¿Mejor amiga?
La escena no podía ser más asquerosa y devastadora.
Nunca la olvidaría. Desde yá lo sabía.
Con cada segundo que pasaba rogaba por que lo que presenciaba frente a mi desapareciera en un simple abrir y cerrar de ojos, como si todo se tratara una pesadilla. Una cruel y dolorosa pesadilla.
—¡Oh, sí! —el grito de la que una vez consideré mi mejor amiga no hizo más que provocar una segunda grieta a mi corazón.
Y la forma en la que Mía montaba a mi novio sobre la cama era tan vulgar que me entraron náuseas.
Estaban desnudos. Completamente desnudos y ebrios. Follando.
Quería irme. Necesitaba hacerlo, pero las piernas no me respondían y me era imposible apartar la vista a pesar de estar a punto de vomitar.
Tropecé con el puro aire, incapaz de poder seguir manteniéndome en pie por más tiempo. Provoque un sonido seco al chocar contra el marco de la puerta, me fui para atrás sin poder evitarlo y estoy segura de que me hubiera golpeado con fuerza la cabeza de no haber sido por el firme agarre que Sasuke impuso en mis caderas justo a tiempo.
Casi deseé que me dejara caer, haberme dado ese golpe en la nuca, haber quedado inconsciente y que al despertar Sasuke me dijera que solo habían sido una ilusión causada por la sofocante temperatura elevada del lugar.
Pero todo era real. Todo estaba sucediendo justo. Frente. A. Mí.
—¡Paulette! —gritó uno de los dos.
Ni siquiera pude distinguir sus voces. Estaba aturdida, en shock.
Mía se retiró de la cama, cubriendo su cuerpo desnudo con las sábanas. Casi parecía haber visto un fantasma.
—Escucha yo...yo puedo explicartelo, bebé —me aseguró Andy, buscando con desespero su ropa interior.
—Es hora de irnos —intervino Sasuke, jalando con suavidad mi cuerpo hacia atrás.
Asentí, sintiendo como los músculos de mi cuerpo finalmente se ponían de acuerdo con mi cerebro, haciendo que mi cuerpo comenzara a retroceder por si solo. Y la humillación que me llenó fue el impulso final para echarme a correr.
No se ni como llegué a la primera planta sin caerme por las escaleras, pero lo hice. Recorrí el salón dando empujones y codazos de por medio, importandome una mierda los insultos que recibía a cambio. Al divisar la barra libre no lo dudé, me acerqué y tomé asiento en uno de los taburetes.
—Traeme una botella —pedí a uno de los meseros casi con desesperación.
—Lo siento señorita, pero no podemos hacer más que darle un shot. Son órdenes de la anfitriona —me informó, como si eso me importara.
—Te pagaré el doble si me entregas lo que te pedí.
—¿Que trago desea? —ni siquiera dudó.
—Cualquiera, eso me da igual. Solo traeme algo.
Dicho y hecho, segundos después plantó una pequeña botella frente a mí y se deshizo del corcho.
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Deseos Cumplidos (Sasuke y Tú)
FanfictionEl amor es tan extraño, espontáneo y curioso que nunca sabes quien será aquella persona destinada a ser tuya. Quizás sueñas con que sea una persona que conoces desde pequeño, un extranjero millonario, el vecino que te parece una obra de arte o inclu...