5 🤍 Boyfriends

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Geto no sabía en momento sentía tanta preocupación por dejar atrás a Satoru, peleando con un no hechicero.

El y Riko Amanai ya estaban frente a frente con el lugar de la fusión.

Sabía que no debía de pensar negativo, confíaba en Satoru, así que tranquilamente se dirigió hacia Amanai explicándole la decisión que ambos tomaron con respeto a los pasos que ella quisiera tomar.

Sonrió al escuchar el deseo de la joven de seguir viviendo y estar con todos más tiempo.

—Vamos a casa, Riko.

Dijo extendiendo su mano hacia la sonrojara chica —sí.

Fueron sus últimas palabras hasta que su cabeza fue perforada por una bala. El sonido retumbo en el lugar, Geto la miro caer con sus pupilas pequeñas —¿Riko? —pregunto totalmente atónico y confundido.

—Todos a sus casas.

Se giró ante el imponente hombre delante suyo —¿Cómo es que tú estás aqui?

Esté lo miro extrañado con el arma en sus manos —¿en que sentído?... Ah te refieres a eso.

Sonrió victorioso —Mate a Gojo Satoru.

Si hubiera podido externar el dolor en su pecho, sus piernas flaqueantes y como sintio que su alma se quebraba, sería una escena dolorosa de ver.

Apretó sus labios con maldiciones saliendo a sus espaldas —Ya veo.

—Muere entonces.

🖤❤️‍🔥🤍

—Ya te vas —pregunto Shoko mirando preocupada a Suguru, quien asintió con la mirada perdida después de ser curado.

La castaña lo miro sin poder articular palabra alguna mientras se marchaba —pobre Suguru.

Al salir, el mencionado miro con horror la maldición que portaba el hombre que había matado a Amanai. Arrastrandose hacía el.

Después de absorberla escucho bulla dentro del edificio, corrió por el obcuro pasillo hasta una puerta. Trago en seco abriendo aquella puerta y sus ojos sorprendido.

Ahí estaba, su razón para seguir, pero la mirada perdida de este mientras cargaba un cuerpo le hizo sentir escalofríos.

La gente de la secta, vestía de blanco y aplaudía estrepitosamente.

—Suguru, llegas tarde. No, llegas pronto.

El pelinegro escuchaba el parloteo del contrario con una extraña sensación.

—Yo estoy bien... Aunque eso no significa que no hayamos fallado.

La mano de la joven resbaló de las manos de Gojo captando la atención de Suguru.

—Tu no tienes la culpa, fui yo el que falló.

—Suguru, ¿Y si matamos a todos estos?

Los morados ojos del chico se abrieron y admiraron el aura fría y obscura de Gojo.

—Ahora mismo me daría igual.

Geto trago en seco y refutó aquella petición, con su charla del sentido.

Satoru se fue sin decir más, dejando a un Suguru cansado y pensativo.

Los días y semanas pasaron con cambios notables, ellos habían dejado de ser los más fuertes, ahora solo Satoru Gojo era el más fuerte.

El albino aún afectado siguió adelante, sus misiónes ahora eran individuales, largas y demandantes.

Apenas tenían tiempo para verse, mientras Suguru estaba en su dormitorio que compartían juntos, el contrario salía y viceversa. Solo saludaba de ves en cuando a Shoko, Nanami y Haibara.

BAJO EL MISMO AZUL 💙 / SatoSuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora