VEINTE

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Vacaciones, ansiadas y esperadas vacaciones.

Jisung se encontraba esperando a Minho en una banca de un parque que se encontraba a unas calles de su casa, debido a que habían quedado verse ahí para estar juntos un rato ya que era el primer lunes que no se verían en la escuela.

El pelinegro ya tenía diez minutos de retraso y no le había mandado mensaje al omega, pero este se tranquilizó pensando que quizás solo se le había hecho tarde.

Cinco minutos más y Jisung quizás comenzaba a perder la paciencia, pero no tanto como cuando el retraso contó media hora y ni las sombra del alfa se asomaba.

Decidió dejar de mandarle mensajes y marcarle por teléfono, pues sus mensajes no los contestaba.

Uno, dos, tres, seis tonos y no atendía, okey, definitivamente Jisung estaba molesto, ¿Qué pudo haberle surgido de que no le dio tiempo si quiera de avisarle?

Estuvo a punto de levantarse e irse, anticipando los miles de preguntas que le harían sus padres por regresar temprano, pero una voz familiar lo detuvo.

—¿Jisung? Que sorpresa verte aquí.

El aroma a café inundó sus fosas nasales, Lee Bogum.

—Hola, Bogum. Sabes que vivo cerca, solo vine a tomar aire.— Saludó.

—En ese caso tomemos aire juntos, ¿quieres un helado? Te invito.

Jisung lo pensó, las esperanzas de que Minho llegará ya las había perdido, y no tenía nada de malo comer un helado con su amigo, así que aceptó.

—De acuerdo, quiero de chocolate.

Bogum asintió, avanzando con Jisung a su lado hasta el puesto de helados para ordenar.

Le entregaron a cada quien el suyo y el alfa pagó.

—¿Quieres sentarte o ya debes irte?— Le cuestionó.

—Oh, sentémonos, aún tengo un rato antes de irme a casa.— Dijo Jisung, eso era perfecto para no llegar demasiado temprano.

Ambos tomaron asiento en una banca, platicando acerca de que harían en sus vacaciones.

—Debes estar emocionado por conocer a la familia completa de Minho.— Le dijo con un deje de...¿tristeza?

—Lo estoy, también nervioso.—Admitió.

—¿Cómo se siente encontrar a tu destinado?— Preguntó.

—Raro al principio, tuve miedo cuando pasó todo y estuve en negación.— Rió.— Pero cuando te acostumbras es lindo, creo que mi problema era que yo y Minho nunca nos llevamos bien, ahora si lo hacemos pero fue un proceso de meses.

—Me imaginó, él era alguien que no precisamente amable contigo.

Tenía razón, y Jisung pensó que probablemente si no fueran destinados el chico lo seguiría tratando igual, lo que lo llevo a sobre pensar la situación.

¿Realmente se querían? O era la obligación de quererse desencadenada por la necesidad de estar con el otro. Si ellos no fueran destinados probablemente se llevarían aún peor, el pelinegro saldría con Mina y Jisung quizás con...¿Bogum?

No le gustaba el rumbo que estaban tomando sus pensamientos.

Quizás en un par de meses que no sea tan nuevo lo de ser destinados Minho lo dejaría, fue lo que pensó Jisung.

Quizás se aburrirían parcialmente del otro.

—¿Jisung?

—Me quedé pensando...

ReasongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora