Capitulo 17

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-Oh, no me mires así, Ravenwood. De todas formas, tus ojos no van a ser más grandes que los míos. -mientras me preguntaba si estaba intentando tenderme una trampa, Morgana miró a su alrededor y se acercó-. Ya sé en qué consistirá el examen. ¿Te interesa?

-Quizá. -reprimiendo el impulso natural de regañar a la rubia, le pregunté-. ¿Y bien?

-Este año el examen consta de tres fases...

Morgana me susurró al oído, y el agradable olor de su perfume me envolvió. En un minuto, fui consciente de toda la situación.

-Suena interesante, pero ¿de dónde viene esa información? -la rubia movió silenciosamente los labios y me guiñó un ojo.

-Kael. -tiene sentido. El nieto del Aegis Imperial y sobrino de la directora de la academia pudo enterarse de todo de antemano. Pudo compartirlo con su novia.

-¿Por qué me lo dijiste a mí y no a uno de tus amigos?

-No estoy segura de que me queden amigos aquí. -la respuesta sonó sorprendentemente amarga. Parece que la posición de la reina sin corona de la academia no está del todo grabada en piedra.

-Ya veo, bueno, ¿qué quieres de mí?

-Podríamos asociarnos. -está desesperada por acudir a mí con esto. Morgana notó mi reacción y sacudió la cabeza mientras caminaba de un lado a otro.

-Confío en mis habilidades. Y no puedo confiar en ti después de todo lo que tu banda han. -no tenía sentimientos cálidos por Morgana, por razones obvias; se quedó en silencio, mirándose los pies.

-Lo entiendo. Pero te juro que no quiero hacerte daño. -de repente se pasó uno de sus anillos por la palma de la mano, y tres gotas escarlata cayeron al suelo, confirmando su juramento-. ¿Es esto suficiente? -su juramento era real, no había duda. ¿Debería trabajar con ella?

-Bien, seré tu compañera, Morgana. Pero sólo esta vez. Espero que no estés planeando romper tu juramento de sangre.

El maestro Darkthorn, vestido con un uniforme protector, se alzaba imponente sobre las dos supervisoras, arreglándose el pelo engominado.

-¡Acércate, no seas tímida! Morgana, Lyra, ¿cuál es el problema? Ya hablaréis de los chicos más tarde. Viendo que sois tan amigas, ¡os voy a emparejar!

-¿Ravenwood y yo? ¡No seas ridículo, maestro Darkthorn!

Morgana pasó a mi lado con la nariz orgullosamente levantada. ¿Una aristócrata de alta cuna y la sobrina de una baronesa, todas en la misma pareja? Esto es un insulto. Todos los demás alumnos miraban al maestro, así que nadie se fijó en la chica rubia que me guiñaba un ojo. Espero no arrepentirme de mi decisión.

-¿Están todos aquí? ¿Nadie ha sido arrastrado por los Glimmerpixies? -el maestro se rio de su propia broma, pero nadie entre los alumnos soltó una risita-. Dividiros en parejas. -envió a dos de los alumnos a distribuir kits de invocador individuales. Cuando recibí mi kit, que era una bolsa de correa larga y un fardo con mi nueva túnica, me aparté.

-Pupilli, tenéis 5 minutos para prepararlo y comprobarlo todo. Si falta algo o tenéis algo de más, ahora es el momento de decirlo.

-Mi tiza está rota.

Vivienne Starlight, una de las ex amigas de Morgana, chilló disgustada. Creo que también era su mejor amiga.

-Espero que también se te rompan todas las uñas.

Morgana, que se había puesto cerca, siseó esas palabras entre dientes mientras se ajustaba airadamente la túnica. Supongo que no es tan indiferente como intenta aparentar. Y pensar que Morgana ayudó a Vivienne en clase un montón de veces. Es un asco que te traicionen tus amigos. Pensé alegremente en los míos y empecé a rebuscar en el contenido de mi mochila. Dos tizas, bolsas de hierbas, velas, sal. Todas las herramientas sencillas y más versátiles. Estaba prohibido incluso llevar una daga al examen. Hoy tendremos que confiar sólo en nuestros conocimientos y habilidades. Es mejor así. Todo el mundo estará en igualdad de condiciones.

-Aseguraos de que los amuletos protectores de los broches de vuestras túnicas están cargados.

Busqué a tientas el ámbar ovalado incrustado en el broche de plata. Recibí una respuesta clara e inequívoca. Un amuleto bien hecho, lleno de magia. Morgana, que estaba cerca, se tocó confusa el prolijo lazo del cuello.

-¿Qué se supone que es esto?

No había amuleto alguno en su túnica, sólo lazos. Hubo risitas a nuestro alrededor. Qué rápido le dieron la espalda. Morgana fue a cambiarse el traje defectuoso, y sus antiguos amigos se rieron, sin ocultar ya sus intenciones. Ahora está claro quién tiene la culpa. Después de asegurarse de que todos estaban listos y emparejados, el maestro echó a suertes mágicas el orden en que los alumnos harían el examen.

-¿Puedo? -asentí con la cabeza. La rubia interceptó una delicada aquata de Vivienne en el último momento, mostrando un viscoso gwair de ojos saltones en las manos de su antigua amiga. La traidora se puso en cuclillas al ver cómo sus palmas se cubrían de asquerosas verrugas-. Te lo mereces, cariño.

Me limité a reírme mientras miraba las tres bonitas gotas de rocío de diamantes que brillaban en mi muñeca. Lo más importante era que los números desaparecían sólo después de aprobar el examen, pero hasta entonces había que llevar ese "adorno". Nada fuera de lo común. Una muestra típica del sentido del humor de el maestro Darkthorn.

-¿No eras amiga de Vivienne?

-Es demasiado pegajosa, y su voz chillona es imposible de escuchar. A menudo le digo que se calle. -no quiero tener nada que ver con sus peleas-. También le dije a Vivienne cómo iría el examen. -enarqué una ceja, sorprendida-. Acordamos que ella invocaría a una criatura del elemento tierra. Para mí son las más fáciles de manejar, y yo invocaré una criatura del aire para ella. Oí por casualidad a esa zorra alardear de que invocaría a una criatura acuática a propósito para fastidiarme.

La franqueza de Morgana es impresionante. No se anda con rodeos, y no está tratando de engañarme.

-¿Por qué desperdiciaste tu magia?

-Fue Vivienne quien cambió la túnica protectora por la normal. No podía dejar que se saliera con la suya. -estaba del lado de Morgana, aunque me repugnaba la idea-. Si pudieras ayudarme y convocar a un elemental de tierra, te estaría muy agradecida. ¿Con cuáles te sientes más cómoda? ¿Criatura de fuego o tal vez de aire? Todavía no he descubierto qué criaturas te resultan más fáciles de controlar.

Es tan tentadora como un demonio. Pero, ¿y si cierta famosa mentalista de mirada decidida descubre que no sólo soy una ladrona, sino también una tramposa?

-No me importa, Morgana. Haz lo que quieras. -me negué resueltamente a conformarme con una victoria fácil. Comenzó el examen y pronto llegó nuestro turno. El maestro Darkthorn repitió brevemente la tarea.

-Invocáis a la criatura, demostráis pleno control sobre ella y la devolvéis de la forma más gentil posible. La iniciativa y la creatividad son bienvenidas. Y recuerden, esto no es una arena. Nada de batallas épicas.

¿Es una broma a mi costa? Mientras me dirigía hacia el centro de la parte del campo cercada con una barrera mágica, adelanté a Morgana y la aparté de un empujón por despecho. Morgana me dedicó una sonrisa depredadora, y los alumnos zumbaron de expectación.

-¡Sorpréndenos, Ravenwood! Estamos de tu parte. -mis compañeros de clase, con los que en realidad no me comunicaba, me apoyaron de repente. El ex amigo de Morgana gritaba por encima de sus voces.

-¡Aplástala Ravenwood!

-Mostrarnos todo lo que sabéis hacer, chicas. -dijo el maestro.

Hexed© *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora