CATORCE

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Era viernes finalmente.

Jisung estaba a la espera de Minho quien lo iría a buscar para ir a cenar a un restaurante, lo que sería algo así como su "primera cita".

El omega se había puesto un pantalón negro ajustado y una camiseta corta tipo crop top de color rojo a petición de su madre.

—Mamá, siento que me veo muy no sé... ¿atrevido?

La omega rio viendo como su hijo observaba detalladamente su reflejo en el espejo.

—Nada de eso, te ves muy guapo. Jisung tu cuerpo es muy bonito debes aprovechar para vestir así.

El rubio solo se ruborizó, para después rizar sus pestañas.

—Uy, ¿a dónde tan arreglado?— La voz de su padre sonó por la sala.

—¡Papá!

—Ya sé, ya sé. Tu novio ya me pidió permiso para llevarte a cenar.— Bromeó.

—¡No es mi novio! ¡Mamá, dile algo!

—No es su novio, Taemoo.—Regañó de manera divertida.

Entonces el timbre sonó.

—¡Es Minho!— Dijo Jisung con emoción, pues había reconocido el aroma que tanto le gustaba a su lobo, y a él... pero no lo iba a decir en voz alta

Sus padres lo vieron, felices por la emoción de su hijo, aunque este no lo admitiera.

Al abrir la puerta lo saludó con un beso en la mejilla, cosa que desconcertó al alfa, que después le dio un repaso de pies a cabeza.

—Te ves muy guapo, Jisung.

—T-tú también.— El omega mentalmente se abofeteó por tartamudear.

—Oh, buenas noches— Saludó a los señores Han, quienes estaban dentro de la casa y devolvieron el saludo.

—Antes de las diez, no creo que se lleven tanto tiempo en cenar.— Dijo el padre de Jisung, siendo regañado por su esposa.

—Once, Taemoo bromea, puede llegar a las once.

Jisung agradeció con la mirada a su madre.

—¡Adiós!

—¡Diviértanse!

El camino fue corto, y no hablaron. El señor Lee le dijo a Minho que le enviara un mensaje cuando quisiera que fuera a recogerlos.

Al entrar había una beta muy amable que los llevó a la mesa que el pelinegro había reservado con anterioridad.

En el recorrido pasaron por una mesa de alfas que se veían de su edad, parecían ser todos amigos y cada uno de ellos sin excepción se comió con la mirada a Jisung.

Lee por supuesto se dio cuenta de eso y pasó un brazo por la cintura del omega, quien rio internamente por la situación.

Una vez se sentaron frente a frente y ordenaron fue que Minho habló.

—En serio te ves muy bien hoy, o sea, siempre, pero hoy wow.

Jisung rio.— Gracias, me esforcé—Bromeó guiñando un ojo, acto que hizo que al pelinegro casi le diera un paro cardiaco.

—Hoy hablé con Mina.— Soltó el alfa acaparando la atención del rubio.

—Oh, ¿cómo fue?—Preguntó, luciendo más interesado de lo que le gustaría.

—Estuvo bien, aunque en realidad dijo algo sobre que todos los hombres son iguales y que igual lo nuestro iba a ser imposible por ti.

—Tiene razón, somos destinados...

ReasongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora