QUINCE

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Pastel de chocolate

Joder, no saben lo placentero que era bañarse con el agua perfectamente tibia, refrescando todo tu sistema mientras lo liberaba del estrés acumulado.

Cerré la llave a pesar de querer permanecer bajo el agua hasta convertirme en una pasita arrugada debido a que era la única a la que le faltaba alistarse para salir al supermercado.

Me coloque mi ropa interior, unos calentadores de algodón y una camiseta negra. Quité el vapor acumulado en el espejo y comencé a cepillar mi cabello hasta desenredarlo. Recogí la toalla y salí con ella al balcón para extenderla.

—¿Lista? —me preguntó Temari desde el sofá cuando me vió entrar.

Le di un último vistazo a la pequeña mochila que llevaría, confirmando que no me faltara nada. Llaves, dinero, la lista, el movil. Todo estaba guardado.

—Sí, vámonos —afirmé.

Al entrar en el super lo primero que hize fue agarrar un carrito, luego saque la pequeña lista que habíamos hecho.

—A ver, comencemos yendo por la leche y los huevos —recite.

Al oírme, tanto Lee como Naruto salieron corriendo a la par y en distintas direcciones. El primero llegó con los huevos que sorprendentemente no se cayeron de la cubeta y el segundo trajo un paquete de doce leches. Ambos al mismo tiempo.

—¡Te gane! —gritó Naruto de todos modos, convencido que había llegado antes que Lee.

—¡Yo lo hice!

Como ya era costumbre, ambos regresaron a verme.

—¿¡Quien ganó!? —preguntaron al uni sonido.

Y como también ya era costumbre, les respondí lo mismo de siempre.

—Fue un empate.

Pero tanto Lee como Naruto hicieron de oídos sordos a mi declaración y siguieron discutiendo sobre quien ganó realmente.
No me sorprendió. Como dije ya antes, no era la primera vez que competían por  ver quien me traía primero los productos de la lista. Les encantaba venir, aunque seguía sin entender porqué. Pero eso era lo de  menos, me fascinaba que lo hicieran, sobre todo porque convertían la aburrida tarea de hacer las compras en el fabuloso y divertido juego de Simón dice.

—¡Naruto, Lee, paren de una vez o harán que nos corran! —les gritó Ino, frenandolos por la camiseta.

—Tranquila, los dueños nunca se dan cuenta del alboroto que causan —le asegure.

Ino me enarco una ceja, dubitativa, pero al final terminó por soltar el cuello de ambas camisetas.

—Solo espero que no rompan nada par de idiotas —les advirtió antes de que volvieran a salir corriendo.

Agarre la mantequilla y la puse en el carrito. También una funda de cacao y otra de polvo de hornear.

—¿Por qué no podemos llevar frituras? —refunfuño Chouji —. Siempre lo hacemos.

—Porque acordamos qué hoy solo llevaríamos los ingredientes necesarios para el pastel —le recordé —. Además, creo haber comprado como cinco fundas grandes de frituras la última vez. ¿Ya te las acabaste?

Deseos Cumplidos (Sasuke y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora