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La última clase sobre la Invocación de Entidades Oscuras estaba llegando a su fin. Escuchaba a medias a Erevan Darkthorn, mientras seguía pensando en el examen final del lunes. Tengo que aprobarlo con éxito y obtener mi diploma negro, solo entonces tendré la oportunidad de conseguir mis prácticas en el Palacio Astral. Cada año, se reservaban varios puestos para los mejores graduados de la Academia Tenebrae. Tener prácticas en el Palacio Astral es una gran oportunidad y un increíble impulso a tu carrera.

-Ahora bien, pupilli, ¿cuál es el mejor patrón para capturar entidades demoníacas?

Una docena de manos se levantaron. Yo también sabía la respuesta, pero preferí agachar la cabeza. Era como si los maestros estuvieran poseídos por Glimmerpixie o algo así; siempre se enfurecen por cualquier cosa. Perdí casi una docena de puntos en solo dos semanas. Y si me mira mal a Darkthorn, ¡perdería un punto solo por eso! Así que es mejor para mi mantener un perfil bajo.

-¿Blackthorn?

-El pentagrama, Maestro Darkthorn.

-Correcto, un punto para el pupilli Kael Blackthorn.

Escuché un suave timbre bajo el techo: el espíritu guardián de la academia anotó los puntos ganados, y me sentí ligeramente irritada. ¿Por qué le dieron un punto entero? ¿Sólo porque es el sobrino de la directora Darkrose? La directora Isabella Darkrose asumió el cargo justo este año, y yo simpatizaba sinceramente con ella. No querría un pariente como Kael, eso es seguro, pero algunos profesores creen que van a complacer al nuevo director haciéndole la pelota. El maestro Darkthorn no es una excepción. Habría tenido que recitar un párrafo al pie de la letra para conseguir siquiera medio punto. Entre la familia de Kael también estaba el Aegis Imperial, que es el brujo guardián del Emperador . En definitiva, el chico tuvo suerte de nacer como nieto de Lucius Blackthorn. Kael es una escoria que considera a todos los de origen inferior como nada más que suciedad bajo sus pies. El asiento junto al naciente "pilar de la comunidad" lo ocupaba su compañera, Morgana Shadowdancer. Morgana y él eran pareja, si se describen todas las cosas desagradables que han hecho juntos, se obtendrían tantos volúmenes como la Gran Enciclopedia de las Bestias. Y tendría unas trescientas páginas reservadas para mi personalmente. Estaba enfadada con Morgana por haberme tendido una trampa ayer en la clase de invocación. Se le escapó el elemental de agua mientras coqueteaba con Kael. Consiguió mojar al decano Darkthorn y a la mitad de nuestros compañeros y Morgana dijo que fui yo quien la distrajo. El profesor la creyó. No pude evitar fijar la vista en su pelo rubio platino, perfectamente peinado, he intentar hacerle un agujero en el cráneo con la mirada. Al final, acabó notando la presión y miró hacia a mí.

-¿Qué estás mirando, Ravenwood? ¿Estás enamorada de mi o algo así?

Sus amigas empezaron a cuchichear inmediatamente mientras nos miraban con interés, esperando su próxima escena divertida. Normalmente trataba de ignorar a esta panda de Serpéxtasis, pero he acumulado demasiados agravios con ellos a lo largo de los años en la academia. Estoy tan harta, menos mal que no tendré que soportarlo por mucho tiempo. Me intimidaron mucho, pero siempre evité cuidadosamente cualquier conflicto. Fingí no darme cuenta de nada y seguí escuchando al profesor. Cuando levanté la vista, el maestro empezaba a dirigirse a mi.

-Pupilli Ravenwood, ¿tiene algo que añadir?

Si no respondo, volverá a quitarme puntos. Y si lo hago también lo hará porque Darkthorn no soporta a los sabelotodo. 

-Como bien ha señalado, Maestro, los mejores patrones para invocar son múltiplos de cinco, pero un pentagrama no es la única opción. Cuando se trata de entidades demoníacas superiores, es más apropiado usar el decagrama. Es mucho más fiable y permite establecer un triple circuito reforzado de protección.

Hexed© *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora