Capítulo 27

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*Se Acerca El Final*

Narra Jess

Cuando vi que Calum se alejaba corrí hacia Sam quien se encontraba sentada en plena vía pública. Ella se di cuenta de que estaba a su lado así que se echó a llorar en mis brazos.

-Tenias razón -me susurra.

-Tranquila Sam, solo deja que piense un momento, ya se le pasará -digo sobando su espalada.

-Que estúpida soy -me mira mientras seca sus lágrimas.

-Si, lo eres -reímos-. Vamos, levántate.

Nos pusimos de pie y caminamos hasta la casa de Sam, ella me invito a pasar y como no tenía otra cosa que hacer acepté.

Fuimos hasta su habitación y yo quede asombrada al ver que tenía muchos libros. Esta chica sabe lo que es vida.

-¿Tocas el violín? -le pregunte señalando unas partituras y el instrumento.

-Si, desde chica -afirma mientras se sienta en su cama.

-Toca algo -le digo.

-No Jess, ahora no estoy de humor -trata de sonreír pero le sale una mueca.

-Esta bien -suspiro-, pero debes tocar para mi algún día -le señalo con el dedo índice.

Ella solo se limita a asentir, me senté al frente de ella en su cama, pero sin decir nada. No se cuanto tiempo estuvimos calladas, pero puedo apostar que fueron más de quince minutos y esto ya me estaba exasperando.

-Sam -me mira-, ve y habla con él.

-No quiere hablar conmigo -juega con sus manos.

-Insiste, habla con él por más que no quieras -le tiendo mi celular para que lo llame.

Toma el celular y marca a Calum, no sin antes poner el alta voz.

-Jessica -atiende en un suspiro ahogado de un sollozo.

-No soy Jess -susurra Sam.

-¿Que quieres Samantha? -dice seco.

-Yo... Lo siento... -Calum la interrumpe.

-¿Que sientes, Sam? ¿Que me haya confesado y que no hicieras nada? Pues bien, felicidades, ya me siento mejor -dijo sarcástico.

-Calum, cálmate -dije-, deja de ser un niño por una puta vez y escucha.

-¿De que lado estas, Jessica? -su tono es enojado.

-De ninguno, ahora hablen, pero no por teléfono, sino en persona como debe ser.

-Te veo en la plaza donde está la fuente -dicho esto finaliza la llamada.

(...)

Abrí la puerta de la habitación de Michael lentamente, para no llamar su atención, pero fallo en eso cuando la puerta hace un horrible ruido.

-Hola -dice... ¿Débil? ¿Que mierda?

-¿Esta bien? -fue lo único que pregunte después de cerrar la puerta y acercarme a él.

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