Capítulo 5.

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—¡Por favor mamá! —escucho gritos que me obligan a despertar.

—Ya te dije que no Leonore.

Se trata de Margaret y Leonore están hablando fuera de mi habitación.

—Hare lo que quieras mamá, pero por favor déjame ir —le súplica Leonore.

Me levanto de la cama, enciendo la luz y salgo para ver qué es lo que pasa.

—¿Sucede algo? —pregunto.

—Lo que pasa es que mi mamá no me deja ir a una fiesta —se queja.

—Lamento que te hayamos despertado Abbie —se disculpa Margaret.

—Abbie por favor ayúdame a convencerla —junta sus manos en señal de súplica—Por favor Cédric no tarda en venir por mi.

—Esta vez Abbie no puede ayudarte —dice Margaret.

—Debe haber algo que te haga cambiar de opinión —insiste Leonore.

Margaret parece pensarlo, pasan los segundos hasta que sonríe con picardía.

—Puedes ir a la fiesta —Leonore salta de la felicidad.

—Gracias mamá —se acerca a abrazarla.

—Todavia no termino, así que no festejes —Leonore la mirá confundida —Vas a ir pero con una condición.

—Si la que quieras mamá —asiente con la cabeza.

—Vas a llevar a tu hermana a la fiesta—declara.

—¡¿Qué?!.

—¡¿Qué?! —gritamos al mismo tiempo.

—Es una gran idea no creen —sonrie de manera inocente.

—No puedo llevar a Abbie, a ella no le gustan las fiestas.

—Bueno entonces no vas a ir —Leonore abre la boca,  ofendida.

—Bien la llevaré conmigo —Frunce los labios—Ire a cambiarme antes de que llegue Cédric.

—Espera Leonore —la detiene Margaret.

—Ahora que pasa —la mira con fastidio.

—No le has preguntado a Abbie si ella quiere ir a la fiesta.

Leonore me mira indignada.

—Abbie...¿Quieres ir a la fiesta? —me pregunta.

Lo pienso por un momento, no tengo ninguna ventaja si voy con ella, pero si muchas desventajas si no voy.

—Te recuerdo que si Abbie no va tu tampoco hija —comenta Margaret.

Leonore me ruega con los ojos que diga que si.

—Si voy contigo Leonore —sedo. A Leonore parece que le regresa el alma al cuerpo.

—Segura que quieres ir Abbie.

—Mama ya dijo que si, no la presiones para que cambie de opinión —se queja Leonore—Ahora si ya me voy a arreglar.

—¿Por qué quieres que vaya con ella? —le pregunto cuando Leonore no está

—Algun día el pájaro tiene que salir de la jaula —entrecierro los ojos.

—Te aseguro que estoy muy bien en mi jaula —aclaro.

—Claro que no, tienes que salir, divertirte, la vida no se trata de quedarse en un solo lugar y esperar que las cosas sucedan, por qué si lo haces te perderás de todas las cosas buenas que hay en el mundo.

En Cada Atardecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora