Wrad preparó una línea segura con rapidez, gracias al apoyo de Ron desde el otro lado. Los mensajes que recibía Malakai de Liam, estaban cifrados, pero al estar tan cerca del híbrido, corrían riesgo de cruzar la señal en sus dispositivos. Por seguridad, Malakai escogió la cima de un frondoso árbol y se alejó de su equipo.
—Línea segura en tres, dos, uno...
—Habla —fue directo al punto Malakai.
Con Ron y Wrad trabajando para mantener la seguridad en ambos lados, Malakai no esperó a que Liam se presentará. El estado de su pareja era primordial y los protocolos sobraban.
—Estable. Sus heridas cerraron. El veneno en el aire le provocó una falla cardio respiratoria horas después del ataque. Le practiqué una traqueotomía. Lo mantengo inconsciente, su humor es terrible ahora que no tiene el mando.
Si su pareja tenía la fuerza para pelear y contradecir sus órdenes, significaba que estaba bien. Eso calmó un poco a Malakai, pero no podían bajar la guardia.
—Escuadrón.
—Ron, Carlo, Chris, Timothy, Thomas, Dan, Philippe y Gill. Dos bajas confirmadas: Jhon y Marco. Un herido de gravedad: Oscar. Cinco desaparecidos. El mando continúa sin alegatos después del enfrentamiento con Oscar.
Una demostración de mandato, era clásico en Liam. Que lo dejara vivo era una buena acción de su parte hacia Alekseev y no de él. Para Liam, así como el Boss, era todo o nada.
—Te mandaré las coordenadas de encuentro seguro. En cuanto llegues ahí, confirmas y te mando las siguientes. ¿Te siguen?
—Ya no. Carlo y Dan se encargaron de ello. Puedo mantener al Underboss sedado hasta que su recuperación sea del setenta por ciento. Sugiero una intersección.
Malakai por supuesto no negaría una intersección. La única forma de tranquilizar a Alekseev era por medio de él. Su pareja no tomaría bien la noticia, pero su bienestar importaba más que una jerarquía en la misión. Alekseev ya no estaría al mando, aunque se recuperara por completo. No correría el riesgo de perderlo.
—OK. Ya sabes lo que quiero.
—Dalo por hecho Boss —confirmó Liam conociéndolo.
La llamada finalizó y regresaron al escuadrón. Liam conocía a la perfección a Malakai. Supo de antemano lo que Malakai esperaba: el bienestar y vida de Alekseev. El traidor podría estar esperando dar el golpe final. Liam demostró con cada gesto, acción y palabra, que era leal. Liam prefería morir a traicionar el Boss.
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Los sapos y serpientes aumentaban a medida que transcurría el día, por lo que al encontrar varias rocas que sobresalían del agua, se tomaron un descanso esperando al Boss. Derian no era la compañía que Eris escogería. La especie le daba aparte de miedo, desconfianza. Su sentido ácido del humor tampoco le gustaba. Parecía entretenido en molestarla con comentarios maleducados o preguntas incómodas.
—¿Por qué te pones así? —bufó—. ¿Es tan difícil decirme si usas alguna verdura para masturbarte o un palo? Actúas como una mojigata. ¿Como pasas tantos años sin una cogida?
—Derian —le gruñó Riko—. Detente.
—¿¡Tú también!? ¡¿Nadie tiene curiosidad? —se molestó—. Actúan peor que esta. Como si no les gustara lamer culos o tetas.
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Eris
Science FictionLa madre de Eris solía decirle que nada dura para siempre. Sus años de soledad en el bosque estaban pronto a acabarse. La vida le enseñaría, que así como los humanos modificados traicionan, también aman. El amor se da de muchas formas. Inclusive vi...