Capítulo 15

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Asesino

Un viejo proverbio ruso nos recuerda "no puede existir el bien sin mal".

- Es que no cuadra nada – hace una mueca – Las cámaras de la central camionera captaron a Emma, según el registro de la central esa fue su hora de llegada a Cuernavaca.

- Que fue a las 3 – dice el moreno.

- Cinco horas para asesinarla, regresar a la ciudad y arreglar todo para hacerlo parecer un suicidio.

- Soria – responde la llamada.

- Encontré que la casa de Emma cuenta con un sistema de seguridad – teclea – logré obtener todos los videos que se grabaron un día antes de su asesinato.

- Perfecto – dicen un tanto esperanzados.

- Ya solo queda uno... y listo – dice – se los envió al correo.

- Gracias, Soria.


En la pantalla se encontraba proyectado el correo de la corte, así que solo bastó un clic para ver el rostro del asesino.

La revelación resonó en la sala como un eco lúgubre. Altagracia y José Luis intercambiaron miradas de incredulidad mientras las piezas del rompecabezas caían en su lugar. La verdad estaba ante ellos, y era más impactante de lo que podrían haber imaginado.

¿Qué haces aquí?

¿Fuiste a Cuernavaca para reencontrarte con tu viejo amor?

¿Cómo chingados entraste?

Supe que Alonso tenía acceso a tu casa, así que tomé prestada su camioneta para venir a sorprenderte, pero el sorprendido fui yo al saber que fuiste a Cuernavaca para volver a estar con él.

No tenías ningún derecho de entrar así a mi casa – dice molesta.

Así como tú no tenías ningún derecho de acusarme de violador – se levanta acercándose a ella - ¿En serio? tan ardida estabas que decidiste hacer semejante estupidez.

Me rechazaste, me gritaste a la cara que la amabas más a ella

Pues claro – dice obvio – Altagracia es mi esposa.

Pues así que mucho amor que digas, no, eh. Si tanto la amaras como dices, no la hubieras engañado por tanto tiempo – ríe irónica – eres un cínico.

Tal vez – concuerda.

Quizás no te tuve, pero por lo menos logre degradar tu carrera – sonríe – dudo mucho que puedas postularte como candidato a la presidencia en las próximas elecciones.

Eso ya lo veremos

Por favor – ríe burlesca - ¿de verdad crees que dejarían que un acusado de violación presida un país?

Que soy inocente ¡chingada madre! – se exalta.

No para la sociedad.

¿Qué es lo que quieres? – la toma del brazo.

Joderte, como lo hiciste tú conmigo.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora