a los amigos del alfa en la mesa.

—Minho tiene razón, Sungie. — Apoyó Felix. Seungmin asintió.

—Todos me están diciendo gordo. Ya no quiero nada.— Dijo cabizbajo. Dejando la dona en su caja.

—No, no hagas eso.— Habló Minho.— Te lo digo por el bien de ambos.

—Pero yo quería mi dona...

—Come este rollo de verduras y después ya puedes comer tu dona.— Le dijo Minho, pasándole lo que había comprado.

Jisung lo miró y rodó los ojos, pero finalmente lo comenzó a comer.

Los amigos del alfa llegaron, tomando asiento como de costumbre. Yugyeom se posicionó al lado de Minho.

—Honie, tengo boletos para ir al cine...te quería decir si-

—A-ah.— Jisung se quejó de repente. Acaparando la atención del alfa.—¿Qué pasó?— Preguntó alarmado.

Yugyeom resopló cuando Minho lo ignoró.

—S-sentí que se movió.— Susurró.

—¿Todo bien?— Preguntó Hyunjin, pues la atención de todos estaba puesta en Jisung tras su quejido.

—¿Qué es lo que nos querías decir, Minho?— Cuestionó Jeongin.

—Oh, bueno...— Miró al rubio, quien asintió.— Pues Jisung está en cinta. De tres meses.

Todos se quedaron perplejos.

—¡Yo ya lo sabía!— Dijo Yugyeom.

—¿Ustedes son- No vale la pena decirlo. — Hyunjin suspiró antes de componer una sonrisa.— Pues felicidades.

—Woah, serás papá, Minho. Son muy jóvenes.— Dijo Jeongin.

—Que bueno que no me gustan los omegas, sería espantoso para mi tener un hijo a esta edad.— Habló Changbin.

Minho lo miró mal.— No es espantoso. Da miedo, pero se siente bonito.

—¿Qué? Minho, t-tú... No entiendo.— Yugyeom habló genuinamente confundido.

—Voy a ser padre. El cachorro que lleva Jisung es mío.— Admitió con una pequeña sonrisa.

El chico abrió sus ojos en demasía.—¡¿Cómo?!

—Somos destinados. Hace tres meses ambos estuvimos en celo y pasó— Explicó Jisung.

—¿Ustedes?

Minho asintió.

El omega se quedó boquiabierto.—¡¿No pudiste decirme antes de que empezara a coquetearte?!

—Yo nunca te di indicios de algo más.— Respondió el alfa.

Todos solo miraban.

Yugyeom se puso de pie.— Lo siento Jisung. Felicidades. Debo irme.

El omega en cinta también se puso de pie.— Voy a hablar con él.

—No creo que sea buena-

El alfa intentó replicar, pero Jisung ya había salido corriendo tras el otro omega.

Mientras, el rubio miró a Yugyeom entrar al salón de matemáticas y se dirigió hasta ahí, pudiendo observar que el aula se encontraba vacía.

—Hola.

—Jisung.

—Uh, quería ver si estabas bien. Saliste muy exaltado.

Yugyeom suspiró.— Estoy bien, solo es... chocante. Nadie me dijo nada.

—¿Minho te gusta de verdad?— Le dijo Jisung.

—Supongo, llevo casi tres meses detrás de él.

El rubio trató de calmarse y controlar su instinto que le decía que tenía que dejar en claro que el omega de Minho era él.

—Siento que sea mala noticia para ti.

—Seguro. Déjalo así, Jisung. Ustedes son destinados, no puedo hacer nada contra eso. Solo hubiera agradecido si Minho me hubiera dicho desde un principio.

—Entiendo, eh...

Jisung no supo que más decir y Yugyeom rio ante eso, palmeando su espalda.

—Me caes bien, Jisung.

—Oh, tú a mí.

Ambos sonrieron.

—Seamos amigos, entonces. Salgamos de compras o alguna de esas cosas que hacen los omegas.— Sugirió Yugyeom.

—Nunca he tenido un amigo omega, pero seguro me vendría bien.—Aceptó el rubio sonriendo.

—Y no te preocupes por lo de Minho. Hay miles de alfas.

Jisung no pudo evitar reír.—Los hay. Entre ellos está tu destinado, solo es cuestión de tiempo.

Yugyeom le devolvió la sonrisa.— Eres lindo, no puedo odiarte. Ni siquiera pude cuando empecé a notar que la atención de Minho siempre iba hacia ti.

El rubio se sorprendió porque justo le pasó.

—¿En serio? Yo también quise odiarte cuando te miraba muy pegado a él, pero después fuiste tan amable que me sentí mal.

Ambos rieron por la coincidencia.

—Además odiarse entre omegas por alfas es algo muy vintage. — Añadió Yugyeom, rodeando los hombros de Jisung con su brazo.

—Lo es.—Concordó.

—Ahora vuelve con tu alfa y tus amigos, Jisungie. Yo me quedaré aquí acomodando mis ideas.

El rubio dudó.—¿Seguro? No quiero que te sientas solo.

—Seguro, seguro. A veces se necesita un poco de soledad. Agradezco que hayas hablado conmigo. Nos pondremos de acuerdo para salir.

Jisung asintió antes de despedirse y salir de aquel salón con una sonrisa.

El omega con olor a vainilla era un buen chico, le gustó estar rodeado de personas así.

Volvió a la cafetería, está vez más tranquilo de haber hablado con Yugyeom.

—¿Todo bien?— Preguntó Felix.

—Sí, todo bien.— Se limitó a responder Jisung, con una ligera sonrisa para seguir a comer el rollo de verduras.

Todos siguieron hablando acerca de cómo iban a jugar con el cachorro cuando creciera, y Changbin decía que él se encargaría de enseñarle malas palabras, mientras que Jeongin y Hyunjin decían que ellos lo cuidarían cuando quisieran tener una "noche no apta para niños".

Todos reían y Jisung por un momento sintió tranquilidad, cada vez más entusiasmado con la idea de tener a su cachorro.

Pero aún faltaba enfrentar a los padres de Jisung, esperando que no fuera algo tan malo.

ReasongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora