CUATRO

88 10 0
                                    

Convivencia

Desastre. La definición perfecta para lo que sucedía en mi pobre departamento.

Nos encontrábamos en un completo y verdadero desastre.

Y eso que solo llevábamos mitad de la mañana.

Verán. El día anterior, después de la caída de Naruto habíamos decidido investigar un poco acerca de las estrellas,pero al no haber descansado mi mucho la primera noche el sueño y el cansancio nos ganó y acordamos hacer la investigación hoy, por lo que nos acostadas temprano y no la hubo necesidad de cruzar palabra para nada más que no fuera desearnos las buenas noches, y creo que por ello no hubo inconvenientes. Pero, por otro lado, cuando la hora de desayunar llegó digamos que no empezamos precisamente con el pie derecho.

En primera, Ino le había reclamado a Naruto por entrar al baño sin tocar; luego Ten ten se había enojado con Rock Lee por comerse la caja entera de cereal y no hablarle dejado absolutamente nada a ella; Sakura había mandado al diablo al pobre de Sai por haber dicho algo inapropiado. Encerio, ¿a quien se le ocurre recalcar que una chica no lleva sujetador? ; Sasuke parecía querer matar a alguien desde que Sakura e Ino se le habían pegado como dos pequeñas garrapatas; Temari se había enojado con su hermano por el golpe que le dió con la almohada después de haber intentado despertarlo de un susto; Shikamaru no paraba de decir que todos eran un fastidio; Chouji no dejaba de rebuscar comida en mi alacena e ir creando un desastre; Kiba quería ahorcar a Shino, disque porque en la noche había sacado a Adamari de la recámara porque le molestaba dormir con un perro.

Como sea, la cosa estaba, como dije antes: hecha un desastre.

El único ser que permanecía al margen era la dulce Hinata.

Ni siquiera podría decirse que yo también era parte de esa pequeña excepción, porque todo aquel alboroto a mi alrededor ya comenzaba a irritarme.

Ah, y para empeorar las cosas, Akamaru y Taro se llevaban fatal. Incluso tuve que encerrar a Akamaru en mi habitación para evitar posibles peleas.

Frustrada por el ruido de los reclamos y quejas salí huyendo de la cocina y me dejé caer en mi sofá. Con Taro en mi regazo y Neji a mi lado, quien me observó de reojo antes de hablar.

—A esto me refería cuando te dije que sería difícil.

Le fruncí el ceño.

Era bastante amargadito, el señorito.

Y yo que lo tenía en mi top tres.

—Solo les falta comunicación, es todo —el muy descarado puso los ojos en blanco ante mi justificación. Le puse mala cara —¿Qué?

—Eres un poco ingenua, niña.

Lo miré indignada.

—Uno; no soy ingenua. Dos; tampoco soy una niña. Y tres; por si no lo sabes, tenemos la misma edad.

—Pero no lo parece, enana. —recalcó la última palabra.

—¡Oye! El doctor dice que tengo una estatura promedio, jirafa —dije exaltada.

—Mira que mentiroso a sido el hombre.

Deseos Cumplidos (Sasuke y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora