28 🤍 Marry me? +18

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Suguru permanecía sentado en la sala de la mansión, con los brazos cruzados y una expresión preocupada. Su familia lo miraba de la misma manera después de haber logrado escapar de la escuela de hechicería; tuvo que ir a esperar la llegada de Gojo durante horas.

Portaba una playera blanca y sus pantalones de chándal negros. Su largo cabello caía por sus hombros.

—Tranquilo, Geto, seguro vendrá pronto —dijo alguien para tranquilizarlo.

El chico apretó los labios —¿Y si los altos mandos lo sentenciaron a él también?

En ese instante, la puerta de la mansión se abrió, dejando ver al hombre que tanto esperaba Geto.

Corrió en su dirección, lanzándose a sus brazos con fuerza.

Satoru correspondió al abrazo con la misma intensidad y escondiendo su rostro en su cuello, logrando aspirar su fresco aroma.

Luego de unos segundos, Suguru se apartó levemente para dejar un beso en su mejilla. —¿Estás bien?

Asintió con una pequeña sonrisa. Sus ojos se fijaron en un profundo pero fino corte en la mejilla del pelinegro.

Su ceño se frunció mientras acariciaba su mejilla debajo de la rojiza herida. —¿Yo te hice eso?

Geto se mostró confundido y luego entendió —No es nada, era necesario para escapar.

Sus ojos fueron hasta su antebrazo cubierto de vendas. Dio un beso en su frente con un semblante apagado. —Lo lamento, Suguru.

Ambos se separaron y el cuerpo del albino fue rodeado por las gemelas, quienes lo estrujaron con fuerza.

—Volviste, papá Gojo.

Se agachó a su altura abrazando a ambas —Claro que volví, ¿cómo podría vivir sin mis lindas niñas?

Geto observó con ternura la escena. Aunque no estaba todo resuelto, tener a Gojo de vuelta era el primer paso para conseguir la vida que anhelaba.

🤍🤍🤍

—¡Suguru!

El chico ingresó al baño después de escuchar el grito de Gojo desde el interior.

—¿Qué pasa? —miró algo desconcertado el desnudo cuerpo del albino dentro de la aromática tina de baño.

La espuma cubría la superficie y parte de su torso.

Satoru le sonrió, mechones de cabello mojado pegándole en su rostro y piel, le hizo una seña para que se acercara, y así lo hizo sin quitarle la mirada de encima.

Cuando estuvo a su lado, tomó un pequeño banco y se sentó lo más cerca que pudo. —¿Querías decirme algo?

Inquirió ladeando su cabeza con confusión. Gojo asintió, bajando su mirada algo avergonzado.

—Eso que dijiste en la escuela, ¿de verdad es lo que piensas?

Sus ojos se abrieron y sus mejillas se ruborizaron levemente —B-bueno, dije muchas cosas, pero te aseguro que todas son ciertas.

Satoru apoyó sus manos en el borde de la tina para acercarse más a su novio, sus narices rozando por la cercanía.

—Debería hacer más locuras para que puedas decirme más cosas así. Te veías tan hermoso confensándome tu inmenso amor.

Suguru frunció su ceño al escuchar su tono de voz burlón, elevó sus manos y apretó las mejillas del mayor, sintiendo el calor subir hasta sus orejas.

—Eres un aprovechado, Satoru.

Este le sonrió divertido al ver su sonrojo y molestia, se inclinó para poder robarle un casto beso que detuvo sus acciones.

BAJO EL MISMO AZUL 💙 / SatoSuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora