Reasong

TREINTA Y CINCO

Ambos habían vuelto a la fiesta después de eso, con la única diferencia de que Minho buscó un lugar donde sentarse con Jisung y no se separó de él en toda la noche.

El rubio sentía una calma que había ansiado sentir en esas semanas. Minho lo sabía, y mejor aún, le prometió salir adelante juntos. No lo iba a dejar solo.

Felix se la pasó bailando con Changbin, y de vez en cuando vigilaba a Jisung, pues sentía el instinto de protección hacia su mejor amigo.

Seungmin bailaba con una chica de su clase, parecía bastante feliz con ello.

Entonces Yugyeom apareció, aparentemente tomado, con la intención de bailar con Minho.

—Honie, ¿Qué haces sentado? Baila conmigo.— Dijo sacudiendo su brazo.

El alfa miró a Jisung, no quería dejarlo ahí solo. Pero Jisung lo empujo, dándole una forzada sonrisa.

Y así terminó bailando con el omega que olía a vainilla.

Felix lo miró quedarse solo y le susurró unas palabras a Changbin antes de sentarse en el sillón donde estaba el omega.

—¿Qué tal las cosas con Changbin?— Preguntó Jisung.

Felix rió y recargó su cabeza en el hombro de su amigo.

—Nos besamos.

Jisung emitió un grito de emoción.

—Te vi irte con Minho y volvieron muy juntitos.—Esta vez fue el turno de Felix para indagar.

—Él ya lo sabe.

—¿Qué?— El alfa de aroma a menta se alarmó.

—Me pidió que le mostrara mi vientre y después me dijo que ya lo sabía, que lo había olido.

—¿Entonces se lo tomó bien?

Jisung asintió.— Me dijo que no era solo mi culpa, y que juntos buscaríamos salir adelante.

—Te dije. No esperaba menos de él.

Jisung rodó los ojos y fue su turno de recargar la cabeza en el hombro de su amigo.

Minutos después, Bogum se sentó justo al otro lado de Jisung, empezando a preguntarle sobre si Minho ya lo sabía. El omega repitió la historia que le contó a Felix.

—Es bueno eso. Ahora estarás más tranquilo. Me alegro de que Lee esté bien ubicado.

Minho había vuelto, su alfa estaba alarmado por el hecho de que Jisung tenía a dos alfas con él, pero se obligó a controlarse.

Él sabía que estaba actuando así por el cachorro. Pero ellos eran amigos de Jisung y no eran una amenaza para el bebé.

Felix se percató de la situación y rió sacándole la lengua a Minho, quien se la sacó de vuelta, pero ambos carcajearon después.

— Jisung, Changbin me invitó a dormir a su casa.

El mencionado abrió los ojos en demasía.—¿Tan pronto?

Asintió.— Pero igual no iré. Debo dejarte sano y salvo en tu hogar.

—¡No, no! Debes ir, tú quieres ir. Yo le pregunto a alguien si me lleva.

Y esa fue la señal de Minho.

—Yo te puedo llevar.—Ofreció, causando que Bogum maldijera, pues le ganó la palabra.—Además Changbin me mataría si no.— Añadió.

—Gracias, Honie. ¿A qué hora te irás?— Preguntó, pues su padre le había dado hora de llegada.

—No tengo hora de llegada, a la que tú quieras.