Capítulo 12.

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-Mi mamá es una fuerza de la naturaleza Abbie -me dijo Eros mientras subíamos al elevador.

He estado nerviosa los últimos tres días, por la cena con su madre y hoy cuando fue a recogerme mis nervios aumentaron.

-Es alegre hasta el extremo, siempre está organizando algo, y sobretodo tiene una habilidad inigualable para cocinar, así que prepárate para un banquete que probablemente no podrás terminar.

-Entiendo -Solté una risa nerviosa-¿Algo más que deba saber?.

-Si, de hecho, mi mamá es muy amable, pero puede ser un poco...invasiva, sin querer preguntará sobre tu vida, tu familia, tus gustos y seguramente te ofrecerá más comida de la que podrías imaginar -lo mire con una mezcla de asombro y precaución.

-Eso no suena tan mal -Sonreí aliviada.

-Por ahora piensas eso enano gruñón -su expresión seria, cambio a una sonrisa divertida.

El elevador se detuvo con un suave *ding*, y las puertas se abrieron lentamente. Salimos al pasillo, y Eros me hizo un gesto para que lo siguiera. Caminamos juntos por el corredor, y mientras observaba las puertas de los departamentos, me sentí más nerviosa.

-Listo llegamos -dijo Eros, cuando estábamos frente a la puerta

Asentí, sintiendo una mezcla de nerviosismo y inseguridad. Eros sacó una llave de su bolsillo y la introdujo en la cerradura, pero antes de que la abriera lo detuve.

-Espera Eros -dije y el se giro a mirarme.

-¿Que pasa Abbie? -su tono era de preocupación-Oye si te asuste con todo lo que te dije de mi madre, no era mi intención lo siento.

-No...no es eso-respondí, tomando una respiración profunda-Es solo que...¿y si no le caigo bien?.

Eros soltó una risa, y coloco una mano sobre mi hombro.

-Ella te va a adorar Abbie, te lo juro -me dio una sonrisa reconfortante.

-¿Cómo lo sabes? -cuestione.

-Solo lo se y ya -dijo sin más. Le puse mala cara-Haber Abbie cuéntame ¿Que es lo que te tiene tan insegura?.

-Solo no quiero arruinar esto...se que tu familia es muy importante para ti, y no quiero causar una mala impresión con tu madre, mírame ni siquiera fui capaz de ponerme algo decente para la cena -Confesé .

Eros empezó a reírse a carcajadas, lo que empeoró más mi estado de ánimo.

-Hey no es gracioso -lo golpeé en el hombro.

-Abbie no tienes por qué preocuparte, a mi madre le vas a agradar; y si estas vestida para la ocasión, a mi mamá le va a gustar tu suerte olgado y esos Jeans...haber date una vuelta.

Eros tomó mi mano y me giró con un movimiento suave. Me reí mientras daba una vuelta, sintiendo la calidez de su mano en la mía. La sensación de girar bajo su mirada me hizo sonreír.

-Como dije estas perfecta -esas palabras fueron suficientes para convencerme.

-Esta bien -respiré profundamente-Entremos, estoy lista.

El sonido de la cerradura girando rompió el silencio, y la puerta se abrió lentamente. Al otro lado, una mujer de cabello oscuro y ojos brillantes nos recibió con una sonrisa cálida.

-¡Eros, querido! ¿Qué haces aquí afuera?-exclamó, extendiendo los brazos para abrazarlo

Cuando se separó de el, me miro con una gran sonrisa, y me abrazo a mi también.

En Cada Atardecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora