Capítulo 4

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No se merece que lo trate bien y mucho menos ser mi mi amigo. A pasado una semana desde que empecé a darle clases a Coody...el es un ángel, es tierno y adorable me ha encantado conocerlo. Pero a quien de verdad no soporto es a su hermano, cada día es más insoportable no tolero su desconfianza y sus cambios de actitud, porque por momentos es amable pero después sigue comportándose como un tonto.

Afortunadamente ya es fin de semana y no tendré que verlo más. Pero a quien si tengo que ver es a mi padre, como cada fin de semana.

—Buenos días mamá —saludo a mamá cuando entro a la cocina.

Me acerco y le doy un beso en la mejilla.

—Buenos días a ti también. - Sonríe —Despertaste temprano ¿Puedo saber porque?

—Es el cumpleaños de papá, y quiero llegar más temprano a su casa para felicitarlo. — Pone los ojos en blanco.

—Me había olvidado de ese insecto. —Entrecierro los ojos.

—Mama no digas esas cosas.

—Bien no hablaré del señor Evans. — Ladea la cabeza.

Mi madre no tolera a mi padre,  mejor dicho lo odia...cuando era niña me costaba entender el porqué,  pero con el tiempo entendí que no debe ser fácil ver como la persona que amabas no siente lo mismo que tu y que prefiero estar con alguien más y formar otra familia.

—No entiendo porque siempre lo defiendes — Se frota la sien.

—Los dos son mis padres...no lo defiendo solo no me gusta que hablen mal de ustedes —explico.

—De acuerdo.—Me mira ofendida.

—No me mires así —pido—Sabes que de los dos tu eres mi favorita.

—Claro que lo soy, no hay nadie mejor que yo —dice con orgullo.

—Que humilde eres mamá —digo sarcástica.

—Si eso también lo se hija.—Me guiña un ojo.

Me acerco a ella para darle un beso en la frente como despedida, ella me lo devuelve dándome un abrazo.

—No conduzcas como si estuvieras en una película de rápidos y furiosos —ordena cuando me separó de ella.

—Nunca haría eso mamá —le aseguro.

—Recuerda ponerte el cinturón de seguridad, y por supuesto respetar las señales de tran...

—Tranquila mamá se conducir muy bien —trato de tranquilizarla.

—Lo se , pero no se como conduzcan las demás personas.

Me miro con un deje de tristeza y extendido sus brazos hacia adelante con las palmas abiertas y los dedos ligeramente separados,  me acerque a ella y la abraze de nuevo.

—No me gusta cuando vas con tu padre —dice mientras me acaricia la espalda.

—Solo son dos días, y después me tendrás de nuevo aquí molestandote —la abrazo más fuerte.

Se separa de mi y me toma de las mejillas suavemente, para que la mire.

—Si tu padre te hiciera o dijera algo qué te haga sentir mal me lo dirías, verdad —le doy mi mejor sonrisa y asiento —Bien ahora si ya puedes irte.

Me separó de ella y un sentimiento de culpa me recorre por todo el cuerpo,  por no poder decirle la verdad.

—Te quiero mamá y mucho —digo después de un rato.

—No más que yo a ti mi niña.

Palabras como esas son las que me motivan cada día para no darme por vencida.

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