OCHO

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Vamos progresando

No fue fácil...

Es lo primero que tengo que aclarar.

Hubo muchas más discusiones de las que me hubiera gustado y una muy extensa cantidad de desacuerdos, pero al menos, todos terminaron siendo resueltos de una u otra forma.

La verdad es que nos tomó cuatro días más, lograr vivir en la misma casa sin gritos o empujones de por medio. Y eso gracias a que Shikamaru, siendo el más razonable del grupo, me tendió una mano y me ayudó a controlar el disturbio que causaba el resto.

Para empezar, Ino se había vuelto en mi más grande aliada.

Sí, la misma Ino que casi mando patitas a la calle.

Solo fue cuestión de conocernos un poco más para que un lazo de amistad se forjara.

Era divertido pasar el rato con ella. No era tan superficial como lo mostraban en el anime, podía llegar a ser una chica muy sincera, amable, cariñosa...En cuestión, una buena persona.

Pero que me llevara tan bien solo con Ino no significaba que tuviera una mala relación con las demás. De hecho, podría decirse que ya había ciertos lazos de amistad creciendo.

Por otro lado, establecer una relación amistosa con los hombres fue un poco más complicado. Sobre todo porque la mayoría se me hacía intimidante. Solo Kiba, Lee y Naruto me falicitaron el trabajo y no tarde mucho en ganarme su confianza. Se los aseguró. Eran los más simpáticos. El resto, por el contrario, eran un poco más ariscos. No encontraba la manera de acercarme a ellos sin ser mandada al diablo. Al final entendí que solo debía ser un poco más de paciente y comprensiva. Nada del otro mundo.

Aunque no lo crean, Gaara fue el primero en dejar que me acercara.

No era muy hablador, lo admito, pero de todos modos su compañia era una de las más cómodas. Dejaba de inspirar tanto miedo cuando llegaba a mostrar su lado más gentil y aunque tampoco sonreía mucho, cuando lo hacía, expresaba tanta sinceridad que siempre terminaba muriendo de ternura.

Seguido de él, fue Shikamaru.

Seré sincera. Si no me atreví a hablar primero con él fue porque en mi mente, su fracesita de no aguantar a las mujeres retumbaba y se repetía en mi cabeza sin parar. Pero me puse a pensar «Si logró aguantar a Ino cuando ella era pequeña. De seguro tiene la paciencia suficiente como para aguantarme a mi también ¿no?» Y solo necesite de eso para llenarme del valor que necesitaba y comenzar a acercarme. De ahí, solo bastó de un día para comprender el verdadero significado de aquellas palabras: No odiaba a las mujeres, solo los conflictos, y de alguna forma había relacionado amabas cosas como una. Es decir: mujeres=conflictos. Quizás por ello me siento afortunada de ser parte de su selecto grupo de amigos. Sobre todo al ser una mujer.

Neji fue un poco más complicado pero el siguiente en bajar sus barreras.

No hablaba casi nunca y principalmente se dedicaba a cerrar los ojos, ignorar al mundo y meditar en el sofá. Por eso intentar acercarme a él no fue tan sencillo. De hecho, la primera vez que lo intenté se levantó y me dejó con la palabra en la boca. Me pareció muy grosero de su parte pero no lo seguí ni insistí. Después, al segundo intento no busque iniciar una conversación, simplemente me senté a su lado y mientras él meditada yo miraba un programa de televisión. Extrañamente eso fue lo que nos permitió crear un vínculo. Al parecer, le gustaba la compañia mientras no interrumpieran lo que sea que él hiciera.

¿Saben quien aún no se digna a destruir sus muros?

Sí.

Sasuke Uchiha.

Deseos Cumplidos (Sasuke y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora