Frases y cosas Yanderes (PEDIDOS ABIERTOS) #4

Yandere ¡Viajero del tiempo! vs Yandere ¡ex acosador! x ¡Female! Reader:

Yandere viajero: Raymond.

Yandere ex: Darius.

Esto lo saqué de una idea que escribí en tumblr en inglés, pero es algo larga, así que no la voy a poner aquí por el momento.

Advertencia: Mención de acoso, asesinato, comportamientos yanderes y actitudes cuestionables a las cuáles no apoyo en la vida real.

*Narrador PO.V*

Eran eso de las 10:00PM cuando un hombre, de nombre Raymond, corría con paso apresurado al interior de un departamento, buscando específicamente una habitación  bajo un aterrador motivo de vida o muerte, pues su amada se encontraba en ese lugar y además en peligro.

Todo había transcurrido bien durante todo el día, hasta que al acompañarla a la salida la vio ser secuestrada por un tipo que le pareció bastante familiar, lo que hizo que el acobardado pelirrojo no sólo siguiera al tipo, sino que también llamara a la policía.

Raymond recordaba la dirección del dueño de esa camioneta, pues era la antigua casa de su querida (T/n) en la que el ex prometido de esta le montó una pelea enorme tanto a ella como a Raymond solo por la mísera búsqueda de unos papeles de trabajo.

Habló con la policía y les dijo la ubicación de esa casa con voz temblorosa; luego se subió a su auto y condujo a toda prisa al lugar, rezando por el bienestar de su preciada (T/n) y no pensando en nada más que sólo eso.

Esa chica no era cualquier persona, sino que la más importante para Raymond.

Tuvo el infortunio de nacer y crecer bajo el cuidado de padres narcisistas bastantes exigentes que siempre le pedían (bueno, le exigían) la máxima calificación o puntuación en TODO, o de lo contrario usaban el abuso verbal y psicológico para hacerle sentir culpable. En la escuela lo tachaban de blando, débil y raro; convirtiéndose así en un chico tímido y desconfiado.

Al menos hasta sus dos últimos años de preparatoria, dónde conoció a (T/n) ya que ella era una alumna nueva. No hace falta decir que ella fue la única en acercarse a él de forma sincera. Si bien esto hizo que Raymond diera poco a poco un cambio en su personalidad, aún seguía teniendo baja autoestima.

Esto continuó hasta sus actuales treinta años. Volviendo a la realidad, Raymond conducía a toda prisa, llegando antes que la policía al lugar dónde en efecto, vivía el ex prometido de (T/n).

Eso lo llevó a la situación actual dónde consiguió entrar al departamento y sin saber bien qué hacer (aunque temiendo severamente por [T/n]), no dudó en enfrentarse a este tipo. El ex prometido albino lo conocía y no le hacía nada de gracia que él lo hubiera seguido, por lo que de inmediato fue hacia él.

Se intercambiaron golpes, en su mayoría por parte del albino al pelirrojo, pero no contaba con que este lo golpeara con un jarrón cercano, haciéndolo caer al piso y dándole la oportunidad de buscar a (T/n).

Raymond buscó entre las habitaciones y la encontró en una que había al fondo. Su amada (T/n) estaba viva, pero atada a la cama de este tipo. Estaba consciente y en cierto modo, aliviada de que Raymond haya ido en su rescate.

–(T/n), que bueno que estás viva. La policía ya viene. Salgamos de aquí– Raymond se iba a acercar a la chica con la intención de desatarla, pero rápidamente fue arrastrado con ferocidad fuera de la habitación. Resulta que el otro hombre estaba vivo de milagro y no iba a quedarse de brazos cruzados.

–¡¿Qué creíste?!, ¡¿que ibas a ganar?!, ¡Yo NUNCA dejaré que nadie me la quite!– Le gritó con furia el peli blanco para luego seguirlo golpeando mientras Raymond intentaba defenderse.

Entonces, de un momento a otro el peliblanco empujó a Raymond hacia la vitrina de cristal, en la cual se clavó miles de trozos que lo cortaron y desangraron hasta la muerte.

O así sería de no ser porque Raymond despertó en su cama.

Estaba agitado y respiraba fuerte. Sudor le chorreaba por todas partes hasta que eventualmente se fue calmando.

–¿En serio... esto fue un sueño?– Se preguntó a sí mismo. Se sentó en la cama e intentó calmarse y pensar las cosas.

Intentaba pensar en qué carajos acababa de soñar o si eso de verdad pasó. En dado caso de que sí haya pasado, necesitaba ver cómo estaba (T/n), así que tomó su teléfono pero se llevó una sorpresa extraña.

–Un segundo; este teléfono... no es el mío actualmente. Este teléfono... lo compré en 2015– Encendió el teléfono y vio su viejo fondo de pantalla seguido de la fecha y hora.

6:00AM.

10 de agosto del 2015.

No se lo quiso creer.

Intentó poner la clave del teléfono, y lo logró usando los números que cualquier persona locamente enamorada usaría.

–El cumpleaños de mi amada. ¿Cómo no iba a funcionar?– Se dijo para sí mismo. Se metió a su Whatsapp, galería, youtube y otras aplicaciones para comprobar lo que estaba pasando, pero no contento con eso, se dispuso a prepararse.

Al encender las luces de casa, vio que TODO estaba como en el 2015 de su línea temporal original. Cajas por todas partes y de todos los tamaños, ya que en ese año recién se mudaba a ese apartamento. Revisó las fechas de los alimentos y coincidían con su hipótesis.

Se preparó para ir a trabajar, tomó algunas tostadas con café y salió fuera para ver a su antiguo coche, pero lo que confirmó todo fueron los anuncios que aparecían en los banners y pantallas comerciales de la calle con anuncios de ese año. Raymond llegó a su trabajo de aquel entonces y allí la vio en el vestíbulo, a punto de entrar junto con él.

Su corazón latio de felicidad al verla y no pudo evitar sonreír. Y sobre todo... estaba feliz de verla... viva.

No quería dejar esa línea de tiempo.

Pero si había algo que quería hacer, era cambiar el futuro antes de que sea demasiado tarde.

-Fin parte 1.

¿Qué opinan de esto?

Nunca he visto una historia de chicos yanderes en las que se use este cliché (o yo no sé buscar) de los viajes en el tiempo.