34 ~ Kenjaku +18

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ADVERTENCIA ⚠️ ESCENAS MUY "intensas" DE GOGOGO EN LA MAYORÍA DEL CAPITULO, PERO EL FINAL ES MUY IMPORTANTE, OJO. (Lean la nota al fin del cap plis).🤓☝️

—¿Megumi o Suguru?

Gojo le brindó una fría mirada a su profesor. Luego, en un tono firme, dio su respuesta mientras se levantaba y salía de la oficina.

El sol de la mañana brillaba sobre los terrenos de la escuela de hechicería, iluminando el camino de entrada donde un grupo de mujeres, hermosas y provocativas, esperaban
ansiosamente. Risas y susurros llenaban el aire mientras ajustaban sus atuendos, dispuestas a seducir al hombre que estaba a punto de salir del edificio.

Satoru Gojo caminaba despreocupado por la puerta del lugar, su figura alta y confiada atrayendo miradas desde lejos. Al acercarse, las mujeres se abalanzaron hacia él, rodeándolo con sonrisas encantadoras y miradas seductoras.

—Gojo, qué honor conocerlo —dijo una de ellas, acercándose peligrosamente. Antes de que pudiera reaccionar, otra mujer se acercó y le plantó un beso en su cuello. Gojo retrocedió de inmediato, exaltado.

—¿Qué está pasando aquí? —exclamó, confundido y un poco irritado.

En ese momento, Shoko Ieri, apareció en la escena. Observó la situación con una mezcla de diversión y exasperación.

—Vaya, parece que tienes un club de admiradoras, Gojo —dijo Shoko, cruzándose de brazos.

Una de las mujeres, la misma que lo había besado, se adelantó con una sonrisa provocadora.

—Gojo, ¿por qué no nos da una oportunidad? Podríamos ser sus esposas, engendrar a sus hijos. ¿Por qué no se lo permite?

Gojo las miró, su habitual sonrisa despreocupada desapareciendo lentamente.

—¿De verdad creen que es tan simple? —preguntó, su voz seria y firme. Las mujeres se miraron entre sí, algo desconcertadas.

—¿Están dispuestas a convertirse en hechiceras maleficas? ¿A matar a toda la humanidad no hechicera para que yo no tenga que pelear más, ni arriesgar mi vida? ¿Para que pueda dejar de cargar con el peso de ser el más fuerte? —La mirada de Gojo se endureció al recordar a Suguru Geto.

Las mujeres se quedaron en silencio, incapaces de responder a una pregunta tan sombría y cargada de significado.

—No necesito a alguien que solo quiera ser parte de mi vida por mis habilidades o mi nombre. Necesito a alguien que comprenda el peso que llevo y esté dispuesta a soportarlo conmigo.

Shoko se adelantó y puso una mano en el hombro de Gojo.

—Vamos, Gojo. Tienes asuntos que atender  —dijo suavemente, sacándolo del círculo de admiradoras.

Gojo asintió, aún pensativo, y siguió a Shoko hacia el interior de otro edificio.

Con esas palabras, se alejó, dejando a las mujeres perplejas y reflexionando sobre lo que realmente significa estar al lado del más fuerte.

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El ambiente cálido y lleno de tranquilidad rodeaba la mansión. Geto se encontraba sentado al borde del techo de la residencia, apreciando el naranja atardecer mientras jugueteaba con su técnica ritual, probando un ataque que había inventado hace unos años.

Sonrió cuando un albino, o más bien su albino, tomó lugar a su lado.

—Bienvenido, mi Satoru.

Este se giró para mirarlo, su azabache cabello ondeándose con el viento, su piel y ojos siendo iluminados por los cálidos colores del cielo.

BAJO EL MISMO AZUL 💙 / SatoSuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora