Capítulo 26

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¿Amigos?

- Ah, perdón

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- Ah, perdón. José Luis, él es Dionisio Mikaelson – los presenta.

- Hola, mucho gusto – extiende su mano.

- Qué tal – la estrecha - ¿Amigos de dónde o qué?

- Él es el mejor amigo del novio de Regina.

- Mmm ya, ya – asiente.

- Bueno Alti, yo me retiro – se despide otra vez de ella - ¿nos vemos en la noche?

- Sí, a las nueve – le recuerda.

- A las nueve paso por ti – sonríe – hasta luego, José Luis.

- Adiós.


El abogado fijo su vista en Dionisio hasta que se fue, era un hombre bastante atractivo, ligeramente más alto que él, de complexión delgada pero definido, ojos color miel, hoyuelos, el cabello castaño oscuro con toques blanquizcos, por lo que le calculaba alrededor de cuarentaicinco a cincuenta años.

Inclinó un poco la cabeza concordando que no estaba para nada mal, pero eso solo alimentó sus celos, los cuales calló pues acababa de llegar como para hacerle una escenita a Altagracia, así que le tocó morderse la lengua rezando para no decir ninguna imprudencia.

Se formó un silencio algo incómodo entre la pareja, él no quería hablar por miedo a meter la pata y ella porque no sabía que decirle.


- Eh...

- ¿Y cómo estás? – dice un tanto serio.

- Bien – suspira – mucho mejor.

- Me da gusto – asiente.

- ¿Regresaste a tu departamento? – intenta mantener la conversación.

- Sí... Altagracia – duda – eh... ¿te gustaría que nos reunamos algún día? Digo, para pues hablar.

- ¿Hablar de qué?

- Pues de cómo has estado todo este tiempo – da de hombros – o no sé, de lo que tú quieras.

- Esta bien – accede - ¿Qué te parece si mañana saliendo de la audiencia vamos a desayunar? – propone.

- Me parece bien – concuerda.

- Bueno, yo... debo volver a mi oficina, tengo unas cosas pendientes.

- Si, yo igual debo ir a la mía.

- Es bueno tenerte de regreso – sonríe.

- Gracias.

- Nos vemos. Si necesitas algo, aquí estoy.

- Gracias otra vez – ríe.


Fue lo último que se dijeron, después de eso, solo volvieron a cruzarse por los pasillos o se veían cuando uno salía de su oficina.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora