Frases y cosas Yanderes (PEDIDOS ABIERTOS) #4

Yandere ¡Novio Fantasma! x ¡Novia! reader:

Yandere: Raymond.

Advertencia: Mención de Leucemia SIN intención de ofender a nadie, así como posible acoso y persecución.

《Narrador PO.V》

Era un día gris y lúgubre para ti. Ibas en camino a un cementerio para despedirte de tu amado novio, un chico muy amable llamado Raymond. Se conocieron cuando eran niños y habían pasado muchas cosas juntos, como por ejemplo enfermedades.

Él venía enfrentando problemas de salud desde antes, como lo era la diabetes tipo dos desde nacimiento, y leucemia desde hace meses, lo que empeoró con creces la situación. Siempre permaneciste junto a él en todo momento, ya sea durante el tratamiento en el hogar o en sus últimos meses de vida en el hospital. Las lágrimas se te caían mientras conducías hasta que llegaste al parqueo del cementerio.

Te estacionaste, apagaste el auto y bajaste del vehículo. Primero buscaste la sala dónde se llevaría a cabo el funeral, y cuando la encontraste, entraste en silencio. Por suerte llevabas abrigo ya que dentro estaba muy frío, pero eso fue lo que menos te importó. Dentro estaban tu suegra, los hermanos mayores y menores de Ray, así como algunos amigos, y entre ellos estaba Anderson, pero lo que más destacaba era quién estaba en el ataúd.

Saludaste a todos en voz baja y les diste el pésame a todos, uno a uno, hasta que al fin pudiste acercarte al ataúd y verlo. Sentiste muchas cosas en este momento, como por ejemplo la alegría ya que Raymond no parece muerto, sino dormido y que está al fin descansado de todos los problemas que tuvo en relación a su salud, pero también estabas muy triste porque ya se había ido cuando fue una parte muy importante de tu vida. Bueno, al menos ya no estaba agonizando como lo hizo por última vez en el hospital.

Esas últimas palabras que te dijo te dolieron bastante.

--{¡(T/n)!, Ven...conmigo. ¡No me dejes!}-- Recuerdas como Raymond estaba ya muy mal en esa camilla de hospital, al punto de que cada que él veía que te ibas a mover, te pedía o rogaba de hecho que no lo dejaras y que te fueras con él. Te acercaste a Raymond ya que notabas que él se estaba agitando mucho, lo que era muy malo para él.

--{Ray, cálmate , no me iré de tu lado pero por favor deja de agitarte}-- Cuando lo tocaste, él parecía hiperventilar y quería abrazarte mientras intentabas calmarlo de alguna manera, pero de un momento a otro un hilo de sangre salía de su boca, para luego escupir o vomitar sangre y caer desplomado en la camilla.

--{¿Ray?, ¡Raymond!, ¿qué pasa?, ¡despierta! ¡doctor!, ¡DOCTOR!}-- Raymond quedó inerte e inmóvil en la camilla, con la mirada perdida y sin vida, con sangre saliendo de su boca así como regada encima de él y salpicada sobre ti. Intentaste hacerlo reaccionar mientras llamabas con desesperación al doctor o a las enfermeras.

Pero algo te sacó de tus pensamientos. Fue un toque de hombro que te sobresaltó, miraste al lado y viste a Anderson.

--Ah, hola Anderson. Discúlpame si me estabas hablando, es que no te escuché-- Volviste a mirar a Raymond, y tomaste su mano fría con la tonta esperanza de que esta fuera una de esas situaciones en las que el fallecido resucita en pleno funeral, pero no era así.