TREINTA Y CUATRO

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Chat de Jisung y Minho

Minho.
Hola, hace mucho no hablamos por aquí.

Jisung.
Holaa! Sí, ha pasado un tiempo.


Minho.
¿Iras a la fiesta de Yugy?

Jisung.
No podría perdérmela, él ha sido muy amigable conmigo.

Minho.
¿Te puedo pedir un favor?

Jisung.
Claro.

Minho.
No uses inhibidor.


Jisung.
No lo haré.

Minho.
Bien, espero que podamos pasar un rato juntos en la fiesta.


Jisung.
Solo si quieres quedarte sentado, no me gusta bailar ni andar haciendo escándalo así que me vas a encontrar en un sillón aislado.

Por que Lix y Minnie si les gusta bailar.

Minho.
En realidad si me gusta bailar.

Pero no te dejaré solo, así que te haré compañía.

Jisung.
Ya dijiste eh.

Minho.
Y sostengo.

Te veo en unas horas, debo comenzar a arreglarme.

Jisung.
Te veo entonces.

(...)

Jisung guardó su celular con una inconsciente sonrisa.

Estaba emocionado por la fiesta de hoy, ya que él nunca iba a ninguna, pero esta vez no podía rechazarla.

Además, vería a Felix, ya se estaba preguntando cual sería el aroma de este.

Espero una media hora más antes de meterse a la ducha, dándose un tiempo de relajación, que necesitaba.

Al salir, se miró en el espejo solamente con un par de bóxers puestos, y pudo ver su pequeña barriga, esta vez era seguro que era a causa del embarazo, ya que se estaba haciendo más notable. Eso le recordó que era un problema, si no se apresuraba en buscar una solución sus padres se darían cuenta, y no estaba listo para lidiar con la decepción que estos tendrían.

Se iba a poner un pantalón pegado, pero era imposible que no le molestara, así que optó por unos que eran ajustables y flojos.

Hizo un puchero al darse cuenta de que hoy no se iba a poder vestir bonito, pues toda su ropa comenzaba a ser incómoda.

Tomo una sudadera, la negra con letras rosas fosforescentes que una vez le quito al alfa, y se la puso, aprovechando que las noches eran frescas.

Secó sus cabellos para después alisarlos, al menos se haría más producción en su cara.

Se puso sombra ligeramente oscura y se animó a hacerse un sutil delineado que resaltaba sus ojos. Las pestañas fueron rizadas y maquilladas. Al final solamente colocó ligeramente en sus labios tinta roja.

Se dio un vistazo y quiso llorar por su vestimenta, pero no había de otra. Se sentiría muy fuera de lugar al ver a todos muy arreglados, pero esperaba poder con eso.

ReasongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora