Capitulo 34

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Había todo tipo de rumores sobre el Noctámbulo Errante, era uno de los lugares más extraños y misteriosos de nuestra capital. Fue creado por un mago renegado, pero algo salió mal y ese proyecto absorbió a su creador, convirtiéndose en una monstruosa criatura mágica con mente propia. Ya no es una ilusión, todo lo que nos rodea es diferente. Es real.

-¿Estamos en el Noctámbulo Errante? Sólo sus fieles vienen aquí por su propia voluntad.

Pero a veces les parece a aquellos que están dispuestos a renunciar a algo que más aprecian para resolver un problema. Las almas desafortunadas que no pudieron pagar sus deudas se convirtieron en esclavas de este lugar para siempre, miré a Rowan con sospecha.

-Hay quienes vienen a servir solos al Noctámbulo Errante también, Lyra. Aquí se puede comprar y vender cualquier cosa. Ingredientes y pociones prohibidos. Delicias y entretenimiento sofisticados. Incluso la vida de otras personas. -de repente, con ira, golpeó la pared con el puño, haciéndome estremecerme. Roni parece culparse por todo.

-Roni... -acaricié suavemente a Su Majestad en el hombro-. Pero nos quedamos en palacio durante el juicio, ¿no?

-Sí, Lyra. Fuimos colocados dentro de la ilusión mucho antes de cruzar la puerta del Salón de Recepciones. Físicamente seguimos ahí, cada uno al lado de su mentalista personal.

-Pero somos reales aquí y ahora, ¿verdad?

-Lamentablemente. Y nadie lo sabe.-algo nos acechaba en el callejón de atrás-. Vamos a salir de aquí.

-Si su Majestad. -lamí involuntariamente mis labios secos.

-Y Lyra, ya que estamos aquí, dejemos la charla de "Su Majestad". Sólo llámame Roni.

Se cubrió la cabeza con la capucha y me ofreció tomarla por el codo. Después de una pequeña vacilación, me aferré a su codo. Caminamos de la mano mientras salíamos del callejón y entramos a la calle nocturna espaciosa y mucho mejor iluminada. El lugar estaba lleno de vida. Había gente sospechosa envuelta en túnicas oscuras husmeando. En las esquinas de las casas destartaladas de la zona había mendigos de aspecto repugnante. Una chica semidesnuda con una cara pintada de payaso hacía malabarismos con dagas mientras estaba de pie en la palma de las manos de un hombre parecido a un troll.

-Una moneda, preciosa. -busqué mi bolsillo, pero Rowan me hizo a un lado y me siseó al oído.

-¡No te atrevas! Estamos en el Noctámbulo Errante. -claro, aquí la gente no suele pagar con dinero. ¿Cómo olvidé eso?

-Dicen que si das limosna te acabarás en el lugar del mendigo y permanecerás así hasta que encuentres una víctima.

La mirada enojada y decepcionada del vagabunda nos atravesó la espalda, confirmando que tenía razón. Nos apresuramos para alejarnos de él.

-¿Cómo saldremos de aquí?

-Estoy pensando.

-¿Por qué terminamos aquí, de todos modos?

-Con toda probabilidad, se trata de un nuevo intento de asesinato.

-¿Un nuevo intento? ¿Hubo otro?

-Sí. La primera vez fue la noche que te puse mis marcas. Este es el segundo y sé quién hizo el pedido.

-¿Cómo puedes hablar de algo así con tanta calma?

-Me estoy cansando bastante de todos estos juegos. Me llevó más de un año prepararme e investigar el asunto. Al menos ahora sé quién en mi círculo íntimo me es leal y quién está dispuesto a apuñalarme en el estómago.

-Pero si sabes eso, ¿por qué no ordena su arresto?

-No basta con saber. Necesito pruebas contundentes, que aún no tengo. Las personas que me son leales lo están investigando ahora mismo. Están estudiando los restos de artefactos usados, interrogando a sirvientes y testigos casuales. Esperaba otro intento de asesinato. Quería tenderle una trampa al instigador, pero me equivoqué en el lugar y la hora.

Hexed© *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora